Más alquileres turísticos con pianos que adaptados a sillas de ruedas en Ibiza

En la pestaña de «adaptados» del principal portal de alquileres turísticos únicamente aparece un apartamento totalmente accesible (portal, habitación, baño y piscina) para las personas con movilidad reducida

Marta Torres Molina

Marta Torres Molina

Sólo uno. Un único alojamiento adaptado para personas con discapacidad en las Pitiusas. Es lo que aparece en Airbnb cuando, sin especificar fechas ni número de huéspedes, se hace una búsqueda seleccionando la pestaña de «adaptados», con el icono de una persona en silla de ruedas. Uno, en Ibiza. En Formentera, ninguno. Hay menos alojamientos turísticos en la plataforma adaptados para personas con problemas de movilidad que, por ejemplo, con pianos de cola o cocinas pro o para jugar, que son otras de las pestañas de búsqueda que también aparecen.

El único alojamiento que podría reservar una persona en silla de ruedas a través del portal se encuentra en el centro de Santa Eulària «a tres minutos de la playa». La anfitriona de este apartamento, que cuenta con licencia turística, recalca que no es únicamente accesible el apartamento en sí, que tiene 64 metros cuadrados y dos habitaciones, sino también las zonas comunes. En el apartado específico de las prestaciones de accesibilidad detalla que a menos de tres metros y medio del portal hay una plaza de aparcamiento para movilidad reducida, que no hay escalones ni desniveles de más de cinco centímetros ni para llegar a la vivienda ni dentro, que las puertas tienen un mínimo de 81 centímetros de anchura, el baño está completamente adaptado, sin rebordes en la ducha y con asideros fijos, y que incluso la piscina cuenta con un dispositivo específico para que las personas con problemas de movilidad puedan entrar y salir de la piscina, que se encuentra en la azotea.

Más alquileres turísticos con pianos que adaptados a sillas de ruedas |

Más alquileres turísticos con pianos que adaptados a sillas de ruedas | / Marta Torres Molina

El precio de este alojamiento aumenta así como avanza la temporada. La semana que viene, por ejemplo, cuesta 268 euros por noche, tarifa que asciende a 420 euros a mediados de julio y siete euros más en agosto.

Adaptado para personas con movilidad reducida únicamente se ofrece una opción en las Pitiusas, donde hay hasta trece anuncios que especifican que la vivienda cuenta con un piano de cola. Alojamientos que van desde los 260 euros a los cerca de 15.000 euros la noche. Estos instrumentos, todos negros salvo tres blancos, protagonizan las imágenes principales de los anuncios. La estancia con piano más económica es una habitación en una villa ubicada en Sant Josep que cuenta con cinco suites (bautizadas Coco, Daisy, Luisa, Marilyn y Maria) y cuyo anfitrión no detalla si el piano se puede tocar o no, únicamente que tiene «vistas al mar». Las habitaciones oscilan entre los 215 euros la noche que cuesta dormir en esta casa con piano (que no detalla número de licencia alguno) ahora a los cerca de 350 en pleno verano. Se cobra como extra la limpieza de la habitación y se advierte de que las velas «son decorativas» y no se pueden encender.

"Para jugar"

Una tarifa muy alejada de los 14.715 euros que cuesta pernoctar en una villa con un piano blanco (y licencia turística) en es Figueral. Una tarifa que se mantiene durante todo el verano. O de los alrededor de 5.000 euros la noche (tarifa que aumenta en pleno verano) de Villa Blanca, ubicada «en la urbanización privada y segura Can Rimbau» que, además de con el piano, cuenta con pinball y futbolín.

De hecho, hay muchos más alojamientos turísticos en la calificación de «para jugar», que adaptados para personas con problemas de movilidad. Una veintena de anuncios en los que el principal atractivo son pistas de tenis, canchas de baloncesto, columpios, casitas en el árbol, mesas de billar o de ping pong. Eso cuando no cuentan con un salón recreativo completo. Es el caso de Can Mariano, en Sant Josep, una casa payesa del siglo XVIII restaurada que cuenta con «una sala de juegos con billar, futbolín, máquinas arcade con más de 600 videojuegos clásicos, pinballs, diana de dardos, ruleta casino, mesa de poker...». Una opción que pasa de algo menos de 800 euros la noche este mes a 1.600 en agosto.

Más alquileres turísticos con pianos que adaptados a sillas de ruedas

Más alquileres turísticos con pianos que adaptados a sillas de ruedas / Marta Torres Molina

La noche más cara en los alojamientos que aparecen en el apartado de «para jugar» es la de una villa denominada Five Stars ubicada, según el mapa que la acompaña, en el Puig d’en Manyà, en el municipio de Santa Eulària: 6.032 euros a finales de mayo y 7.452 en julio y agosto para un máximo de 14 personas. En las imágenes se aprecia un espacio con césped artificial, en el exterior, en el que se ubican una mesa de pingpong, un par de porterías y una canasta. Además, cuenta con gimnasio. En la descripción se habla de una «playroom», aunque no se incluye ninguna foto.

Las yurtas

Entre las más económicas de este apartado se encuentra una casa de campo ubicada en Sant Rafel (que detalla el número de licencia) y con cancha de tenis en el jardín. Las tarifas poco tienen que ver con la anterior, mucho más grande, ya que en ésta sólo caben cuatro huéspedes: 300 euros la semana que viene, 450 en junio y 500 en julio y agosto.

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Más alquileres turísticos con pianos que adaptados a sillas de ruedas | / Marta Torres Molina

Por haber, en Ibiza hay más yurtas que alojamiento turístico adaptado para personas con movilidad reducida. El doble. Dos, vaya. Una, la más cara (449 euros la noche este mes) cerca de Cala Llenya. Y la segunda, bastante más económica (222 la noche), entre Sant Agustí y Sant Rafel. La primera, aunque aparece cuando se selecciona el icono de este tipo de vivienda del Asia Central, es, en realidad, una parte de un alojamiento mayor, una casa de campo con otras dos habitaciones: «Hay una yurta increíble en el jardín que se puede utilizar como un espacio adicional para la relajación y para dormir», detalla la anfitriona. La segunda está instalada en la parcela en la que los anfitriones tienen su propia casa, según detallan en la descripción, en la que explican: «Observa las estrellas desde la hermosa cúpula de cristal o la puesta de sol desde tu propia terraza privada. Aquí te relajarás por completo».

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