El transporte aéreo de la élite | Crece el negocio de los vuelos de lujo, y su cuestionamiento

Casi 34.000 ‘jets’ privados en Balears en 2022, un 32% más que antes de la pandemia

Su actividad sigue disparada, subió un 4 % respecto a 2021, con más de 16.600 operaciones en Mallorca, 15.300 en Ibiza y 2.000 en Menorca

‘Jets’ privados aparcados en el aeropuerto de Palma el verano pasado.

‘Jets’ privados aparcados en el aeropuerto de Palma el verano pasado. / DM

Redacción

Con las vacaciones de Semana Santa a la vuelta de la esquina los cielos de Balears volverán a ser surcados por miles de aviones privados, si bien es verdad que ya no hay mes en el que esta actividad frenética ligada a las élites no se haga presente en los aeropuertos del archipiélago: la pandemia contribuyó a que se multiplicara la aviación ejecutiva, cuando se buscaba evitar el contacto humano por temor al virus de la covid-19 y bajaron las conexiones aéreas. En 2022 se registraron casi 34.000 aterrizajes y despegues de jets privados en las islas, un 32 % más que tres años antes, en 2019. En comparación con 2021, la actividad se ha incrementado un 4 % en la comunidad autónoma, lo que supone unos 1.400 vuelos más (32.500 en total).

Aena ha facilitado a este diario los datos absolutos de los aterrizajes y despegues de aviación ejecutiva contabilizados en Balears. La empresa semipública no acostumbra a brindar información sobre los principales mercados emisores de esta actividad y las rutas, ni tampoco el número de pasajeros, amparándose en que se trata de vuelos privados.

La moda de volar a todo lujo y, sobre todo, organizarse un viaje a golpe de capricho para plantarse en el destino deseado con la mayor inmediatez continúa en alza. A pesar de que también crece el cuestionamiento social, y político, de los vuelos privados por innecesarios, las cortas distancias que se recorren y la huella de carbono que provocan.

Solo en Mallorca, se contabilizaron el año pasado más de 16.600 operaciones, con un incremento del 37 % respecto a la prepandemia. En Ibiza, se superaron los 15.300, un 26 % más. Y mayor es el crecimiento en el aeropuerto de Menorca, un 42 %. A pesar de que todavía está lejos del ritmo vertiginoso de los otros dos aeródromos baleares, por las instalaciones del aeropuerto de Maó pasaron casi 2.000 jets privados.

El año de la prepandemia, 2019, fue un ejercicio turístico de récord, que se reflejó en la aviación privada con unos 23.000 vuelos privados en Balears. Tres años después Aena, en 2022, ha contabilizado casi 34.000 aterrizajes y despegues: son alrededor de 11.000 más. Y en 2021, todavía con las restricciones por la covid, coleando, se registraron 32.500 vuelos de jets.

Tráfico de 'jets' privados en Balears y por islas entre 2019 y 2022

Tráfico de 'jets' privados en Balears y por islas entre 2019 y 2022

Sin espacio para aparcar

Mallorca es la isla que más operaciones registró en 2022, 16.600 movimientos, un 37 % más que en 2019 y un 1,5 % superior a 2021. Parte de estos aviones llegan a Son Sant Joan a hacer tiempo ante la imposibilidad de encontrar aparcamiento en el aeropuerto eivissenc, señalan fuentes del sector, porque en temporada alta el glamur de llegar a bordo de un jet se dispara sobre todo en Ibiza: el año pasado Aena da cuenta de 15.300 vuelos privados, un 7 % más que en 2021 (14.300). En 2019 la isla rozó 11.300 operaciones.

Menorca también está siendo conquistada por la aviación ejecutiva, con un volumen menor, pero un crecimiento más disparado. El aeropuerto de Maó cerró 2022 casi con 2.000 vuelos privados, un 4 % más que el año anterior, pero en comparación con 2019 (1.150 movimientos) se incrementó la actividad un 42 %.

Tráfico de 'jets' privados en Balears y por islas entre 2019 y 2022

Tráfico de 'jets' privados en Balears y por islas entre 2019 y 2022

Presión política

El pasado 7 de marzo se registró en el Parlament una proposición no de ley para controlar este tráfico. Se insta al Gobierno de Pedro Sánchez a gravar la utilización de los jets privados. A Madrid se le pide defender en la Comisión Europea la modificación de la directiva sobre Fiscalidad de Energía para que se grave con una tasa al combustible el uso de jets privados en el ámbito profesional y con otra tasa cuando se trate de finalidad personal.

La cámara balear también defiende que se limite o prohíba el tráfico de aviones privados en los aeropuertos baleares. Y al Govern se le reclama que implante una tasa propia en el archipiélago sobre las emisiones de dióxido de carbono para compensar los daños medioambientales. Su uso sería finalista para consolidar la transición energética en las islas.

Desde el Ejecutivo central, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha constatado como «la presión en contra de los vuelos privados va al alza». En Diario de Ibiza, en febrero, se refirió a los debates abiertos. Por un lado, el de que «financien la innovación en una aviación más limpia», y, por otro lado, habla de «una restricción objetiva, cuantificada». El debate acaba de empezar. Y la temporada alta de jets también.

Aviación ejecutiva. En verano se desata la locura en los cielos de las islas.

Los aterrizajes y despegues de aviones privados a lo largo de todo el año muestran también el alargamiento de la temporada turística. Pero es a partir de Semana Santa cuando se empieza a disparar y en verano llega la locura. En julio del año pasado Aena registró en Ibiza casi 3.500 vuelos (una media de 116 jets por día). En Mallorca ese mes también fue el de más tráfico, con cerca de 2.400 operaciones (79 diarias). Y en Menorca aterrizaron y despegaron más de 400 aviones (14 por día).

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