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La nueva fiscal jefa de Ibiza apuesta por seguir avanzando en la especialización

Bárbara Moreno Orduña incide en su primer día como fiscal jefa del área de Ibiza en la necesidad de avanzar en los conocimientos judiciales en diferentes materias y destaca la acogida que ha recibido en la isla, donde ha desempeñado su carrera

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Nombramiento de Bárbara Moreno Orduño como Fiscal Jefe del área de Ibiza Vicent Marí

La nueva fiscal jefa del área de Ibiza, Bárbara Moreno Orduña, ha tomado este jueves posesión de su cargo en un acto solemne en los juzgados, evento presidido por el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, quien propuso el nombramiento de Moreno en febrero. Moreno cuenta con una veintena de años de carrera judicial en la isla a sus espaldas.

La fiscal Moreno ha entrado en la sala de vistas donde se ha celebrado el acto acompañada de su predecesora, María del Carmen Navarro Ros, que ha desempeñado el papel simbólico de su amadrinada. En su discurso, Moreno ha ensalzado la labor de Navarro, a quien ha presentado emocionada como su «ejemplo a seguir», cuyo «despacho siempre estaba abierto». También ha recibido Navarro, con semblante emocionado, los elogios del fiscal superior de la Fiscalía de Baleares, Bartolomé Barceló, quien ha apuntado que «en las distintas visitas de inspección se ha detectado un funcionamiento muy correcto» del departamento presidido hasta ahora por Navarro.

En su discurso, Moreno se ha mostrado decidida a trabajar en la especialización en materias como seguridad vial, violencia de género, protección a las personas más vulnerables y los trabajadores, protección del medioambiente (sobre la cual se ha centrado en la preservación de recursos y especies como la lagartija pitiusa y la posidonia oceánica), y la «nueva delincuencia». En este último punto, ha mencionado las estafas económicas y la ciberdelincuencia sexual, cuyos conceptos anglosajones obligan a actualizarse y que, ha recordado, afecta sobre todo a menores, un «tema especialmente preocupante».

Blanqueo, trata y drogas

También ha incidido en la lucha contra el blanqueo de capitales, la trata de personas y el tráfico de drogas, «delitos asociados desde hace mucho tiempo a la isla». Asimismo, ha conminado a prestar «especial atención» a la prostitución y a la migración irregular.

Ha dedicado el colofón de su discurso a los ibicencos. «Todo lo que me ha pasado en la isla son cosas buenas», ha dicho antes de dar las gracias a «la gente que vive aquí y a todos los que me habéis acogido». El acto también ha contado con la presencia de las otras nueve fiscales -todas son mujeres- que desempeñan su labor en Ibiza.

Por su parte, García, el fiscal general del Estado, ha indicado en su intervención las «dificultades del ejercicio público en la insularidad», y ha señalado la relevancia de que una persona con arraigo en la sociedad ibicenca ostente el puesto de fiscal jefa en este territorio. Es la primera vez en veinte años que el fiscal general acude a un acto en Ibiza, según ha señalado Barceló antes de darle paso, y Ortiz ha asegurado haber estado presente en la anterior ocasión, con el fiscal Cardenal.

En posteriores declaraciones a los medios, la nueva fiscal jefa, Moreno, ha descartado que en Ibiza falten fiscales: «siempre serían necesarios más medios personales, pero la verdad es que nos organizamos bastante bien». «No vamos como máquinas», ha apuntado. «Ahora mismo somos diez fiscales, porque tenemos una de refuerzo», ha explicado. Dos de las fiscales se dedican a la cuestión medioambiental, que también da trabajo a la Fiscalía últimamente, sobre «todo en la protección de los animales». Según la percepción de Moreno, ha adquirido más peso que los asuntos de urbanismo.

Por otro lado, Moreno ha indicado que percibe un aumento en los casos de violencia de género atendidos. Una tendencia en la que, ha reflexionado, podría influir la toma de conciencia de las propias víctimas sobre su situación, a causa de la «constante información» sobre este problema social. «Quizá mucha gente no era consciente de que estaba viviendo en una situación de violencia de género, y gracias al constante bombardeo son conscientes de que en su casa está pasando esto, ha valorado». En este sentido, ha expresado, «nos alegramos cuando vienen mujeres de una edad más adulta, pongamos 60 años, que quizá nunca se han atrevido a denunciar».

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