Las denuncias por violencia de género en Ibiza se disparan un 23%

El año 2022 se cerró con el récord de denuncias por violencia de género por malos tratos a mujeres por parte de sus parejas o exparejas (hombres) presentadas en los juzgados de Ibiza, según la estadística del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género: se alcanzaron las 946, un 22,7% más que en 2021 (cuando sumaron 771). Esta cifra es un 13% superior a las 836 denuncias de 2014, año que hasta ahora era el que tenía el número más alto de la serie histórica, que comienza en 2005 con la especialización de un juzgado del partido judicial de Ibiza en violencia sobre la mujer.

El incremento interanual que se produjo el año pasado es especialmente alarmante si se compara con el que se había registrado en 2021 con respecto a 2020, que fue de un 4,9%. Es decir, que la subida con respecto a 2021 ha multiplicado por cuatro la que se produjo entre 2020 y 2021. También es ilustrativa la comparación con la evolución en el conjunto de Balears: el porcentaje de aumento de denuncias en Ibiza duplica el que se ha producido en la comunidad autónoma, de un 10%. El incremento en el conjunto de España fue del 11,8%.

A lo largo de 2022 los juzgados de guardia y el de Violencia sobre la Mujer de Ibiza tramitaron una media de 79 denuncias por violencia de género al mes (en 2021 fueron 64). Un goteo incesante de 2,6 denuncias al día.

Tres menores tuteladas

Estas 946 denuncias presentadas en los juzgados ibicencos afectan a un total de 730 mujeres en Ibiza y Formentera, un 17% más que en el año anterior (cuando hubo 623 víctimas), una subida que se sitúa muy por encima del 7,6% registrado en Balears y del 10,7% del país. De ellas, 338 son españolas y 392, extranjeras. Tres son menores tuteladas, todas españolas. Es decir, que en 2022 hubo un centenar más de mujeres víctimas de violencia machista que en 2021 cuyos casos llegaron a los juzgados de Ibiza.

En las Pitiusas, hay 71.734 mujeres mayores de 12 años (según datos del Instituto Nacional de Estadística a enero de 2022), por lo que una de cada 98 fue víctima de violencia por parte de su pareja o expareja en casos judicializados el año pasado. Hay que recordar que los casos de violencia machista ejercida por hombres contra sus parejas o exparejas (mujeres) que llegan a los juzgados son una parte muy pequeña del total, porque la mayoría de las mujeres no denuncia por múltiples motivos: dependencia emocional y/o económica del agresor, miedo, desconfianza en los recursos de ayuda, parálisis, sensación de que no hay salida a su situación (o de que cualquier alternativa la empeorará) o sentimiento de culpa, entre otros trastornos y mecanismos psicológicos muy complejos provocados por la violencia, tanto física como psicológica.

Desde 2005 sólo un año se habían superado las 800 denuncias en los juzgados (2014), por lo que la cifra alcanzada el año pasado (946) representa un salto considerable que pone de manifiesto que no solo se ha recuperado la tendencia de aumento que se inició en 2016 y que tuvo un efímero paréntesis en 2020 -debido a la pandemia-, sino que se ha disparado el número de denuncias. El año 2020 se produjo una ligera disminución de denuncias, pero no como consecuencia de una reducción de casos de malos tratos, sino por la mayor dificultad para pedir ayuda y salir de la situación de violencia por parte de las mujeres, debido al confinamiento y la limitación de movimientos y de contactos sociales impuestos por la pandemia de covid.

La intervención policial, clave

Lo que no cambia es que, como cada año, la gran mayoría de las denuncias las provoca la intervención policial: en 2022, el 94% (892). De estas, la víctima denunció en 622 casos (65,8%) y la policía lo hizo de oficio 269 veces (28,4%). También es una constante que el número de denuncias presentadas por los familiares es testimonial: sólo dos denunciaron directamente en los juzgados, y un tercero lo hizo después de que actuara la policía.

De la misma forma, los datos ponen de manifiesto que el papel de los cuerpos y fuerzas de seguridad es el detonante para que la víctima dé el paso de denunciar a su agresor, puesto que tan solo 17 mujeres lo hicieron yendo directamente al juzgado, lo que representa un exiguo 1,8%. En el caso de otras 20 denuncias, el juzgado recibió el parte de lesiones directamente, y en 15 los responsables de comunicar al juzgado las agresiones fueron servicios asistenciales o terceros en general.

Cuatro víctimas se acogieron a la dispensa de la obligación de declarar como testigo contra el agresor (una española y tres extranjeras), una cifra inferior a las 11 de 2019 y las 12 de 2020.

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