Diario de Ibiza

Diario de Ibiza

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Sanidad en Ibiza: Ca na Majora será residencia de sanitarios hasta el otoño para facilitar la contratación

La gerencia de Can Misses asegura que no renuncia al uso original de este recurso: ingresos de media estancia y pacientes de paliativos

Interior de Ca na Majora, durante la pandemia, cuando abrió de forma intermitente para acoger enfermos de covid. Vicent Marí

Ca na Majora funcionará durante este verano como residencia para profesionales sanitarios, según explicó ayer la gerencia del Área de Salud de Ibiza y Formentera. Estos últimos días varios sindicatos y la oposición han exigido la puesta en marcha de Ca na Majora, un recurso concebido para ingresos largos y pacientes de paliativos, para tratar de paliar la falta de camas. La gerencia, sin embargo, tras estudiar la situación, ha optado por utilizar el espacio como residencia para profesionales al menos hasta el próximo otoño.

Aseguran que no renuncian al uso asistencial de Ca na Majora, que comenzará a funcionar en otoño, pero consideran que ofrecer alojamiento provisional a los profesionales que se están contratando para los refuerzos estivales es básico para que éstos se decidan por el Área de Salud de Ibiza y Formentera y no por otro recurso sanitario de otra zona turística, dado que todas necesitan aumentar la plantilla durante la temporada. «Entendemos que la situación de la vivienda en la isla puede ser un hándicap para estas contrataciones y ofrecer esta opción es importante», indican desde la gerencia.

En estos momentos, indica la dirección de Can Misses, la residencia para profesionales, ubicada en la antigua planta de Pediatría del viejo Can Misses, se encuentra llena. Cuenta con doce habitaciones (cuatro más de las que estaban previstas inicialmente) de las que cinco están siempre reservadas: dos para las guardias de los residentes, una para el hemodinamista, otra para el 061 y una para los oncólogos desplazados desde Mallorca y, los días que no la ocupen ellos, familiares de pacientes de Formentera. Seis de las siete restantes están ahora mismo ocupadas por sanitarios mientras que una la ha reservado ya un médico que se incorporará a la plantilla de Can Misses la semana que viene y que se alojará en la residencia hasta que encuentre un lugar definitivo en el que vivir.

Dos de las habitaciones las ocupan enfermeras que tienen previsto quedarse en la residencia hasta principios de junio, en otra pernocta hasta el 1 de mayo un técnico en cuidados de enfermería, un técnico de laboratorio se aloja también ahí hasta el 30 de abril y otras dos las ocupan médicos: uno de Atención Primaria que se marchará, como muy tarde, el 6 de julio y la cardióloga recién contratada, que acaba de llegar a la isla y está buscando vivienda. Hasta hace unos días también vivían en la residencia del viejo hospital una reumatóloga y un bioquímico clínico que encontraron un alquiler en apenas unos días, detalla la gerencia.

Dos perfiles de usuarios

La residencia tiene dos funciones, servir de alojamiento provisional a los sanitarios recién llegados mientras encuentran una vivienda, pero también acoger a los profesionales que se desplazan a Ibiza con contratos cortos como refuerzos de verano.

Desde que se puso en marcha en mayo de 2017, por la residencia para sanitarios del Hospital Can Misses, que estuvo cerrada unos meses por las obras de reforma del viejo edificio, han pasado unos 300 profesionales. «Es decir, que contar con este recurso ha permitido formalizar 300 contratos», insisten desde la gerencia del Área de Salud de Ibiza y Formentera. Contar con Ca na Majora como residencia para profesionales supondrá aumentar de 12 a 41 las habitaciones disponibles, ya que la unidad de media estancia cuenta con 14 habitaciones en la planta baja y otras 15 en el primer piso.

Como ya se hizo el pasado verano, las primeras habitaciones que se ocuparán son las de la planta baja y, en el caso de que fuera necesario, se habilitarían también las del primer piso. El verano pasado, recuerdan, estas 41 habitaciones estuvieron completas. «Este año vamos por el mismo camino», reflexionan desde la dirección de Can Misses, que ya ha dado la orden de que se habiliten habitaciones para profesionales en Ca na Majora la próxima semana. Los profesionales, recuerdan desde Can Misses, no pagan nada por alojarse en este espacio, en el que disponen de una habitación con baño, internet, limpieza y lavandería para la ropa de cama y zonas comunes con tostadora, nevera y microondas para que puedan calentar comida.

Can Misses insiste en que no se renuncia al uso asistencial de Ca na Majora, recurso que está previsto que comience a funcionar prestando el servicio para el que se diseñó a partir de este otoño. Esto, indican, no tendrá marcha atrás. Es decir, que una vez iniciado ese camino no se alternará el uso asistencial con el residencial para profesionales. No se ha planteado en ningún momento que funcione como un recurso temporal: residencia en verano y media estancia de pacientes ingresados en invierno.

Compartir el artículo

stats