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Sanidad en Ibiza: «Estoy ingresado en un pasillo de Urgencias de Can Misses, donde no tengo ninguna intimidad»

Can Misses ha llegado a plantearse reducir la actividad quirúrgica para conseguir más camas

Entrada principal del servicio de Urgencias del Hospital Can Misses. Vicent Marí

«Hoy lunes, día 13 de marzo a las 15.30 horas me han puesto en el pasillo donde ingresan las ambulancias y zona covid y donde no tengo ninguna intimidad», escribe, en una reclamación, un paciente que lleva desde el sábado esperando una cama en el servicio de Urgencias del Hospital Can Misses. «Han ingresado a mi padre en un pasillo porque no hay camas», afirma la hija de este mismo paciente. La mujer explica que llegaron el sábado a mediodía al hospital ibicenco, después de que su padre, que supera los 80 años, sufriera un desvanecimiento y una arritmia. Desde entonces, explica, no ha salido del servicio de Urgencias. «Lo valoró un internista y nos dijo que el lunes [ayer] lo vería un cardiólogo, pero aún no le ha visto nadie», clama cuando son cerca de las cinco de la tarde.

Ellos han presentado una reclamación. Lo mismo que las familias de otros pacientes que se encuentran en la misma situación. O parecida. Aseguran que lo hacen animados por los propios profesionales del servicio de Urgencias. «Ellos hacen lo que pueden», indican las familias, que aseguran que mientras están hablando hay varios pacientes ingresados en camillas en un pasillo de Urgencias.

«Mi padre está en el pasillo», insiste una de las afectadas, que destaca, además, que como no hay un enchufe, la camilla no está conectada a la electricidad y no se puede manipular para que el enfermo se coloque de la forma más cómoda posible para él. «Ahora mismo, está como un libro. No se puede bajar la cama ni se puede tumbar», continúa. De la misma manera, lamentan que no se puede regular la luz que entra ni descansar bien, debido a la actividad que hay en la zona. Una situación que relata el propio paciente en su escrito, en el que detalla que a las horas de llegar lo colocaron en una de las salas «con sillones» de donde le pasaron a una de las salas con camas, la número 4, después de que le viera un internista y le dijera que debía quedarse ingresado. Ahí permaneció hasta ayer a las tres de la tarde, cuando, junto a otros pacientes que llevaban también todo el fin de semana en el servicio, le colocaron en el pasillo.

Las familias denuncian, además, los problemas que supone que los pacientes no estén en planta, ya que muchas veces no les permiten acompañarlos.

«Estoy en Urgencias desde el día 10 de marzo a las 18.30 horas por un problema de trombo. He pasado la noche en un sillón», comienza otra de las reclamaciones presentadas ayer en el servicio. Este paciente relata que de ahí le pasaron a un box y luego a una sala de consulta. «Estoy ahora en un pasillo por donde entran las ambulancias pendiente de una habitación en planta», continúa la reclamación de este paciente.

Aumento de la presión

La gerencia de Can Misses señaló que la situación de ayer es «la habitual en estas fechas» debido a un aumento de la presión de hospitalización causada, principalmente, por personas mayores o con pluripatologías que se descompensan con gripes o afecciones respiratorias. Señalan que el patrón se ha repetido en las últimas semanas, aunque algo más agravada ayer: «A principios de semana es cuando hay más presión y luego va descendiendo durante la semana. Hoy [por ayer] hay más presión que semanas atrás».

Ayer a primera hora de la mañana había en el servicio de Urgencias del Hospital Can Misses un total de 19 personas a la espera de una cama en planta. A última hora de la mañana, tras las altas dadas a pacientes ingresados, indican, en esta situación se encontraban cuatro pacientes. Precisamente a estos enfermos, explican, se les ubicó en una camilla en el pasillo a la espera de subir a planta en cuanto se pudiera. «Son los pacientes que más tiempo llevaban esperando una cama», afirman. De hecho, insisten en que había camas libres (un total de cinco) en Urgencias, en las salas de observación números 2 y 3, donde hubieran permanecido ingresados si no hubiera estado garantizado que pasarían a planta a lo largo de la tarde.

Durante la mañana, hasta tener la certeza de que se quedarían camas libres, la gerencia se planteó algunas «alternativas» con el objetivo de garantizar, no sólo ayer, sino durante esta etapa de incremento de la demanda de hospitalización. Entre ellas, detallaron, reducir la actividad quirúrgica.

Desde la gerencia hacen hincapié en que para atender al aumento de demanda de hospitalización en estas fechas se ha desplegado el plan de contingencia, que supone un incremento de 32 camas más de las que dispone habitualmente el hospital: siete en la planta F de Medicina Interna, otras siete en Especialidades Médicas, cuatro en Traumatología y las mismas extras en Cirugía, otras dos en la planta G de Medicina Interna y ocho en la Unidad de Hospitalización a Domicilio. De la misma manera, señalan que se ha reforzado el personal de enfermería, tanto enfermeras como técnicos en cuidados de enfermería.

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