Denunciada una guardería canina ilegal de Ibiza donde murió un chihuahua

Unas esperadas vacaciones en Colombia se interrumpieron abruptamente para convertirse en un mal sueño que aún perdura. Ariz Polanco y su marido siguen devastados por la pérdida de Rocky, el chihuahua de casi cuatro años que dejaron en una guardería canina antes de partir y que, tras su denuncia, se ha constatado que funcionaba de manera ilegal.

Esta residencia, situada a la entrada de Sant Carles, poco antes del cruce al campo de fútbol, operaba con el nombre Dulce Can Cuidado de Perros y se anunciaba para razas pequeñas. Pero en las fotos enviadas por la propia responsable a los dueños de Rocky en sus vacaciones se aprecia que, al menos, había un dálmata que no se ajusta a estos tamaños.

La necropsia encargada por los dueños del chihuahua, de apenas 2,5 kilos, detectó pequeños hematomas por todo el cuerpo, sobre todo en la zona del cuello, desgarros en los músculos entre las costillas del lado izquierdo y una herida perforante en este mismo costado, entre otras heridas.

El informe veterinario apunta a que el chihuahua murió después de que un perro de mayor tamaño lo agarrara con la boca y lo agitara hasta desnucarlo

La radiografía muestra fractura de la cervical c1, con lo que determina que la causa más probable de la muerte fue un traumatismo del bulbo raquídeo, que une el cerebro con la médula espinal. Es decir, este informe veterinario apunta a que el chihuahua murió después de que un perro de mayor tamaño lo agarrara con la boca y lo agitara hasta desnucarlo.

Polanco y su marido aportan la necropsia, las denuncias interpuestas ante el Ayuntamiento de Santa Eulària y la Guardia Civil, que también fue trasladada al Seprona, y todas las conversaciones de Whatsapp mantenidas con la dueña de la guardería canina ilegal y con el marido de esta, que es veterinario. De hecho, recuerdan que el teléfono para solicitar los servicios de Dulce Can Cuidado de Perros se lo facilitaron en la clínica veterinaria donde trabaja el esposo de la denunciada.

La primera necropsia

«¿Cómo íbamos a sospechar que era una guardería ilegal si su marido es veterinario? Lo que más nos duele es que nos mintieran y que después nos trataran de engañar con la muerte de Rocky», subrayan. De hecho, recuerdan que habían dejado su mascota en cinco ocasiones anteriores en esa guardería, aunque nunca para un periodo tan largo.

La residencia, que cobraba 15 euros diarios por perro, cerró todas sus páginas en las redes sociales tras la denuncia

En esta ocasión, llevaron a Rocky el 5 de febrero con la intención de recogerlo el 3 de marzo. Tal y como consta en los audios de Whatsapp intercambiados con la propietaria de la residencia, la tarifa era de 15 euros al día, aunque quedaba rebajada a 12 euros diarios por tratarse de una estancia larga.

Lamentablemente, la pareja solo llevaba doce días de vacaciones cuando les llamó la propietaria para informarles de que se habían encontrado a Rocky muerto. Una hora antes, ella misma había enviado fotos del chihuahua jugando con los otros perros y un mensaje indicando que estaba muy bien.

Exigieron explicaciones y el marido de la denunciada se comprometió a realizar una necropsia al animal esa misma noche (ya era tarde en España). En este primer informe, se obviaba que el perro estaba en la guardería canina y se limita a señalar que estaba «en una sala» . Además, indicaba que no se había encontrado ninguna fractura en los rayos x y que no se podía determinar la causa de la muerte y enviaba una foto del cadáver recostado en el que solo se apreciaba el lado derecho, mientras que las heridas que detectó al segunda autopsia estaban en el izquierdo.

«Se estaban encubriendo mutuamente [la dueña de la guardería y su marido veterinario]», se indignan los dueños de Rocky, que empezaron a sospechar de las versiones que les iban dando. No pudieron llegar a Ibiza desde Colombia hasta tres días después. Reclamaron el cuerpo de Rocky y lo llevaron a otra clínica veterinaria para que le realizaran una segunda necropsia, con los resultados completamente opuestos.

Tras la denuncia, la residencia ha cerrado todas sus páginas en las redes sociales. Los dueños de Rocky, a la espera de la investigación, también han puesto el caso en manos de un bufete de abogados.

Por otra parte, el Ayuntamiento de Santa Eulària confirmó ayer que esta guardería carece de la licencia municipal de actividad, mientras que el Consell constató que no está dada de alta en el preceptivo registro de núcleos zoológicos.

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