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Los taxistas de Ibiza se oponen a que el Consell controle su jornada a través de la huella digital

El presidente de la Federación Insular del Taxi también advierte de que el Estado impide el uso del taxímetro para controlar la velocidad máxima, pero afirma que este no es su caballo de batalla

Acumulación de taxis en la parada del aeropuerto de Eivissa, en una imagen de archivo. | J. A. RIERA

Los taxistas de Ibiza se oponen a la intención del Consell de Ibiza, incluida en el borrador de la propuesta de reglamento insular, de supervisar los horarios de la jornada laboral y los descansos de los conductores a través de un sistema de control biométrico, como puede ser la huella digital. Se trata de la misma medida que el Ayuntamiento de Ibiza piensa implantar en la revisión de la ordenanza municipal que regula el taxi y que, según el segundo teniente de alcalde, Aitor Morrás, se aprobará inicialmente «antes de que finalice este mandato».

El presidente de la Federación Insular del Taxi de la Isla de Ibiza (Fitie) y máximo responsable de la Asociación de Taxistas de Sant Josep, Antoni Riera, se muestra categórico al ser preguntado sobre la instalación de sistemas de control biométrico en los vehículos: «Si no nos gusta que se haga en Vila, tampoco en el resto de municipios».

Riera justifica que «cada taxista tiene su manera de trabajar y sus acuerdos con los conductores» y que el control de la jornada laboral es una cuestión que compete a la conselleria balear de Trabajo, pero no al Consell ni a los ayuntamientos. «No queremos que se nos pare un día el taxi [en verano] como en Vila y, con el control biométrico, nos digan cómo tenemos que trabajar. No tenemos nada que esconder, pero sentimos que nos controlan por todos lados. Somos autónomos y tenemos un negocio que hay que hacer funcionar», destaca el presidente de la Fitie.

En todo caso, Riera indica que aún no se ha leído el borrador del reglamento del Consell y que prefiere no hacer todavía declaraciones sobre su contenido. De todos modos, sí se manifiesta sobre otro punto que tampoco gusta al sector: la división de la isla en «zonas de servicios» sin considerar los límites municipales con turnos de guardia para garantizar su atención. «Cada municipio se encarga de lo suyo, y ya hay guardias. Eso ya lo tenemos. Quieren introducir cambios para que parezca que trabajan, pero es lo mismo que ya se hace a nivel municipal», señala.

En cuanto al uso del taxímetro para limitar la velocidad a un máximo de 110 km/h, el presidente de la Fitie y de la asociación de taxistas de Sant Josep advierte de que el Consell «se está saltando lo que ha dicho el Ministerio [de Política Territorial]», mientras, por otra parte, «quiere ser muy estricto y legalista poniendo un control para que los taxistas no conduzcan ni una hora más».

«No es el caballo de batalla»

Dicho esto, Riera aclara que, con la limitación de la velocidad, la institución insular «se quiere apuntar un tanto» cuando para el sector «no es algo importante». «No nos parece bien que usen el taxímetro para esto, pero no vamos montar una cruzada con algo a lo que no le damos importancia. No es nuestro caballo de batalla», recalca, al tiempo que indica que el Consell ya no va hacer nada con este borrador en lo que queda de mandato. «Ya veremos en qué queda. No quiero darle más importancia de la que tiene», añade.

Por su parte, Antoni Roig, delegado de la Fitie en representación de la Asociación de Taxistas de Santa Eulària, que sí ha leído íntegramente el borrador de reglamento del Consell, compara esta propuesta con «un pastel» que incluye muchas cosas que, según su criterio, «no son necesarias», como el control biométrico o los turnos de guardia en zonas concretas de la isla al margen de los límites municipales. Sobre este último punto, Roig apunta que lo que se plantea como «una medida para mejorar las cosas, puede empeorarlas porque se deja de dar servicio donde es necesario».

También critica que el Consell «siga insistiendo con la limitación de velocidad a 110 km/h con el taxímetro cuando hay una orden del Estado que lo impide». «Inicialmente hay muchos aspectos que no acaban de gustar. Se ha de evaluar y consensuar, pero inicialmente no convence», recalca el representante de los taxistas de Santa Eulària en la Fitie sobre el contenido general del borrador.

Morrás apuesta por una área de prestación insular

El segundo teniente de alcalde de Vila, Aitor Morrás, celebra que el Consell también considere el control de la jornada de los taxistas a través de un sistema, como la huella digital, que identifique a los conductores. «Me parece positivo, es la línea que hemos mantenido en esta legislatura», señala. La revisión de la ordenanza del taxi de Vila prevé esta medida, aunque, finalmente, se ha optado por eliminar las limitaciones horarias y horas de descanso para evitar que los taxistas puedan recurrir la ordenanza por invadir competencias ajenas.

Morrás va más allá de la propuesta del Consell de reglamento insular del taxi e insiste en que se regule una área de prestación conjunta insular «sin divisiones municipales», a diferencia de lo que se hace ahora. Sí entiende que se deben establecer zonas de servicio, sobre todo las más remotas, con turnos de guardia para garantizar el servicio. «Cada municipio debe dejar de mirarse el ombligo para buscar un servicio eficiente a nivel insular. Ahora no lo es por el lío que hay entre los ayuntamientos», lamenta.

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