Consumo recibió 920 reclamaciones en Ibiza y Formentera en el año 2022

Las principales quejas de los consumidores son provocadas por el incumplimiento de las garantías de compra o por los servicios de transporte

En las Pitiüses se han recibido 217 quejas por los servicios de transporte.

En las Pitiüses se han recibido 217 quejas por los servicios de transporte. / Toni Escobar

David Ventura

David Ventura

La Oficina de Consumo del Govern en las Pitiusas recibió en el año 2022 un total de 920 reclamaciones, de las cuales 871 correspondieron a Ibiza y 49 a Formentera. Por sectores, los que recibieron más quejas fueron las de la adquisición de bienes de consumo (223), los servicios de transporte (217), y la adquisición de servicios de telefonía móvil e internet (144). Por islas, en Ibiza las principal queja fue por la compra bienes de consumo y en Formentera fueron los transportes.

Otras reclamaciones han sido por los servicios de ocio y restauración (83), el suministro de bienes básicos como agua y electricidad (76), la reparación de vehículos o electrodomésticos (40), por servicios financieros (35) o quejas en la compraventa de un inmueble (5), según datos publicados en memoria anual de la dirección general de Consumo.

En el conjunto de Balears se recibieron 7.424 reclamaciones y denuncias. Muchas de ellas no finalizaron en sanción ya que las empresas enmiendan su error o el caso termina en la Junta Arbitral de Consumo de Balears donde, casi siempre, se da la razón al consumidor . Los laudos de la Junta son de obligado cumplimiento.

«En las reclamaciones ciudadanas lo que hacemos es negociar con las empresas. Si el tema lo lleva la Junta Arbitral, como es el caso de las quejas por el servicio de telefonía móvil, en la Junta se resuelven todas», explica Fèlix Alonso, director general de Consumo del Govern. Las reclamaciones suelen tener un final satisfactorio para el cliente pero, según Alonso, está dinámica acaba teniendo un efecto indeseado: «Al final nos hemos convertido en un servicio de atención al cliente paralelo de las empresas, y esto no puede ser». Las empresas se ahorran así un servicio que deberían ofrecer de motu propio y, además, colapsan la administración, por la que Alonso aconseja lo siguiente: «Que presenten primero la denuncia y después reclamen a Consumo, porque si el tema va a la Junta Arbitral y se resuelve, nosotros ya no podemos denunciar».

Todo este trabajo de la dirección general de Consumo se ha traducido en sanciones por un valor de 1,3 millones de euros en el año 2022. La mayor parte del importe corresponde a acciones derivadas de quejas ciudadanas -847.600 €- y el resto procede de campañas de inspección -493.291 €- y la apertura de 186 expedientes sancionadores. Estos datos de las sanciones pertenecen al conjunto de Balears y no están segregados por islas.

Quejas y malas prácticas

Según informa Consumo en su memoria anual, el 45% de las quejas están relacionadas con incumplimientos de los contratos de una compra, por ejemplo la no devolución del dinero en el caso en el caso de la compra a distancia y el incumplimiento de la garantía en la compra de electrodomésticos o teléfonos móviles.

También acumula un gran número de quejas el transporte aéreo -123 en las Pitiusas-: «Hemos trasladado la información al ministerio de Consumo para que abra expediente sancionador a las compañías de bajo coste que impiden que la gente suba con su equipaje de mano a la cabina», explica Alonso, que también alerta de las malas prácticas de las compañías comercializadoras de electricidad: «Llaman por teléfono y ofrecen una rebaja n la factura de la luz. Te aseguran que seguirás en la misma empresa, pero no te aclaran si se trata de la misma comercializadora o de la distribuidora. Es, a todas luces, una publicidad engañosa».

Las Pitiusas cuentan con un solo inspector, la mitad que Menorca

La Oficina de Consumo de Ibiza y Formentera cuenta con solo un inspector, lo que limita enormemente su capacidad inspectora. Esta oficina es la más infradotada de personal de todas las islas. Así, en la oficina de Menorca, que es solo una isla y con menor población, cuenta con el doble de inspectores -dos- mientras que en Mallorca hay siete.

«Nosotros tenemos asignadas dos plazas de inspector en las Pitiusas, pero la segunda plaza llevamos años sin cubrirla porque nadie quiere venir a Ibiza», admite Félix Alonso, director general de Consumo del Govern, quien relata una historia de sobras conocida y que se repite en todos los sectores profesionales, que señala que el alto coste de la vida y el precio de la vivienda complica que se pueda cubrir esta plaza: «Creo que debería tener un complemento económico para que fuera más atractiva».

Por tanto, muchas campañas se realizan solo en Mallorca, como puede ser la de control de la calidad del aceite de oliva virgen -uno de los fraudes más habituales en el sector alimentario- o la que se efectuó a principios de años para comprobar si efectivamente las grandes superficies habían aplicado el descuento del IVA en los productos de primera necesidad: «Son campañas que hacemos en grandes superficies que están implementadas en todas las islas. Las inspecciones se hacen en Mallorca pero sus resultados son extrapolables», explica el director general de Consumo.

Una campaña que sí se ha hecho específica en Ibiza ha sido la de control de las malas prácticas en las inmobiliarias. En este caso, se realizaron 56 inspecciones en el conjunto de Balears, 21 de las cuales se efectuaron en las Pitiusas. En total, el 90% de las inmobiliarias suspendieron. Se detectaron 52 irregularidades y todas las inmobiliarias pitiusas enmendaron su error con posterioridad. Actualmente hay ocho expedientes abiertos, todos ellos correspondientes a inmobiliarias mallorquinas.

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