3.367 parados en Ibiza y Formentera, la menor cantidad de la historia en febrero

Ibiza y Formentera acabaron el mes de febrero con 3.367 personas sin trabajo apuntadas en el SOIB, según los datos que acaban de ser publicados por el Govern balear. Se trata de la menor cantidad de la historia de estas islas, una cifra ínfima si la comparamos incluso con los mejores datos habidos hasta ahora. Por ejemplo, es un 46% inferior a la de 2022 (6.219) y un 46,7% menor que la de 2007, los récords hasta ahora.

Por islas, Ibiza registró 3.242 desempleados, un 46% menos que un año antes, mientras que Formentera sólo tuvo 125, un 43,2% menos en términos interanuales. En Menorca se produjo una caída similar (-45,5%), mientras que en Mallorca fue del 29,8%.

Además, se tramitaron 3.525 contratos en las Pitiusas, unos 300 menos que hace un año, de los cuales 3.354 se registraron en Ibiza (-8,6% interanual, además de caer respecto a enero casi un 4%) y 171 en Formentera (+5,6%). En Mallorca hubo un 16,5% menos de contratos, y en Menorca, un -19,7%.

El 84% de los 3.525 contratos firmados en las Pitiusas son indefinidos, mientras que sólo 542 (15,3%) son temporales. Hace un año (cuando empezó a girarse la tortilla laboral) era al revés: 1.432 fijos (37,4%) fijos y el resto, 2.389 (62,3%) temporales. El panorama ha cambiado radicalmente tras la reforma laboral.

El 26,4% de los desempleados pitiusos (891 en total) son de larga duración, es decir, llevan más de un año sin encontrar empleo

De esos 2.966 contratos fijos, 1.648 lo fueron indefinidos a tiempo completo, más del doble que hace un año (705), 257 indefinidos a tiempo parcial (141 en 2022) y 1.061 fijos discontinuos, el doble. Nunca hubo tantos en cada una de estas tres modalidades en el mes de febrero. Y de los 542 temporales, 165 fueron por trabajos por menos de un mes, la menor cantidad desde 2006.

El 26,4% de los desempleados pitiusos (891 en total) son de larga duración, es decir, llevan más de un año sin encontrar empleo. Están cerca de los 851 que había antes de empezar la pandemia de covid, en febrero de 2020, si bien entonces sólo suponían el 11,4% de los 7.443 parados que había. La mayoría, 505 (el 56,7%) llevan más de dos años sin firmar un contrato, mientras que 283 acumulan de 12 meses a año y medio sin empleo, y 103 suman entre 18 y 24 meses sin nómina.

Llama la atención la coincidencia, sea o no casual, entre el número de parados de larga duración (891) y el de personas mayores de 55 años sin empleo (892).

Llama la atención la coincidencia, sea o no casual, entre el número de parados de larga duración (891) y el de personas mayores de 55 años sin empleo (892)

Efectos de la reforma laboral

El conseller de Trabajo, Iago Negueruela, señaló ayer que las islas continúan teniendo datos «importantes» de crecimiento económico, con máximos históricos de empleo y mínimos de paro. Estas cifras, remarcó, dejan entrever «hacia dónde irá la temporada turística». Defendió que, en Balears, los efectos de la reforma laboral «son muy claros», ya que «muchos contratos temporales de temporada se han transformado en fijos discontinuos, dando más garantías a los trabajadores». También celebró acumular «16 meses consecutivos con máximos históricos de empleo» y subrayó que uno de cada ocho empleos generados en España corresponde a Balears. Al mismo tiempo, presenta el registro más bajo de paro para un mes de febrero de toda su serie histórica, que abarca hasta el año 1996. Con estas cifras, la tasa de paro administrativo se sitúa en el 7%, mientras que la de España es de un 12,6 por ciento.

La presidenta de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB), Carmen Planas, cree que con estos datos las islas «se sitúan a las puertas de la temporada turística con las empresas apostando fuerte por la contratación indefinida, a pesar de mantenerse una alta inflación». Planas valora el «enorme esfuerzo» que están llevando a cabo los empresarios al apostar por «empleo duradero, de calidad y por retener el talento» a las puertas de una temporada turística que sigue marcada por la inflación, «que no da tregua ni a los hogares ni a las empresas».

Para CCOO, aunque los datos sean «positivos y la perspectiva de la nueva temporada sea mejor que la anterior, vivimos un momento de fuerte precariedad social motivada por la carestía de la cesta de la compra y los precios tan elevados de la vivienda».

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