El Ayuntamiento de Sant Josep anunció ayer el inicio del proyecto para renovar la red municipal de distribución de agua desde el depósito de es Puig d’en Cardona, situado a la altura de sa Casilla, hasta sa Caleta, en concreto hasta las inmediaciones del aeropuerto. Esta obra, «completa la modernización del sistema [de canalizaciones] iniciada estos años», apuntan desde el Consistorio, que recuerda en una nota que desde 2015, «la inversión en materia de distribución de agua en el municipio supera los 15 millones de euros».

Este último ramal que queda por mejorar, recuerda el Consistorio, es además el «menos eficiente» de la red de Sant Josep, «con pérdidas [de agua por deficiencias en las tuberías] que llegan a la mitad del caudal que transporta».

Así, el proyecto persigue «reducir por debajo del 20% estas pérdidas, lo que permitirá incrementar la eficacia de toda la red municipal por encima del 80%», añade en el mismo comunicado el alcalde, Ángel Luis Guerrero, «que también gestiona el área de recursos hídricos y saneamiento y ha pilotado todo el proceso de renovación» de red.

«Cerca de un hito»

«Estamos muy cerca de un hito que nos parecía imposible de alcanzar hace siete años, cuando comenzamos a trabajar para llevar agua buena a todas las casas de Sant Josep y renovar una red deficitaria y obsoleta».

En el proyecto se sustituye la canalización principal desde es Puig Cardona y el aeropuerto, de cerca de cuatro kilómetros de longitud, y la nueva «transitará sólo por la zona de dominio público de la red viaria hasta este último punto, desde donde arranca la red secundaria que distribuye el agua a los 2.500 abonados de la zona». En este caso, apunta Sant Josep, son «15 kilómetros de canalizaciones que se renovarán».

Seis meses de obras

La duración prevista de las obras, que cuestan 1,7 millones, es de seis meses. Para cumplir el plazo, desde el Consistorio explica que la empresa «pondrá a dos equipos sobre el terreno, cada uno con su propia maquinaria para abrir zanjas».

El equipo de gobierno recalca que Sant Josep se abastece «íntegramente con agua desalada», y que «por su precio de producción, es especialmente importante que consigamos que no se pierda ni una gota desde que entra en el sistema hasta que llega a las casas para su consumo», advierten en el comunicado.