El Govern balear no cierra la puerta a la limitación de la compra de viviendas por parte de no residentes pese al varapalo del Gobierno central en la que recordaba que la Unión Europea "ampara el derecho de los ciudadanos europeos a adquirir segundas residencias en otro Estado de la Unión". La consellera de Presidencia, Mercedes Garrido, afirma que "no entendemos que sea una negativa" y apuesta por seguir negociando tanto con Europa y España: "El Gobierno se limita a decir cuál es la legislación europea y española".

En este sentido asegura que el Ejecutivo autonómico no ha creado grandes expectativas con este tema porque "siempre hemos dicho que la limitación podría ser una de las soluciones al problema de la vivienda, pero no podemos apostar todo a una carta porque sería engañar a la gente".

Garrido enfatiza en la importancia del grupo de trabajo creado por el Govern para elaborar estudios técnicos con el objetivo de saber qué debería cambiar para poder limitar o regular la compraventa de viviendas a no residentes: "Hay que tener los informes previamente para poder hacer una buena negociacion con el Estado y la UE. Somos unas islas con un territorio muy limitado y con muchísima presión demográfica, hay que trasladar esta especificidad a Europa".