Fiestas de Ibiza: Santa Eulària, con Turquía y Siria en el pensamiento

Durante la misa en conmemoración del día de la patrona, el obispo de Ibiza, Vicent Ribas, recuerda a las víctimas de los terremotos del pasado lunes y habla también del «cambio climático»

Fiestas de Santa Eulària

Maite Alvite

Maite Alvite

Maite Alvite

Bajo el porche de la iglesia de Santa Eulària aguardan ocho imágenes, que en un par de horas saldrán en procesión. Los obreros de la parroquia, previsores, las han colocado allí para ahorrarse las dificultades que supone sacarlas del edificio religioso tras las misa, cuando ya la multitud se agolpa a las puertas de este templo fortaleza. En el porxo esperan también dos ‘manolas’, Mari Carmen Galdón y Pepa Martínez, que se encargarán, junto a otras dos compañeras, de llevar a la Virgen del Rosario.

En el interior de la iglesia, que todavía está medio vacía, se escuchan los ensayos del coro parroquial de Santa Eulària, que, como todos los años en el día de la patrona del pueblo, acompaña la ceremonia religiosa, que presidirá el obispo de Ibiza, Vicent Ribas.

Apenas cabe un alfiler en el recinto elevado situado sobre la entrada del templo, en el que están los 45 miembros de la formación coral y un conjunto instrumental compuesto por órgano, flauta, violín y dos chelos. El director del coro, Jordi Martí, está exultante, es la primera vez después de la pandemia que pueden juntarse para homenajear a la patrona todos sus integrantes acompañados, además, por músicos. Entre ellos, están la violinista Laura Boned y el flautista Pablo A. Hidalgo, que a pesar de estar estudiando en Francia, no ha querido perderse la fiesta grande de su pueblo. No podía fallar tampoco Pedro Guasch, el organista de la formación. Va ataviado con el traje de pagès porque también es miembro de Es Broll y al terminar la ceremonia religiosa se unirá a la colla de Santa Eulària, que ofrecerá al público una exhibición de baile tradicional.

El templo empieza a llenarse. Las balladores de Es Broll ocupan los primeros asientos, en el lado derecho. Hacia allí se dirige con paso resuelto Neus Rosselló, vestida de pagesa. «Me encanta ponerme el traje y bailar en este día», comenta con rostro sonriente. A su lado, Isabel Noguera, con mucho cuidado y paciencia, va colocando alfileres en la cinta negra de la mantellina de su hija, Carolina Ferrer, para que se sujete bien a su cabeza este complemento indispensable de las integrantes de Es Broll en la celebración del día grande de Santa Eulària.

En el exterior de la iglesia, la alcaldesa de Santa Eulària, Carmen Ferrer, recibe a las diferentes autoridades civiles y militares. El conseller balear de Movilidad y Vivienda, Josep Marí Ribas Agustinet y el alcalde de Sant Josep, Ángel Luis Guerrero, conversan animadamente mientras el presidente del Consell de Ibiza, Vicent Marí, está atento a la música de los sonadors de Es Broll, que tocan en el porxo de la parroquia.

Aforo completo

A unos metros de allí, sentados, contemplan la escena con ojos embelesados Carme Rosselló y Hug Gabarró. Los dos son de Mallorca, él está de visita y ella lleva residiendo en Ibiza, en el municipio de Santa Eulària, solo tres semanas. Es la primera vez que presencian esta fiesta y Rosselló no puede disimular su curiosidad. Acaba de descubrir que «el folclore ibicenco es muy atractivo» a la vista y al oído y que «no tiene mucho que ver con el mallorquín».

A las once, puntual, da comienzo la ceremonia religiosa. En la iglesia el aforo está completo y el obispo de Ibiza no esconde la alegría que le produce este hecho, que achaca, sobre todo, a que el día de la patrona esta vez ha caído en domingo. «Yo soy partidario de que las fiestas siempre se celebren en domingo para podernos juntar todos», lanza como sugerencia minutos después de comenzar su homilía, que se centra luego en recordar la vida de Santa Eulària. Explica que fue una joven que se convirtió en mártir «tras plantarse delante del gobernador romano de Barcelona y decirle las cosas que no se hacían bien». A continuación, Vicent Ribas dedica unas palabras a recordar la tragedia que asola el sudeste de Turquía y el noroeste de Siria, donde los terremotos del pasado lunes han dejado miles de muertos. El obispo de Ibiza liga estos trágicos sucesos con «el cambio climático» e invita a reflexionar sobre la importancia que tiene que los humanos «respetemos la naturaleza y dejemos de abusar de ella». Antes de terminar recuerda que hoy (por ayer) arranca la campaña contra el hambre de Manos Unidas. A ella se refiere también el párroco de Santa Eulària, Marcelo Gabriel Jofré, que antes de que finalice la misa da paso a Dmytro Kyiashko. El sacerdote de la Iglesia ucraniana grecocatólica en la isla anuncia a los feligreses que el 24 de febrero por la tarde se celebrará un procesión por la paz de Ucrania, que partirá de la Capilla de Lourdes, en la calle Sant Jaume, y terminará en el Puig de Missa.

Los ‘Goigs a Santa Eulària’, con letra de Vicent Costa y música de Jordi Martí, ponen fin a la misa, que unos cuantos han tenido que seguir en el porche a través de los altavoces colocados en el exterior del templo.

En la plaza de la iglesia, disfrutando de los rayos de sol y buscando un lugar estratégico para seguir la procesión religiosa y el baile, empieza a arremolinarse la gente. «¿Por qué tenéis aquí a Santa Teresa de Ávila?», pregunta Estrella San Segundo, que acaba de ver esta imagen en el porche de la parroquia. Ella, su marido, Eduardo González, y otra pareja de amigos, Teresa Herráez y Norberto del Nogal, son de Ávila y están de vacaciones en Ibiza con el Imserso. Ayer (por el sábado) ya disfrutaron del concierto de Mikel Erentxun y hoy (por ayer) han ido a Santa Eulària con ganas de seguir la fiesta. También son turistas Radhika y Partha, una pareja de origen indio residente en Reino Unido que solo lleva un día en la isla. Se alojan en Santa Gertrudis y esta mañana han aprovechado para visitar Santa Eulària. Les ha dado tiempo a ver el Museu Etnogràfic d’Ibiza y se han quedado «fascinados» con la arquitectura de Can Ros y la vestimenta tradicional ibicenca. Ahora tratan de buscar el mejor sitio para ver la procesión religiosa.

Mientras en el Puig de Missa comienza el ball pagès y el reparto de vi dolç y bunyols, en la plaza España centenares de personas continúan la celebración al ritmo de Musicaires Swing Band.

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