El Casino des Moll, un siglo como referente de la vida social de Ibiza

La entidad cumple cien años y retoma sus actividades con una nueva generación al frente

Josep Àngel Costa

Josep Àngel Costa

La irrupción del covid supuso un duro golpe para el resurgir de la Sociedad Cultural y Recreativa Casino de Ibiza, conocida popularmente como Casino des Moll. Tras unos años de capa caída, un grupo de jóvenes tomó las riendas de la entidad para mantener viva una institución que fue clave en la vida social de varias generaciones de sus familias.

A mediados de 2019, Felip Serra, de Can Ric, se convertía en presidente de la asociación, como su abuelo, Vicent Serra, décadas atrás. Le acompañaban muchas caras nuevas en la nueva directiva, pero, en marzo de 2020, la pandemia obligó a suspender toda actividad social. En el caso del Casino des Moll, la clausura de su sede en la calle Barcelona, en el corazón del puerto, se prolongó aún mucho más tiempo.

Con la vuelta a la normalidad, esa nueva generación retomó su empeño. Ahora, con el arquitecto Joan Marí Ferrer al frente, afianzan el objetivo con el hito que supone el centenario de la entidad, fundada el 2 de febrero de 2023.

Al igual que su antecesor en el cargo, Marí también es nieto de un presidente, Bartolo Ferrer, un formenterés casado con una vilera. «Tenemos una gran responsabilidad porque el patrimonio del Casino es inmenso. Sobre todo, el patrimonio inmaterial, afectivo y cultural que representa la memoria de tantas familias de Vila que nos conocemos entre todas», destaca.

Neus Planells Molina y Pedro Guasch Cañas, ambos expresidentes de la entidad, son un claro ejemplo de este nexo intergeneracional. Al igual que la gran parte de comerciantes de la Marina, el padre de Planells era uno de los socios y ella fue asidua de este centro social toda su juventud.

Encuentros juveniles

«Cuando teníamos 15 años, el Casino, Ebusus y el Club Náutico eran los únicos sitios donde podíamos estar las chicas con los chicos. Allí o en s’Alamera paseando», recuerda. «Hacíamos bailes, fiestas de carnaval y era donde podíamos conocernos».

Además de los comerciantes del barrio, el Casino des Moll se destacó en su época de esplendor por ser el referente social para los oficiales del Ejército. «Cuando llegaba alguno a la isla, se hacía socio inmediatamente», recuerda Pedro Guasch, que se retiró como coronel de Infantería, siguiendo la estela de su padre, antes de dedicarse a la abogacía.

«En el piso de arriba del Casino había un billar y, por las noches, se celebraban los campeonatos de ajedrez. Cuando vivíamos en la Comandancia Militar, con 12 y 13 años, iba mucho con mi padre a ver las partidas», detalla. La vida castrense llevó a Guasch Cañas a vivir fuera de Ibiza en varias etapas, pero, en 1989, se animó a ocupar la plaza de su progenitor.

En su buena época, la entidad superaba el medio millar de socios, mientras que ahora cuenta con cerca de 150. «Estamos convenciendo a la gente mayor que ya formó parte para reengancharse y dando a conocer la entidad a la gente joven para mantener la base social con gente de todas las edades», apunta el presidente.

La idiosincrasia

El Casino des Moll siempre tuvo un carácter más popular que Ebusus, que «era más de señorío e intelectuales». «El único sitio donde nos encontrabas a todos era el Club Náutico», señala Planells. Guasch recuerda que, en esa época, era habitual estar asociado a más de uno de los tres grandes referentes de la vida social de Vila.

Todas estas sociedades, pese a pasar por altibajos a lo largo de su trayectoria, se han mantenido como punto de encuentro, pero el Casino es el primero en llegar al siglo de historia.

«No solo es la sociedad más antigua de Ibiza, sino que tengo entendido que también lo es de Balears», destaca Planells. «Aquí también han tenido siempre un papel fundamental las mujeres», subraya. Ella, además de presidenta, ha organizado numerosas exposiciones y encuentros nacionales de filatelia, numismática y vitofilia, algunos de ellos con presencia internacional.

Otra de las mujeres claves en el mantenimiento de la entidad es Pura Marí, de 101 años. Este domingo, en la cena de hermandad de los socios, recibirá un homenaje como afilada de mayor edad. «Hubo muchas otras que fueron puntales, como Natalia Ortega o Carmen Marí (Carmen des Metge)».

Esta última, junto con Planells, fueron durante años las apuntadoras del Grupo de Teatro del Casino des Moll, que tuvo un papel primordial en la difusión del teatro costumbrista. En esta vertiente cultural destacó la prolífica Pepita Escandell, que dirigió la compañía a partir de 1990.

«Era muy brava. Con ella, las risas siempre estaban garantizadas», rememora Guasch. No obstante, un compañero de partidas de ajedrez de su padre, Vicente Valero (padre del escritor homónimo y marido de Carmen des Metge) fue el primer director de la compañía en 1980. También se creó otro grupo infantil, Es Pastorells.

Además de puntal del teatro costumbrista, el Casino des Moll puede presumir de su labor como promotor del ajedrez en Ibiza. Ya lo fue en sus orígenes, pero, en las últimas décadas, se multiplicó con Justino Quero al frente de la sección. «Ha puesto el ajedrez en una posición que jamás hubiéramos imaginado», subrayan.

El futuro

«Estamos retomando todas estas actividades, dentro y fuera de la sede, porque también celebramos excursiones o comidas de hermandad», apunta Marí. Sobre todo, el reto de la nueva directiva es «replantear el papel de un casino en el siglo XXI» y mantenerse como un referente de la ciudad.

«Ahora parece que solo el campo y la pagesia representan lo ibicenco. Claro que hay que destacarlo, pero también quiero reivindicar ser vilero y que el Casino sea un punto de encuentro de la gente de Ibiza, o que haya hecho de la isla su casa y se preocupe por ella», subraya.

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