En la época dorada de la prensa escrita, el Frankfurter Allgemeine Zeitung llegó a contar con tres corresponsales en España. Clementine Kügler trabajó en este medio durante veinte años en Madrid y, ahora en Ibiza, sigue en el periodismo con la revista Ibiza Heute. José Antonio Torres y Lidia Juan están más que interesados en esta profesión porque su hija, Carla, acaba este año la carrera. Joan Riera es lector del Diario de Ibiza «de toda la vida» y, tras adaptarse a la versión digital, se hizo suscriptor desde el primer momento en que hubo que pagar para leer todas las noticias.

«Un día, fui a abrir la columna de Xescu Prats y había que darse de alta para seguir. Entiendo que se debe pagar para acceder a la información, porque, si no, no pueden aguantar los medios», apunta Riera. Por costumbre, él sigue comprando el Diario de Ibiza todos los domingos en la Librería El Quijote de Sant Antoni y también está abonado a El País digital.

Torres y Juan se suscribieron a este diario hace tres meses y también lo están a la página web de El Mundo y El Confidencial. Kügler se sumó a los lectores de pago a los pocos meses de implantarse los contenidos ‘Premium’, en febrero de 2021. Ella reside en la isla desde 2019 con su marido, el pintor Enrique Lejárraga, aunque su vínculo se remonta a 1971. Su padre, el reconocido pintor berlinés Rudolf Kügler, adquirió un terreno y levantó una casa en Santa Eulària.

La visita

En agosto de 2021, Diario de Ibiza dedicó un reportaje póstumo al artista con motivo de la exposición ‘Islas en el Mar’, en la BAP Gallery de Sant Carles. La hija conserva la página de aquel homenaje y la muestra al llegar, a primera hora de la tarde, para conocer el día a día de la redacción. Le acompañarán Torres y Juan, que se interesan de inmediato por el tiempo que queda para acabar la edición del día.

La mayor parte de las páginas de información local suelen estar listas a las 20 horas. Si hay algún evento posterior programado, se reserva el espacio y, para los imprevistos de última hora, allí está la redactora de cierre, Elena González, «el coche escoba», como bromea. «Las páginas de Nacional, Internacional o Economía se completan más tarde, cuando llegan de la redacción central de Prensa Ibérica, que cuenta con 21 diarios en toda España», precisa la directora, Cristina Martín.

Los redactores escriben en el ordenador sobre maquetas con la misma forma de las páginas del diario. Una vez corregidas, se envían en formato PDF a la rotativa, que se encuentra en el polígono de Monte Cristo. Allí, la impresión empieza a las diez de la noche y, a las dos de la madrugada, están listos los ejemplares del día. Cinco horas después, empieza el trabajo en la redacción.

La mañana

Joan Riera acude a la sede del Diario de Ibiza a las nueve y media de la mañana. Desde las siete, ya estaba en marcha alguna de las tres portadistas, las periodistas que se encargan de la página web, de manera permanente, desde la redacción.

El resto de redactores compagina ambos formatos, papel e internet, así como la calle y la oficina. En el caso de noticias de última hora o de eventos programados, ellos mismos publican la información para el mismo día en la versión digital. Igualmente elaboran el texto, titulares y todos los elementos que conforman la maqueta que se convertirá en una página en el ejemplar impreso.

Las portadistas también va adecuando los comunicados de prensa que puedan llegar, están atentas a los sucesos, contactan con Bomberos, Delegación del Gobierno o las policías en caso de algún incidente y publican algunas noticias de curiosidades o entretenimiento.

Riera se sorprende cuando el community manager, Gerard Felip le comenta que, a las 9.37 horas, hay 962 lectores mirando la web del diario («¿os enteráis al minuto?»). El seguimiento analítico también revela que, desde el cambio de día, a partir de la medianoche, ya han entrado 54.000 personas a la página.

A las diez en punto, la directora, la subdirectora, Rita Vallès, y los jefes de sección, César Navarro y Fernando de Lama, celebran la primera reunión. Allí dan cuenta de las previsiones (ya definidas la tarde anterior), al mismo tiempo que los redactores les comentan los temas propios que llevan entre manos. Se llega a una primera idea de cuál podrá ser la foto principal y la noticia de apertura de la portada del día siguiente. A las cuatro de la tarde, se juntan de nuevo para revisar toda la información recopilada durante la jornada, distribuir las páginas y confirmar la portada. Pero, en este trabajo, la actualidad manda y esa planificación podrá cambiar en cualquier momento de la tarde y la noche.