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Ibiza en Fitur: 610 millones de euros, o por qué Ibiza y Formentera se la juegan

España se convirtió en 2022 en el principal emisor de viajeros hacia nuestras islas y, además, su gasto turístico fue el más elevado de toda la historia: desembolsaron 250 millones de euros más que en 2019

Turistas en el aeropuerto el pasado mes de agosto.

Turistas en el aeropuerto el pasado mes de agosto. / TONI ESCOBAR

José Miguel L. Romero

José Miguel L. Romero

Como para perderse la Feria de Turismo de Madrid (Fitur). Hay mucho dinero en juego y las administraciones locales y los empresarios del sector lo saben: hay que estar en Fitur, sí o sí, y dar allí la batalla porque España se convirtió en 2022 en el principal emisor de viajeros hacia nuestras islas y porque ese año su desembolso fue espectacular. De hecho, los españoles dieron más trabajo que nunca a las cajas registradoras pitiusas: según los datos del Instituto Balear de Estadística (Ibestat), su gasto turístico ascendió a 610,16 millones de euros, lo que supuso el 17,3% del total anual (que fueron 3.530,46 millones de euros, un récord histórico). No es poco, sobre todo teniendo en cuenta que en 2019, antes de que estallara la crisis sanitaria, el gasto de los españoles era 250 millones de euros inferior y sólo suponía el 11% del total.

No obstante, el español sigue siendo uno de los turistas que menos gasta cuando descansa en nuestras costas: 709,68 euros por estancia (de 6,2 días de media). Los británicos se dejaron un 50% más el pasado verano, 1.061,21 euros. De ahí que aunque nos visitaron menos ingleses, escoceses y galeses (llegaron 822.076 en total) que españoles (859.775), los súbditos del rey Carlos gastaron bastante más en las Pitiusas: 845,88 millones de euros, unos 235 millones de euros más que nuestros compatriotas.

5,3 MILL de pernoctaciones de españoles en 2022

En 2022 hubo un total de 5,33 millones de pernoctaciones de españoles, el 26,18% del total (20,36 millones) registrado.

Aun así, hay que ver el vaso medio lleno. Primero, porque nunca habían visitado Ibiza y Formentera tantos españoles, que representaron el 25,45% del total de viajeros (3.377.977) llegados a estas islas en 2022, cuando en 2019 (entonces vinieron 610.764) fueron sólo el 18,5%. En tres años, pandemia mediante, han incrementado su número un 40,7% (+249.011), que es una barbaridad y era algo inimaginable en aquella época. De hecho, España se convirtió en 2022 (también en 2020 y en 2021, pero como consecuencia de las restricciones sanitarias en el extranjero, especialmente en Gran Bretaña) en nuestro principal emisor de turistas, por encima de Reino Unido, cuyas cifras siguen por debajo de las de 2019 (-90.000 turistas) y 2018 (-95.000). No obstante, y salvo imponderables (nuevas catástrofes o los efectos perniciosos de la inflación o de los problemas laborales y políticos que sufre el país que dirige el premier Rishi Sunak), probablemente los británicos recuperarán el terreno perdido en 2023.

Mimar al español

Por si acaso, conviene mimar al turismo español, que es el que nos salvó en 2021 y el que ha permitido en 2022 minimizar los descensos producidos en otras nacionalidades, como la italiana, antaño uno de nuestros principales emisores, pero que el pasado verano estuvo aún un 9% por debajo de las cifras de 2019 y casi un 15% de las de 2018. El objetivo en Fitur es que sigan viniendo a Ibiza españoles, y a poder ser que mejoren (bastante) su gasto. Es cierto que la pasada temporada el viajero procedente de España gastó 250 millones más que hace tres años, un 69,4% más que entonces, pero esa cifra podría ser muy superior si mejorara mínimamente su desembolso diario, que es uno de los más bajos por nacionalidades: 114,4 euros por día, muy lejos del británico (192 euros, un 68% superior) o del alemán (171,3 euros, un 49% mayor).

Tampoco hay que perder de vista que buena parte de ese incremento del gasto es consecuencia de la inflación, de manera que esos aumentos no han supuesto mayores beneficios en todos los casos. Por ejemplo, algunas empresas turísticas (sobre todo las que dependían de los turoperadores) acabaron la pasada temporada en números rojos porque no pudieron reflejar en sus tarifas tamaña carestía, que posiblemente sí repercutirán en 2023, como algunos anunciaron en la pasada World Travel Market, la feria turística de Londres. Sí, los turistas gastaron más en 2022, pero eso no significa que compraran más cosas o que comieran más veces en restaurantes, sino que todo estaba más caro.

Otro dato que es importante tener en cuenta es que hubo en 2022 un total de 5,33 millones de pernoctaciones de españoles, el 26,18% del total (20,36 millones) registrado. Son un récord histórico y un millón más que las que registró España en 2021 (+25,2%), así como un 1,6 millones más (+44%) que las que hubo antes de que empezara la pandemia. Habrá que ver en 2023 si esas cantidades se repiten, si el español sigue queriendo visitarnos y si lo sucedido en 2022 no fue sólo consecuencia del deseo de desquitarse tras las restricciones vividas los dos años anteriores.

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