Sant Antoni empezará a cobrar por el aparcamiento desde el 1 de febrero

Comienzan los trabajos para implantar la zona azul en la localidad

Pablo Sanz Padilla

Pablo Sanz Padilla

Sant Antoni prevé comenzar a cobrar por aparcar en el casco urbano a partir del 1 de febrero, ha avanzado este miércoles el alcalde del municipio, Marcos Serra, en una comparecencia pública en presencia del regidor de Movilidad y Vía Pública, David Márquez; y del ingeniero municipal, Jordi Carrascosa, con motivo del inicio de los trabajos para introducir el aparcamiento de pago en la localidad. En total, el número de plazas de pago alcanzará las 763. En esta primera fase comienzan los trabajos de pintura y la instalación de los parquímetros, ha apuntado el alcalde, y se aprovecha para repintar marcas viales.

Cuando el servicio ya esté operativo, también deberán instalarse sensores de aparcamiento que permitirán conocer en qué zonas del centro hay estacionamiento disponible. La zona azul, ha explicado Serra, se extenderá desde el Passeig de ses Fonts a la calle de Alacant, y comprenderá dos zonas, una de ellas habilitada para los residentes, mientras que la otra corresponderá al resto de usuarios. De esta manera, se establecerá una zona 1, entre el Passeig de ses Fonts y la calle de Soledat, y una segunda zona, en el tramo entre esta y la calle Alacant.

Serra prevé que el final de los trabajos se extienda más allá de la fecha en la que se comenzará a cobrar por el nuevo servicio. Según ha indicado, la necesidad de retirar vehículos de la calle para pintar algunos tramos puede retrasar las labores.

Coste del aparcamiento

El coste del aparcamiento para el usuario se establecerá en un euro la hora, con un tiempo máximo de 120 minutos. Las personas residentes en el municipio podrán disponer de una tarjeta que, por un coste anual de 30 euros, les permitirá hacer uso gratuito del estacionamiento durante las dos primeras horas, mientras que deberán abonar una tarifa única de 50 céntimos por tener su vehículo estacionado durante el resto del día. 

El horario de pago de verano, establecido entre el 1 de abril y el 31 de octubre, comprenderá los tramos horarios que van de las 9 a las 14 horas de la mañana, y de las 16 a las 21 horas de la tarde, con la excepción de domingos y festivos. Para el resto del año, será gratuito aparcar los sábados por la tarde, franja que para el resto de los días se reducirá en una hora, de manera que el período de pago finalizará a las 10 horas.

Estarán exentos de pago los servicios de emergencias, los automóviles ‘cero emisiones’, los vehículos municipales y las personas con movilidad reducida. Serra ha destacado la posibilidad de conocer las plazas que están disponibles a tiempo real, gracias a la instalación de sensores que se situarán en cada plaza de aparcamiento de la zona 1. La disponibilidad podrá consultarse a través de la aplicación móvil con la que el usuario podrá gestionar el pago del estacionamiento.

El contrato con la empresa adjudicataria, Valoriza, supondrá un coste de 4.016.358,69 euros durante ocho años sin posibilidad de prórroga. El alcalde confía en que el servicio no sea deficitario, aunque ha enfatizado que «en caso de que lo fuera es una medida que creemos necesaria. Si no, quedará un pueblo dormitorio sin actividad comercial, porque nadie querrá venir a Sant Antoni». 

«Llevamos muchos años en los que no se puede aparcar bien dentro de Sant Antoni», ha afirmado. El primer edil ha reconocido que «es una medida poco popular» entre los vecinos. «Lo hacemos por el interés general de Sant Antoni», ha defendido el alcalde, quien ha señalado que es «una reivindicación de hace muchos años de los comerciantes» que «ayudará a incentivar el comercio local».

Serra ha recordado que el proyecto está en su programa electoral, y ha incidido en la necesidad de llevarlo a cabo. De hecho, la medida estaba pensada para implantarse en 2021, aunque entonces decidió postergarse por la pandemia, y se fijó en 2022 la nueva previsión. Sobre este segundo retraso, ha declarado que «el anterior concejal» del área -Joan Torres, recientemente destituido de su cargo- «no hizo las previsiones como tocaba», ya que «hubo que hacer una modificación de una ordenanza y unos cambios en los pliegos técnicos y administrativos».

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