Cáritas pide auxilio a las empresas e instituciones de Ibiza ante una situación crítica

Las subvenciones no cubren los gastos y cada vez hay más personas sin recursos que necesita ayuda. Cerró 2022 con un déficit de 234.000 euros y este año se prevé que se dispare hasta los 400.000

Redacción

La situación económica de Cáritas en Ibiza y Formentera es muy complicada debido a que recibe pocas donaciones, las subvenciones no cubren todos los gastos y cada vez tiene menos socios, circunstancias que provocan que “el déficit presupuestario sea crónico y creciente”, según alerta el director de Cáritas Diocesana de Ibiza y Formentera, Juan Torres Marí, en una carta que ha hecho pública hoy. De hecho, la entidad solidaria cerró 2022 con un déficit de 234.000 euros, cantidad que se disparará hasta cerca de 400.000 según las previsiones que maneja Cáritas. “Si a esto le añadimos que el número de familias de Ibiza en riesgo de exclusión supera el veinte por ciento, que la inflación está disparada y que la oferta de vivienda es escasa y cara, lo previsible es un aumento importante de demandas de asistencia”, explica el director de Cáritas.

Torres reclama en su misiva auxilio a la sociedad ibicenca, para poder mantener los programas de ayuda a las personas sin recursos y también acometer otros proyectos necesarios. “Nos enfrentamos a un año 2023 lleno de retos y de ilusiones, pero también de necesidades. Siendo muy importante la acción de alimentar y vestir a las personas que más lo necesitan, es sólo una pequeña parte de nuestra actividad”, explica en la carta. “Centro de día, comedor social, acogida y acompañamiento, programas y talleres de integración social, centro socioeducativo Betania, pastoral penitenciaria, talleres de orientación y formación laboral, empresa de inserción, agencia de colocación, etcétera son también una parte muy importante de nuestra actividad”, prosigue. El director de Cáritas pide ayuda a las empresas, las instituciones y los ciudadanos de Ibiza para poder “acometer toda esta inmensa labor”: “Necesitamos que los Reyes Magos nos ayuden un poco y que la sociedad ibicenca nos ayude un mucho. Quiero hacer un llamamiento al empresariado ibicenco que tan buenos resultados de negocio está obteniendo en esta isla de encanto, fiesta y diversión, pero cuyos efectos secundarios no pocas veces acaban haciendo cola en nuestras dependencias. Necesitamos su sincera solidaridad, su compromiso y colaboración”.

“Nos enfrentamos a un año 2023 lleno de retos y de ilusiones pero, también de necesidades"

Los socios solo cubren el 3% del presupuesto

“También quiero transmitir la imperiosa necesidad de aumentar significativamente el número de socios, ya que con los actuales escasamente cubrimos el tres por ciento del presupuesto. Por último quiero apelar a la conciencia social de los ayuntamientos y Consell Insular y que consideren que, a diferencia de ellos, Cáritas no cobra impuestos y realiza una gran labor de colaboración con estos organismos, a menudo con mayor eficacia, pero al final, año tras año, nos quedamos con nuestro déficit. Es necesario que estos organismos arbitren mecanismos de compensación para que esto no siga sucediendo”, explica Torres.

Cáritas afronta “nuevos y muy necesarios retos” este año, además de mantener su actividad actual y “incrementarla en cantidad”, según el director de la entidad, que agrega que también deberán “racionalizar y reestructurar las dependencias de Cáritas para ser más eficaces y ahorrar en gastos de alquiler y transporte”. Con este fin, entre las inversiones figura construir una nave donde, además del almacenamiento y logística de la ropa de recogida, se centralizará el área laboral de orientación, formación, talleres e inserción ylos servicios administrativos de Cáritas y su dirección. Además, la entidad tendrá que reformar el Centro socioeducativo Betania, “que está en un estado que va más allá de la simple consideración de austeridad”, escribe Torres.

El director de la entidad en Ibiza y Formentera expresa su agradecimiento “a todas las personas y entidades que en estas Navidades han colaborado con Cáritas tanto económicamente como con la donación de alimentos”, así como a los voluntarios, “que, robando el tiempo a su familia incluso en Nochebuena y fin de año, han hecho posible que todos estos alimentos hayan llegado a sus destinatarios, las personas más necesitadas”. “No puedo olvidar tampoco a nuestros trabajadores que, con tanto amor y cariño, acompañan en estas fechas a nuestros hermanos más desfavorecidos, demostrando con hechos lo que es el ADN de Cáritas”, agrega Torres, que concluye su misiva deseando un feliz año.

La precaria situación económica de Cáritas en las Pitiüses viene de lejos, debido a que las subvenciones son insuficientes para sufragar los gastos, y en el pasado esto se agravaba por la tardanza en cobrar las ayudas concedidas por los ayuntamientos y el Consell, lo que obligaba a la entidad a pedir créditos para poder hacer frente a las necesidades del día a día, y por tanto, también a pagar los intereses correspondientes. No es la primera vez que Cáritas reclama la colaboración de las instituciones, empresarios y habitantes de las Pitiüses para poder dar respuesta a la demanda de ayuda de un número creciente de personas sin recursos, que se incrementó notablemente debido a la crisis provocada por el covid en 2020 y que paralizó la economía de las islas durante meses. 

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