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Profesores de Bachillerato eluden la Lomloe por las dudas sobre la Selectividad en Baleares

Los alumnos de primero, ya afectados por la nueva ley, harán unas pruebas ‘tradicionales’ | Muchos docentes están muy preocupados ante «el gravísimo problema» y la «gran incongruencia» entre lo que les obligan a hacer en el aula y lo que el estudiante tendrá que hacer en la prueba de admisión

Alumnos de Bachillerato durante la última edición de Selectividad. | M.PEDRAZ

La Lomloe se está aplicando este año en los cursos impares, incluyendo primero de Bachillerato. Estos alumnos se enfrentarán en 2024 a una Selectividad en la que el Ministerio de Educación ha anunciado que finalmente no experimentará grandes cambios. Los modelos definitivos se darán a conocer en junio de 2023. Hasta ese momento, los profesores preparan a los estudiantes para unas pruebas que no saben exactamente cómo serán: solo saben que en teoría en clase tienen que aplicar un modelo competencial (centrado en saber aplicar lo aprendido) pero que después los alumnos en 2024 se enfrentarán a unas pruebas más ‘tradicionales’.

Ante ese panorama, los docentes hacen lo que pueden. Algunos han diseñado su propio sistema ‘híbrido’ Lomloe-Lomce; otros eluden directamente la aplicación de la reforma; y también está el grupo que cumple con lo que le han dicho que tiene que hacer, trabajando con situaciones de aprendizaje y siguiendo el sistema de evaluación diseñado por la conselleria de Educación.

Esta semana el Ministerio accedió a la petición de la mayoría de autonomías (incluyendo Balears) de retrasar la aplicación de la primera ‘Selectividad Lomloe’, que en principio iba a ser el 2024. Finalmente ese año no se acometerá el gran cambio y la nueva PBAU (Pruebas de Bachillerato de Acceso a la Universidad) no se aplicará hasta después de las elecciones. En principio, el único cambio previsto para 2024 será que todos los exámenes incorporarán «alguna» pregunta de carácter competencial.

Y con estas escasas indicaciones los profesores han de dar clase a estos alumnos de 1º de Bachillerato. «Yo estaba haciendo Lomloe, había modificado dos tercios del temario, y ahora no sé cómo voy a afrontar el segundo trimestre», se planteaba un profesor de Lengua y Literatura tras el anuncio del Ministerio, «otros compañeros han admitido que ellos no han modificado el currículum y siguen trabajando como si no hubiera Lomloe, no sé cómo harán con los criterios de evaluación». Un director de un instituto reconocía ser consciente de que había profesores que no estaban siguiendo la nueva ley en 1º de Bachillerato: «Qué les voy a decir, todos hacemos lo que podemos», indicaba en declaraciones a este diario. «Al menos en Bachillerato debería haberse retrasado la ley», opinaba.

Temen que a los alumnos les perjudique en la PBAU que aquí la aplicación de la ley haya sido más estricta

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Desde el IES Mossèn Alcover están muy preocupados ante «el gravísimo problema» la «gran incongruencia» entre lo que les obligan a hacer en el aula («y con lo que no estamos de acuerdo», recuerdan) y lo que el alumnado tendrá que hacer en Selectividad, algo que le perjudicará «considerablemente».

Tanto los profesores de la comisión de coordinación pedagógica como el equipo directivo de este instituto critican el sistema de evaluación y el hecho de tener que aplicar una veintena de criterios que «no se corresponden en absoluto» con aquello que después se aplicará en las PBAU: «Es un auténtico despropósito».

El claustro del IES Inca, que ha enviado un escrito a la conselleria de Educación expresando sus preocupaciones, también pide cambiar las situaciones de aprendizaje y los criterios de evaluación en primero de Bachillerato, al entender que necesitan de «una mayor concreción y coherencia».

Desde Manacor advierten además de que el alumnado balear puede salir perjudicado en las pruebas dado que la aplicación de la reforma educativa en otras comunidades autónomas ha sido mucho más laxa que aquí: «Nuestros alumnos competirán por plazas en la universidad con alumnos de otras comunidades que se habrán continuado preparando para la Selectividad tradicional y que, por lo tanto, tendrán una ventaja evidente». Además, indican, la cuestión se les complica todavía más por la reducción de una hora semanal de asignaturas troncales como Matemáticas o Física y Química.

Las pocas orientaciones que van recibiendo «llegan de manera tardía y poco definida», indican. Desde el IES Inca consideran prioritario «saber qué dirección» han de seguir y reclaman unas «instrucciones claras» que permitan «cierta uniformidad entre los centros» dado que esta etapa culmina con una evaluación externa que todavía no se conoce. Desde la Universitat, que confecciona las pruebas, no han querido hacer declaraciones.

« Es un despropósito, los criterios de evaluación no se corresponden en absoluto con lo que se aplicará en las PBAU»

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Los responsables del Mossèn Alcover aseguran que «intentarán compensar este desequilibrio» en la medida de sus posibilidades «y con mucho trabajo» pero razonan que «no es fácil sin tener un horizonte claro». Ellos creen que la preocupación del alumnado y las familias aumentará con el paso del tiempo: «Todavía no son conscientes del problema gravísimo en el que se encontrarán».

La Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA) de momento no ha recibido consultas por esta cuestión. Uno de sus portavoces, Miquel Àngel Guerrero, considera que «lo lógico y esperable» sería que hubiese «coherencia» en la aplicación de la ley y entre las distintas etapas educativas, incluyendo también la universitaria.

¿Se capeará la situación con una Selectividad más fácil en 2024? Los responsables educativos del Mossèn Alcover , que lamentan la bajada de exigencia que supone la Lomloe, esperan que no: «Es necesaria una herramienta con un nivel de exigencia correcta que pruebe que el alumnado esté preparado para afrontar una carrera con éxito».

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