La FAPA denuncia el deficiente mantenimiento en centros educativos en Ibiza

La presidenta de la federación de familias asegura que no se hacen las actuaciones adecuadas ni en los colegios ni en los institutos

Un momento de la manifestación, el miércoles pasado, por el mal estado del instituto Xarc.

Un momento de la manifestación, el miércoles pasado, por el mal estado del instituto Xarc. / Juan A. Riera

Marta Torres Molina

Marta Torres Molina

«El problema es que desde hace muchos años no se hace un mantenimiento adecuado de los centros educativos», denuncia Pepita Costa, presidenta de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (FAPA) de las Pitiusas. El caso del Xarc, que ha saltado ahora a los medios tras la huelga convocada por los alumnos, no es único, afirma. En una situación parecida se encuentran, asegura, los colegios Sant Ciriac, Can Coix, L’Urgell, Sant Jordi y Sant Ciriac. En este último caso, la presidenta de la FAPA recuerda que llevan tiempo «esperando una ristra de actuaciones que no se llegan a abordar».

«Según parece, la conselleria no encuentra profesionales que lleven a cabo estos proyectos», explica Costa, que recuerda que a la situación del Xarc no se llegaría si se hubiera hecho un mantenimiento constante y adecuado. La falta de actuaciones para evitar el deterioro afecta tanto a los centros educativos de Infantil y Primaria como a los de Secundaria. En este sentido, detalla que en el caso de los colegios estos trabajos corresponden a los ayuntamientos mientras que del mantenimiento, de los institutos deben hacerse cargo ellos mismos con una asignación de la conselleria. En ambos casos los trabajos son «insuficientes». «Incluso aunque se haga bien, con los años hay problemas en las tuberías, baños e instalación de electricidad. Hay cosas que se tienen que ir renovando sí o sí», apunta la presidenta de la FAPA que pone como ejemplo los aires acondicionados de algunos colegios: «Tienen diez años, están estropeados y no se pueden arreglar. Hay empresas en las que los aparatos tienen 25 años y funcionan porque se les ha hecho el mantenimiento que tocaba».

La presidenta de la FAPA señala que en el caso de los institutos a veces la asignación que reciben de la conselleria no alcanza para todas las actuaciones que son necesarias. A eso hay que sumarle, además, la «capacidad de gestión» de cada centro. «Esto es un problema porque los integrantes de los equipos directivos están formados para llevar a cabo una labor pedagógica, no para gestionar», afirma Costa. «No tienen por qué saber de presupuestos, gestión ni optimización de recursos», continúa. Sobre esto destaca la propuesta del Consell Escolar de Balears de poner en marcha un centro de formación de directores. «Es un paso importante hacia la profesionalización de los equipos directivos. No dejan de ser personal docente, pero no podemos obviar esa parte de gestión que, dentro de sus muchas funciones, les toca hacer», continúa la presidenta de la FAPA.

Costa destaca, además, que hay desperfectos que no se pueden evitar por mucho mantenimiento que se haga: «Si las persianas se caen a pedazos hay que cambiarlas, por muy buen mantenimiento que se haya hecho, llega un momento en que se estropean».

La presidenta de la FAPA señala que tan importante como crear nuevos centros «para descongestionar los existentes» es garantizar el buen estado de los ya existentes. Costa considera que los ayuntamientos, «que tienen un montón de dinero que no gastan», podrían «echar una mano» con este tema. «Cuando se les comenta algo así, lo primero que te dicen es que no es de su competencia, pero no puede ser que tengan millones de euros parados mientras hay necesidades sociales», opina la presidenta de la FAPA, que considera que se podrían firmar convenios de colaboración con la conselleria «como se ha hecho otras veces».

Hay que destacar que hace siete años la delegada territorial de la conselleria, Margalida Ferrer, recién aterrizada en el cargo, aseguraba que una de sus prioridades sería reformar los centros educativos de la isla que se encuentran en peor estado. «Hay colegios, como Sant Jordi o Sant Ciriac, que tienen que ser dignos», afirmaba Ferrer en julio de 2015, cuando señalaba que estas obras serían tan o más importantes que la construcción de nuevas infraestructuras.

Pepita Costa destaca como aspecto «positivo» que sean los alumnos del instituto Xarc quienes hayan denunciado la situación en la que se encuentra el centro. «Me gusta ver a los estudiantes empoderados y participando de forma tan activa en la reivindicación para exigir que se tomen medidas ya para solucionar los desperfectos de su instituto», concluye.

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