Educación en Ibiza: Alumnos del instituto Xarc convocan una huelga por el mal estado del edificio

Las familias y los docentes apoyan las reivindicaciones de los escolares

Un aula del instituto Xarc, vacía durante una huelga.

Un aula del instituto Xarc, vacía durante una huelga. / D. I.

Marta Torres Molina

Marta Torres Molina

Los alumnos del instituto Xarc, en Santa Eulària, no aguantan más. Las instalaciones a las que acuden a clase de lunes a viernes se encuentran «en muy mal estado» y están cansados de que la conselleria balear de Educación no aborde las actuaciones de reforma necesarias. Hartos de esperar y esperar a que arreglen los desperfectos y el desgaste, este miércoles han convocado una jornada de huelga en la que, además de no acudir a clase, se concentrarán frente a la entrada del centro para protestar por la situación en la que se encuentra el edificio y exigir al Govern que no demore más el inicio de las actuaciones.

Las movilizaciones las capitanean los estudiantes de tercero y cuarto curso de Secundaria, aunque aseguran que el resto de los matriculados en el centro les apoyan. «Los mayores, los de Bachillerato tienen muchos exámenes y trabajos y los de primero y segundo de Secundaria son aún pequeños», comenta una de las escolares que ejerce de portavoz.

La estudiante explica que en las aulas «apenas entra luz» porque la gran mayoría de las persianas del centro «están rotas». «Además, hay ordenadores que no funcionan y muchos de los teclados van mal», continúa el listado de deficiencias, entre las que destaca también que algunas clases «tienen goteras», lo mismo que el gimnasio del instituto, que hace también las veces de salón de actos. «Esto es lo básico, lo más importante, porque luego hay también otras cosas», explica la alumna.

Los escolares están preparando pancartas para su protesta, a la que han convocado a todos sus compañeros y que ya han comunicado a sus docentes, tutores e incluso a la dirección del centro. «Nos han dicho que están de acuerdo con nosotros», aseguran. Aunque en principio la concentración es una convocatoria para los estudiantes, confían en que docentes y familias, conscientes de la situación, les acompañen y se sumen a la protesta.

Los estudiantes recuerdan que lo que reclaman son actuaciones que ya estaban aprobadas y para las que, incluso, había presupuesto. «Es algo que se tendría que haber hecho este verano, pero cuando hemos vuelto este curso a clase todo estaba igual», indica esta portavoz de los alumnos, que no descartan seguir con las movilizaciones a lo largo del curso si los trabajos no empiezan pronto.

Circular a las familias

La dirección del centro, sabedora de la convocatoria, ha enviado una circular a las familias de los escolares para informarles de la situación y que no haya equívocos. «La mayoría de los alumnos de tercero y cuarto de Secundaria del centro ha acordado manifestar su discrepancia en relación al estado de las instalaciones. Quieren hacerlo no asistiendo a clase el miércoles 7 de diciembre», comienza la carta, que continúa: «Después de haber comprobado que se han cumplido todos los requisitos para aceptar la propuesta, se ha aceptado». Así, los responsables del instituto Xarc explican a los padres y madres que si lo consideran «oportuno» y quieren permitir que sus hijos se sumen a la jornada de huelga tienen que justificar su ausencia. «En caso contrario deberán asistir al centro», se lee en la carta, firmada por el director, que concluye: «La no asistencia únicamente está aceptada para el alumnado de tercero y cuarto de Secundaria, el resto de los alumnos de otros estudios o niveles no puede justificar la falta de asistencia por motivo de huelga convocada». Es decir, que el paro únicamente servirá para justificar la no asistencia de los alumnos de tercero y cuarto de Secundaria.

«Los chicos tienen razón», afirma, sobre el estado de las instalaciones, la madre de una de las impulsoras de la jornada de huelga. «Los trabajos de mejora tendrían que haber comenzado este verano, el problema es que al parecer no hay empresas que quieran hacerlo», explica. De momento, las familias no se plantean iniciar movilizaciones, aunque no descartan comenzar a adoptar medidas de presión si en enero no ven avances. «Hasta el momento es únicamente una iniciativa de los alumnos, pero les apoyamos», continúa esta madre quien, sin embargo, está convencida de que parte de las familias no son realmente conscientes de lo que pasa: «Por desgracia, la mitad no saben cómo está el instituto por dentro. A la reunión de principio de curso vienen muy pocos padres y madres».

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