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La presidenta balear de Unicef, Mercedes del Pozo, en Ibiza: «El Govern debe tomar medidas para prevenir el uso abusivo de internet en los adolescentes»

Alerta de las consecuencias negativas que el abuso de las nuevas tecnologías puede tener sobre la salud mental de niños y adolescentes

La presidenta de Unicef en Balears, Mercedes del Pozo, ayer, en la sede de Diario de Ibiza.  | VICENT MARÍ

La presidenta de Unicef en Balears, Mercedes del Pozo, ayer, en la sede de Diario de Ibiza. | VICENT MARÍ / maite alvite. eivissa

Maite Alvite

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En los dos últimos años Unicef ha puesto el foco en internet y las redes sociales y en los efectos que pueden tener sobre el bienestar emocional de niños y jóvenes. «Hay evidencias claras de que el uso abusivo de las nuevas tecnologías está implicado directamente en el aumento del malestar emocional, la depresión, la ansiedad, el estrés y la adicción a internet». Es lo que dice la presidenta de Unicef Comité Balears, Mercedes del Pozo, de visita en Ibiza, y una de las conclusiones que se extrae del Estudio sobre el impacto de la tecnología en la adolescencia que la organización llevó a cabo en 2020 en España, «el más grande realizado en toda Europa». Participaron (entre noviembre de ese año y marzo de 2021) 265 centros educativos de toda España y 50.000 adolescentes de once a 18 años. En el caso de Balears, el estudio se hizo en colaboración con el Govern y formaron parte de él 2.982 adolescentes de catorce centros, entre ellos, los institutos Sa Blanca Dona y Santa Maria, en Ibiza, y Marc Ferrer, en Formentera. De las cifras que arroja el informe, que la conselleria balear de Educación y Unicef presentaron el año pasado, Del Pozo resalta las más «preocupantes»: «El 34% de adolescentes de Balears hace un uso abusivo de internet y las redes sociales». «Aunque no se pueda establecer una relación causa-efecto, los niveles de bienestar emocional, integración social y satisfacción con la vida son inferiores entre los adolescentes que presentan un uso problemático de internet y, por otra parte, la tasa de depresión es más del triple», indica el informe de Unicef.

Apuestas ‘online’

Otra cifra llamativa y alarmante que menciona la presidenta de Unicef en Balears es la de «los 1.500 estudiantes de la comunidad (la mitad de los que han participado en el estudio) que reconocen haber comenzado a apostar o jugar dinero online», lo que multiplica, asegura Unicef, «el riesgo de desarrollar a medio plazo una ludopatía».

En este informe, explica Del Pozo, se abordan diferentes conductas de riesgo online como el sexting y también los datos son preocupantes. Un 47% de los estudiantes asegura haber recibido mensajes de carácter erótico sexual. Asimismo, casi un 44% señala que ha accedido a webs de contenido pornográfico y un 58% afirma que ha aceptado en las redes sociales a personas que no conocía. «Estos comportamientos son un caldo de cultivo para el grooming (acoso y abuso sexual online)», advierte la presidenta de Unicef en Balears.

Del Pozo aporta otro porcentaje relevante: «Casi el 53% de los adolescentes de Balears que juegan habitualmente a videojuegos lo hace con juegos no adecuados para menores de 18 años».

En contraposición a todos estos datos, llama la atención en este informe «el escaso nivel de supervisión que parecen que están ejerciendo madres y padres en el uso de las pantallas por parte de sus hijos». «Solo el 31,6% del alumnado refiere que sus progenitores les ponen normas sobre el uso de nuevas tecnologías, el 25,1% que le limitan las horas de uso y el 14,8%, los contenidos a los que acceden», detalla.

‘Más que un móvil’

Los resultados de este informe dejaron claro a Unicef que era necesario elaborar políticas de prevención y diseñó una hoja de ruta, que inició en abril de 2021 con la presentación oficial del informe, en la que sigue trabajando. Explica Del Pozo que a finales de octubre «el comité de Balears de Unicef, la conselleria de Educación y la Comisión de Seguimiento del Pacto por la Infancia organizaron unas jornadas parlamentarias a puerta cerrada con diferentes agentes implicados», entre ellos el Colegio de Psicólogos, el Instituto de Salud Mental de la Infancia y la Adolescencia, la Sociedad Española de Pediatría Social y Proyecto Hombre. A partir de ahí, señala Del Pozo, surgió la propuesta de trabajar en una Propuesta no de Ley para instar al Ejecutivo balear a tomar medidas. «El Govern tiene que llevar a cabo acciones para prevenir el uso abusivo de las nuevas tecnologías y, sobre todo, las consecuencias negativas que esto puede tener sobre el bienestar y la salud mental de niños y adolescentes», remarcó la presidenta en Balears de Unicef.

Mercedes del Pozo también habla de la campaña ‘Más que un móvil’. Es otra de las iniciativas que Unicef ha puesto en marcha a raíz de los resultados del Estudio sobre el impacto de la tecnología en la adolescencia, que evidencia que «existe poco conocimiento del riesgo que entraña el abuso de las pantallas y que las familias tienen pocas herramientas para gestionar este asunto». La guía contiene diez pasos a seguir por los progenitores a la hora de acompañar a sus hijos cuando empiezan a hacer uso de su primer móvil. La intención es conseguir que la experiencia sea lo más segura posible. «No puedes dar un móvil a tu hijo y olvidarte, porque hay muchos peligros. Los controles parentales son necesarios», insiste la presidenta de Unicef Comité Balears. La guía se puede consultar en unicef.es/infancia-tecnologia/mas-que-un-movil.

«Uno de cada tres niños en Balears viven en riesgo de pobreza o exclusión» 

Según los datos que facilita la presidenta de Unicef Comité Balears, Mercedes del Pozo, «aproximadamente uno de cada tres niños en Balears viven en riesgo de pobreza y exclusión social». La situación, explica, se ha agravado en los últimos tiempos debido a múltiples factores: «Las crisis desatadas por la pandemia y el cambio climático, la guerra de Ucrania, la inflación y, en el caso de las Balears, también la falta de vivienda». Ante estas circunstancias, señala Del Pozo, «Unicef lo que hace primero es sensibilizar a las administraciones para que tomen conciencia de la situación y adopten medidas que pongan a la infancia en el centro de su agenda política». 

La presidenta de Unicef en Balears también hace mención al impacto tan grande que «la pandemia y, sobre todo, el encierro han tenido sobre el bienestar emocional de niños y jóvenes». 

Para apoyar esta información, Del Pozo cita un estudio que Unicef realizó a nivel internacional en el que se concluía que «se habían detectado problemas de salud mental en más del 13% de adolescentes entre diez y 19 años». Este dato todavía era más preocupante en el caso de España, donde el porcentaje «llegaba al 20%». 

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