Economía

El presupuesto del Consell de Ibiza crece un 7,3% y su gasto de personal, un 12,8%

«Somos una coalición, pero un único equipo de gobierno. Nunca hemos tenido momentos de tensión ni crisis», presume el presidente insular, Vicent Marí, que asegura que ese es el motivo por el que la ejecución presupuestaria ha sido elevada durante los últimos tres años

Javier Torres, Vicent Marí y Salvador Losa presentan los presupuestos del Consell de Eivissa. | VICENT MARÍ

Javier Torres, Vicent Marí y Salvador Losa presentan los presupuestos del Consell de Eivissa. | VICENT MARÍ / José miguel l.romero. eivissaj.m.l.r. eivissa

José Miguel L. Romero

José Miguel L. Romero

El Consell de Ibiza contará en 2023 con un presupuesto de 120 millones de euros (120.210.058 euros, concretamente), ocho millones de euros más que el del presente ejercicio, lo que supone un incremento del 7,3%, tal como esta mañana diwron a conocer en rueda de prensa, celebrada en la sede de la institución, el presidente insular, Vicent Marí, el vicepresidente segundo, Javier Torres, y el responsable de Hacienda, Salvador Losa.

Marí confía, además, en que ese presupuesto mantenga el grado de ejecución de los dos previos: en 2020, de los 89,4 millones presupuestados, el «gasto comprometido» se elevó a 102,3 millones, que en 2021 alcanzó los 127,7 millones, 25 millones más que los previstos en las correspondientes cuentas. Que se haya superado lo presupuestado se debe a que una parte de la inversión procede de los remanentes de la institución y otra a financiación y fondos externos. Hasta 2019, y como es habitual en el resto de las instituciones de la isla, el grado de ejecución solía estar muy por debajo de las previsiones (75% en 2018, por ejemplo; en 2021 fue del 125%).

El fin, indicó Marí, es que «se ejecute todo el dinero que se presupueste», que «llegue a los ciudadanos», que «reviertan todos los recursos» que hay para «dinamizar» la economía, especialmente con la actual inflación

El fin, indicó Marí, es que «se ejecute todo el dinero que se presupueste», que «llegue a los ciudadanos», que «reviertan todos los recursos» que hay para «dinamizar» la economía, especialmente en un periodo en el que la inflación hace mella en los bolsillos de los ibicencos. Cree que «eso se ha conseguido en 2022» al lograr que Ibiza sea «la isla balear con mayor dinamismo económico», tanto por la labor desarrollada por el sector privado como por la colaboración que este ha mantenido con el sector público: «Hemos acertado con nuestras políticas», lo que en la práctica ha permitido «un crecimiento en uve; la isla cayó más que otras con la pandemia, pero es la que más rápido se ha recuperado».

¿El secreto para que lo presupuestado se ejecute? «Buena planificación y gestión, constancia y tener claro que lo previsto se va a ejecutar», según Marí. Para Javier Torres, «la ejecución presupuestaria es prueba de que el equipo de Gobierno está bien integrado, de que hay confianza y buena relación». «Somos —añadió el presidente insular— una coalición, pero un único equipo de gobierno. Nunca hemos tenido momentos de tensión [en los tres años y medio de mandato] ni crisis, y eso se ha trasladado a ese grado de ejecución». Ninguno mentó directamente a la parca, pero no era difícil adivinar que ambos pensaban en lo mismo: el bochornoso espectáculo que está dando la coalición que gobierna Sant Antoni, precisamente formada por ediles de sus dos partidos (PP y Cs) más el del Pi, y en el que las puñaladas traperas están a la orden del día.

Si hace un año el presidente de Ibiza describía las cuentas para 2022 como las que contribuirían «a salir de la crisis», las de este son «solidarias y comprometidas», especialmente con los «colectivos más vulnerables». Se da por superada (al menos el pandemónium económico originado por el covid) y se apuesta por «consolidar la recuperación», eso sí, en un entorno en el que la inflación es la principal «amenaza», alerta Marí, pues horada «el poder adquisitivo de la población» ibicenca. De hecho, el crecimiento del presupuesto para 2023 (+7,3%) se acerca bastante al incremento medio de los precios que registrará el país al acabar el año.

Uno de los cinco ejes de este presupuesto es el de la solidaridad, del que sus autores destacan el aumento en Bienestar Social, con un total de 33,1 millones de euros (una cuarta parte del total), un 5,4% más que hace un año. En este mandato (desde 2019) ha crecido un 23,9%. Sube un 13% el gasto en Servicios Sociales, un 24,4% las transferencias a ayuntamientos en esta materia, un 24,6% la partida de atención a menores y un 9% la de atención a la diversidad, y un 12,3% lo que se destina a la Oficina de la Dona. Asimismo, habrá 1,5 millones para el centro de baja exigencia de sa Joveria.

Llama la atención que el ya voluminoso apartado del gasto de personal (al que se va uno de cada tres euros del presupuesto) del Consell haya engordado este año nada menos que en un 12,85%

Llama la atención que el ya voluminoso apartado del gasto de personal (al que se va uno de cada tres euros del presupuesto) del Consell haya engordado este año nada menos que en un 12,85%. Se debe, según justifica Salvador Losa, a que se «ha hecho frente al compromiso de la implantación de la carrera profesional «para incentivar el rendimiento del personal», así como al 3,5% en que crecen los salarios y a la creación de nuevas plazas de bomberos especialistas, atención a menores e inspectores de turismo (cuatro). En total, si hace un año se destinaron a este capítulo 35,4 millones de euros, en este hay que sumar a esa cantidad otros 4,5 millones, hasta alcanzar los 40 millones de euros. Es decir, si el gasto en personal suponía en 2022 el 31,6% del total, en 2023 ya es el 33,3%. Y subiendo.

Se compensa ese mayor gasto con el incremento de las transferencias corrientes, que suben a 94,3 millones de euros, unos 20 millones de euros más (+28%) que hace un año. Semejante subidón se debe, básicamente, al aumento en un 29% del sistema de financiación definitivo de los consells (15,4 millones más). Lo que baja, y bastante, es el capítulo de transferencia de capital (de 23 a nueve millones), debido a que se finiquitan los convenios de carreteras con el Estado, si bien se incluyen en él los nueve millones de euros que la Comunitat Autònoma aporta por el sistema de financiación definitivo de los consells.

Otro de los ejes (cinco) es el del «espíritu municipalista», del que el Consell hace gala últimamente, sobre todo, con Sant Josep (pese a ser del PSOE, aunque quizás también por eso, pues las elecciones están a seis meses vista). Se prevén cuatro millones para el cumplimiento de la ley de capitalidad, tres millones para la cooperación municipal, 573.000 euros para la protección del patrimonio y 400.000 euros para la mejora de caminos rurales.

Las cuentas incorporan, además, un ahorro de 4,4 millones de euros en los recibos municipales de basuras y la gratuidad de las escoletas del Consell. Y se prevén 62 millones de euros en inversiones, 50 de ellos a cargo de los remanentes, por ejemplo para la segunda fase del Palau de Congressos y para adecuar la avenida de Sant Jordi, traspasada (por mor del espíritu municipalista) a Sant Josep.

Suscríbete para seguir leyendo