Los representantes de la Federación Empresarial de Restauración de Illes Balears (Ferib) mantuvieron ayer una reunión con la presidenta del Govern, Francina Armengol, y el conseller de Modelo Económico, Turismo y Trabajo, Iago Negueruela, en la sede del Parlament balear, en la que explicaron a los responsables del Govern que la temporada 2022 ha sido «buena a nivel de ventas, pero no de rentabilidad. Existe una preocupación extendida de cara al año que viene por la incertidumbre a nivel nacional y europeo», aseguraron.

Debido al encarecimiento de los suministros (subida del recibo de la electricidad y del gas un 200-300% de media, que representa aproximadamente el 20% de los costes de un negocio hostelero), desde la Ferib se reclaman a la Administración «más ayudas y rebajar los impuestos eléctricos estableciendo suspensiones temporales, moratorias y aplazamientos».

Los integrantes de la federación (integrada en la CAEB) de Mallorca, Menorca e Ibiza -representada por el presidente de la Associació de Bars i Restaurants d’Ibiza (ABRE), Joan Roig- explicaron a la presidenta el problema que ha supuesto el incremento de costes de materias primas (igual que ha subido el coste de la cesta de la compra del ciudadano también lo ha hecho para el restaurador, microempresario o autónomo), proveedores (subidas en hielo, cerveza, pan, café, fruta, bebida, carne…) y transporte (el coste de la insularidad). También la dificultad que entrañan la falta de personal y la competencia desleal.

Además de Roig, acudieron a la audiencia con Armengol el presidente de Restauración Mallorca CAEB, Alfonso Robledo; el presidente de la Associació de Restauració Menorca, José Bosch, y el secretario general de la Ferib, Miguel Planas.