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Solidaridad

Una nave de mil metros cuadrados para la inserción laboral de Cáritas en Ibiza

Con este espacio, la entidad puede optar a hacerse cargo de la gestión de residuos textiles a partir de 2024

La arquitecta Renata Fiorenza muestra una recreación de la nave en Can Pep Xico. | J.A.RIERA

Cáritas Diocesana de Ibiza prevé levantar una nave de mil metros cuadrados, en la finca de Can Pep Xico, para unificar toda su labor de formación e inserción laboral. La entidad dispondría con este espacio de unas instalaciones adecuadas para el tratamiento de la ropa usada, que a partir de 2024 deberá gestionarse como un residuo urbano más por parte de los ayuntamientos.

Cáritas ha presentado este viernes la iniciativa tras el acto de homenaje a su exdirector, Joan Marí. Se trata de un viejo proyecto que redactó el ingeniero Toni Roig en 1998 y que ya obtuvo en su momento la declaración de interés general del Consell de Ibiza. Aunque ahora recupera la idea, Cáritas necesitará encontrar una financiación de unos 2,5 millones de euros.

Plazos

La futura nave, diseñada por el estudio de arquitectura Torres Fiorenza, necesitará entre 12 y 15 meses de trabajo. Este espacio se levantará junto al parque insular de bomberos, detrás de un pinar para reducir su impacto visual desde la carretera, según ha destacado la arquitecta Renata Fiorenza.

La mitad de sus mil metros cuadrados se destinarán al espacio de tratamiento de la ropa usada con el taller de formación laboral ‘A tot drap’. El resto del edificio, de una sola planta, contará con una sala de reuniones y aulas para desarrollar las actividades de inserción laboral de Cáritas. Es el caso de los propios talleres de agricultura y mantenimiento, que ya se imparten en la finca de Can Pep Xico, o todo el servicio de atención para el empleo que se lleva cabo en Vila.

«Con este espacio podremos cerrar el círculo de todos nuestros programas de economía solidaria», ha valorado el coordinador de Cáritas, Gustavo Gómez. Además, con esta nave, la entidad contaría con la infraestructura necesaria para optar a ser la adjudicataria de la gestión de los productos textiles a partir de 2024, cuando entrará en vigor la legislación europea que obliga a su reciclado como un residuo urbano. La entidad, que ya cuenta con 150 contenedores de recogida de ropa por toda la isla, se ha ofrecido a los ayuntamientos para hacerse cargo del servicio.

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