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Santa Eulària reducirá el recibo de la basura a los usuarios con buenas prácticas que se identifiquen

Aprobado por unanimidad el pliego y la licitación del nuevo contrato de limpieza y recogida de residuos con un presupuesto de 88,4 millones por un periodo de 10 años

Un camión descarga un contenedor de papel y cartón en una calle de Santa Eulària. D. I.

Con unos años de retraso, Santa Eulària ha aprobado al fin esta mañana por unanimidad, en un pleno extraordinario, el pliego de condiciones y la licitación del nuevo contrato de recogida de basura y limpieza de las calles y las playas del municipio con un presupuesto de salida de 88,4 millones de euros y una duración de diez años (8,8 millones cada anualidad), con dos posibles prórrogas de un año cada una. El coste del contrato actual de la basura es de 7,2 millones de euros. La subida del coste del nuevo servicio se incluirá en una nueva ordenanza fiscal, pero, según la concejala de Medio Ambiente, Mónica Madrid, aún no se puede cuantificar ni prever el incremento de la tasa hasta que se conozca el presupuesto de adjudicación del servicio.

El nuevo contrato incorpora importantes novedades, en especial la puesta en marcha al fin de la recogida de la fracción orgánica de residuos. Ahora sólo hay un servicio de recogida a los productores singulares.

Otra incorporación clave es el de la identificación de los usuarios, que será voluntaria, para que éstos paguen la tasa de basura en función del buen uso o no que hagan de los contenedores. Este sistema se implantará con un código RFID en todos los contenedores, salvo en los de recogida de vidrio. Se utilizará una aplicación en los teléfonos móviles para que los usuarios se puedan identificar, aunque para «tener en cuenta a toda la población, también se podrá hacer a través de tarjetas o llaveros», según ha explicado en el pleno la concejala de Medio Ambiente.

Un momento del pleno. Ayuntamiento de Santa Eulària.

La tasa de basura será más cara para las personas que opten por no utilizar el sistema de identificación porque se les cargará la reducción de costes que se aplique a los que sí lo utilicen y hagan una buena práctica en la gestión de los residuos domésticos. «Pagarán más los que no se identifiquen porque se da por hecho que lo hacen mal», apunta el técnico de Medio Ambiente, Javier Gómez.

La Ley balear de residuos, aprobada en 2019, daba un plazo de dos años a los ayuntamientos para «reflejar en sus ordenanzas el pago por generación» al objeto de aplicar «el principio del que contamina paga» y con la finalidad también de cumplir los objetivos de reciclaje que marca la normativa europea. El Ayuntamiento de Santa Eulària será el primero en aplicar este principio, aunque no lo hará a través del sistema de pago por generación; es decir, el abono de la tasa en función de los kilos de residuos que se lanza a los contenedores sino por el buen uso de los mismos. «Necesitaríamos un sistema de pesaje que podría inducir a error. Vamos a dar un voto de confianza a los ciudadanos y en la futura ordenanza fiscal se hará un baremo de uso de los contenedores de recogida selectiva.

Cuando se pase por la tarjeta se podrá ver en qué contenedor se ha lanzado la bolsa y con qué asiduidad. Con ello, se aplicará una tarifa especial [más reducida] en los casos que se considere que se hace una buena gestión de los residuos», ha indicado la concejala. Los contenedores también incorporarán un sensor que certificará la introducción de las bolsas.

Los productores singulares sí que pagan en función del volumen de residuos que generan y reciclan. Con el nuevo contrato, se contará de forma automatizada cuántas veces se vacía cada contenedor, por lo que a este sector sí se le aplicará una tarifa por la cantidad exacta de residuos que produce y recicla.

Siguiente paso: bloqueo de los contendores

A medio o largo plazo, cuando el sistema de «incentivos» esté asumido por los ciudadanos, el Ayuntamiento prevé dar un paso más con el cierre de los contenedores y que sólo se abran cuando el usuario se identifique, al objeto de evitar el depósito de residuos impropios y mejorar la eficacia en la recogida para llegar a los objetivos de recuperación de residuos que marca la normativa. Sería como la recogida puerta a puerta, pero a través de los contenedores, según explica el técnico de Medio Ambiente.

Otra de las novedades de la nueva contrata será el cambio del modelo de concesión al de pago por prestación de servicios. Para ello, paralelamente se licitará el servicio de una plataforma en la que la empresa adjudicataria del servicio registrará todas las actuaciones que lleve a cabo. Incluso a través del GPS de los camiones se controlarán los itinerarios, también las máquinas barredoras, por lo que se podrá conocer, incluso en tiempo real, cuándo trabajan y dónde.

Igual con el vaciado de los contenedores y las papeleras. Con toda esta información, se analizarán las posibles desviaciones del servicio, se decidirá cuales son o no justificables y se aplicará un algoritmo para determinar la facturación del coste del servicio. Los seguros, coste de alquiler de instalaciones y otros gastos fijos se abonarán a través de un canon fijo. Con este mecanismo, «se rompe con la opacidad del servicio», ha destacado la edil de Medio Ambiente.

Pleno celebrado en Santa Eulària. Ayuntamiento de Santa Eulària

En aras de la transparencia, el nuevo contrato incorpora la obligación de que los camiones que retiran la carga de los contenedores de reciclaje lleven un letrero luminoso que identifique qué tipo de residuo transportan, con la finalidad de desterrar la idea extendida entre parte de los ciudadanos de que no sirve reciclar porque al final todas las fracciones se mezclan y no se recuperan.

El pliego de condiciones de la contrata recoge una serie de servicios mínimos que se deben prestar para mejorar las condiciones de recogida de basura y limpieza de las cales y playas con la finalidad de que, según la concejala de Medio Ambiente, «Santa Eulària siga siendo el referente en la isla».

Temporada alta de siete meses

Así, se elimina la división del año en tres temporadas distintas y se pasa a dos: temporada baja de cinco meses de duración, y la alta, de siete meses, con lo que se amplía el período en los que debe haber más medios y servicios.

Entre otras cosas, el barrido manual por las tardes pasará de 96 jornadas al año a 395, y de 68 a 150 la hidrolimpieza. También se duplica, de 141 a 277 días al año, el baldeo de calles, al tiempo que el contratista tendrá la obligación de contar con un plan de limpieza especial en el caso de que se produzcan lluvias imprevistas y torrenciales.

Actualmente hay un equipo en temporada que limpia de forma manual las playas seis días a la semana y, con el nuevo contrato, como mínimo habrá tres equipos todos los días de la semana. También se sumará otro tractor al actual. Todos estos servicios, que son mínimos, pueden aumentar según las ofertas que presenten las empresas que opten a la licitación, según ha destacado Mónica Madrid.

En principio, no se prevé cambiar los 300 puntos donde están instalados los contenedores de recogida ni cambiarlos porque se encuentran en buen estado Según ha explicado Mónica Madrid, los contenedores más pequeños de vidrio, envases y rechazo se destinarán a la recogida de materia orgánica, y se comprarán contenedores más grandes para las fracciones apuntadas. «Tendremos más volumen, pero menos contenedores a recoger al objeto de optimizarlos», ha indicado la edil, que ha apuntado además que, aplicando un criterio de economía circular, los nuevos contenedores serán modelos de segunda mano que han sido reconstruidos.

Ahora, tras la publicación de la licitación las empresas que opten tendrán un plazo de 50 días hábiles para presentar sus ofertas. La adjudicataria tendrá luego un margen de seis meses para poner en marcha el nuevo servicio.  

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