Mientras Londres perdía de forma temporal la corona de mayor plaza bursátil europea en favor de París, el Parlament balear le recordaba que en las islas sigue marcando la agenda política. La polémica por la promoción turística entre el Govern, los socios y la oposición que germinó en la capital británica acaparó ayer toda la atención con hasta seis preguntas lanzadas desde la bancada de la derecha con un objetivo claro: hacer emerger las contradicciones que alberga el Ejecutivo balear después del desmarque de Més per Mallorca al anunciar durante la World Travel Market que en las próximas negociaciones exigirán al PSIB de Francina Armengol que renuncie a las grandes ferias turísticas. Balears, capital Londres.

Desde el PP tenían claro que este pleno era clave para tratar de posicionarse como principales defensores del turismo frente a un Govern que había realizado un «esperpento mayúsculo» y había generado una preocupación «absoluta», sobre todo después de que varios tabloides británicos como The Sun aseguraran que la directora insular de Turismo, Lucía Escribano, había declarado que Mallorca ya no quería más turistas de ese país.

«No sobran turistas, se van a otros destinos del Mediterráneo»

La portavoz adjunta, Nuria Riera, sintetizó la posición del partido en una frase: «Mientras buscan su modelo hay 20.000 empresas y 170.000 personas que viven directamente del turismo. No sobran turistas, se van a otros destinos del Mediterráneo».

El titular de Turismo insiste en que se desplazaron hasta Reino Unido para explicar su hoja de ruta y volvió a evidenciar que su mayor preocupación sigue siendo asegurar el empleo: «Somos líderes en recuperación económica. Nunca hemos tenido tantos trabajadores y un paro tan bajo». Armengol fue más allá y aseguró que «tal vez» este debate no es lo más importante para la ciudadanía, a la vez que manifestó que la desestacionalización no comportará una saturación «durante todo el año», como deslizó con preocupación Més per Menorca, sino que será una oportunidad para alargar la temporada en las islas.

Desde El Pi califican esta cuestión de «lamentable» porque es «evidente» que el Govern ha ido a «vender» las islas. Asimismo, acusa al PP de «deslealtad institucional» por criticar desde Londres la labor del Ejecutivo balear. Por su parte, Cs reclama al Pacto que «dejen de mirarse al ombligo y de hacer de sus actos y declaraciones un mero cálculo electoral».