La subida del nivel del mar como consecuencia del cambio climático podrá dejar inoperativas algunas infraestructuras portuarias, como muelles y pantalanes de Balears, así como afectar a la estabilidad de algunos diques por la llegada de temporales que presentarán oleaje de mayor envergadura.

Son algunas de las conclusiones de un estudio elaborado por la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), encargado por la Autoridad Portuaria de Balears (APB), en el que se presenta un plan de adaptación al cambio climático para los puertos de interés general de las islas, según detalló ayer la entidad en una nota de prensa.

Este estudio concluye que la subida del nivel del mar producirá una reducción del francobordo de los muelles y pantalanes donde atracan las embarcaciones o se encuentran algunos servicios a las mismas, hasta el punto de que, en algunos casos, dejen de ser operativos o incluso se inundan las estructuras de atraque de los barcos.

La APB precisa que la subida del nivel del mar, junto al aumento de la magnitud del oleaje, podría producir también daños en los diques, como desplazamientos de los bloques de las escolleras o comprometer la estabilidad de algunos.

Esta investigación contempla dos escenarios climáticos, uno moderado y otro pesimista. El primero asume que se desarrollará una gran concienciación sobre los efectos del cambio climático y se adoptarán políticas activas a nivel internacional para reducir las emisiones.

El peor escenario

Es el escenario más plausible si se llevan a la práctica algunos acuerdos internacionales como el Acuerdo de París (2015).

El peor escenario puede tener lugar si algunos de los grandes países emisores no adoptan políticas agresivas de mitigación del cambio climático o si continúan acciones que lo aceleren. Estos escenarios se han comparado con dos variables temporales, una a corto-medio plazo (2026-2045) y otra a largo plazo (2081-2100).

Además, la UPC ha elaborado un estudio de adaptación a los efectos del cambio climático, en el que por primera vez se realiza un plan de sendas de adaptación de las infraestructuras en los ámbitos de los puertos.

Para ello, se ha determinado el grado de exposición y nivel de vulnerabilidad de los cinco puertos de interés general de Balears, concretamente los de Palma, Alcúdia, Maó, Eivissa y la Savina, además los puertos deportivos de es Molinar y es Portitxol, en Palma.

También se ha elaborado un plan de Atlas de Riesgos y un plan de Alertas Climáticas para cada uno de los puertos estudiados en las islas, así como el desarrollo de sendas de adaptación climática, determinando los puntos de no retorno para que la APB pueda tomar decisiones que se anticipen a los impactos por el cambio climático.