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«No podemos tener juzgados en Ibiza para 130.000 personas cuando en verano llegamos a las 700.000»

Abogados ibicencos secundan la queja de sus colegas baleares ante el TSJB por la saturación en el ámbito judicial

Los retrasos que acarrean algunos juzgados afectan a los ciudadanos y a los propios profesionales. JUAN A. RIERA

Letrados de Ibiza coinciden con las quejas que la junta del colegio de Balears remitió al Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) la pasada semana, por el que denunciaban los retrasos casados por la situación de colapso en las causas del área judicial.

Eva Marí, miembro de la junta del colegio de abogados, reconoce que la Justicia no destaca precisamente por su diligencia, aunque admite que hay retrasos «especialmente sangrantes». El más destacado de ellos es el que carga a sus espaldas la jurisdicción contencioso-administrativa. Los retrasos llegan hasta 2025 en algún juzgado de esta área, afirma Marí. Aunque este tipo de litigios se celebran en la sede de la Audiencia Provincial, situada en Palma, afectan a los abogados y ciudadanos de toda Balears.

En el caso de Ibiza, Marí apunta a los retrasos en los asuntos de familia que se tramitan en los juzgados de violencia sobre la mujer, por lo que ha sido necesario nombrar a jueces de refuerzo.

A estas demoras se añade la que afecta al juzgado de lo social, agudizada por la intensa actividad económica de este verano y el consiguiente aumento de los conflictos en el seno empresarial. Como publicó este diario, algunas de las causas que correspondían a esta rama de la jurisdicción se estaban señalando a un año vista en el mes de agosto. Ocurría así con los juicios por devolución de cantidad.

También en el caso de Ibiza, un asunto particular afecta a la judicatura del ámbito penal. Jesús Herrero, abogado particular, recuerda que aún se arrastran los efectos del incendio de los juzgados. El fuego se desencadenó cuando los de lo civil ya se encontraban en un edificio distinto al que acoge los de lo penal, el que sufrió la devastación de los incendios. Fueron muchos los documentos que se perdieron entonces, y algunos procedimientos acumulan hasta cuatro años de retraso, indica Herrero. Asimismo, el incendio ha conllevado, explica, la prescripción de algunos delitos leves, así como la aplicación del atenuante de «dilaciones indebidas» en otros casos.

En cuanto al ámbito civil,destaca que hay una gran temporalidad entre los jueces, y que la demora varía según los juzgados. «En función del que te toque puede ir el procedimiento como un tiro o se puede eternizar» declara. Son retrasos que afectan a la calidad del servicio judicial, señala Herrero. «Con estos retrasos, la justicia deja de ser justicia», expresa. Remarca que, con procedimientos tan dilatados, ninguna de las partes litigantes puede estar conforme.

Los altos índices de rotación de las plantillas dificultan revertir la situación. Por ello, su estabilización es una de sus principales demandas, señala Marí. También Herrero señala que la eventualidad de los jueces está detrás del retraso en muchos procedimientos.

En general, sostiene, hay una acusada falta de medios en el ámbito judicial. «No podemos tener juzgados para 130.000 personas cuando en verano llegamos a las 700.000», declara, y comenta con resignación: «Solucionamos los problemas como podemos gracias al esfuerzo de todos los operadores implicados».

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