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Literatura

El poeta ibicenco Ben Clark: «La Fundación Antonio Gala es una utopía hecha realidad»

El ganador del premio de poesía Loewe de 2017 se estrena como patrono de esta institución privada que apoya a jóvenes creadores, a la que ha estado vinculada desde 2004, primero como residente y luego como tutor

‘Selfie’ de Sheila Loewe con José María Gala y Ben Clark, en la sala de juntas después del nombramiento del ibicenco como patrono. Sheila Loewe

Ben Clark (Ibiza, 1984) está como un niño con zapatos nuevos. Acaba de estrenarse como miembro del patronato de la Fundación Antonio Gala. Todavía se trasluce en sus palabras la emoción que sintió el pasado viernes cuando fue nombrado oficialmente patrono de esta institución privada nacida en 2002 para apoyar a jóvenes creadores.

«Para mí es un orgullo y una gran alegría poder participar activamente en la gestión y en las decisiones de esta fundación», explica el ganador del premio de poesía Loewe de 2017, que se muestra «muy agradecido» con el patronato y en especial con el presidente, Francisco Moreno, por la confianza que han depositado en él. «Soy el primer residente que forma parte del patronato y puedo aportar esa experiencia de haber estado en la entidad como becado y haber conocido la Fundación Antonio Gala prácticamente desde que arrancó», destaca. Sin duda, ese fue uno de los factores que más tuvieron en cuenta Moreno y el director de la institución, José María Gala (sobrino de Antonio Gala), cuando este verano le propusieron ser patrono.

El poeta y traductor ibicenco ha estado vinculado a la Fundación Antonio Gala desde que en 2004 fue uno de los becados de su residencia artística. Continuó la relación a lo largo del tiempo presentando allí sus libros y en 2019 estrechó los lazos al convertirse en tutor de poesía de la institución, cargo que ahora compaginará con el de patrono. Lo cuenta por teléfono mientras está de camino a Mérida, la ciudad donde ha establecido su base y desde la que viaja con frecuencia a Salamanca, donde imparte un Máster de Escritura Creativa; a Córdoba, donde está la entidad sin ánimo de lucro creada por Antonio Gala, y, siempre que puede, a Ibiza, donde residen sus padres.

Hay muchos proyectos en la cabeza de Clark para la Fundación Antonio Gala ahora que forma parte del órgano que decide sobre la gestión de los recursos y el funcionamiento de la entidad. «Lo que más me gustaría es buscar sinergias y relaciones con otras residencias artísticas con objetivos parecidos», explica.

Presentación de la nueva promoción de residentes de la Fundación Antonio Gala. Alberto de la Rocha

Estreno con discurso

El nombramiento de Clark el pasado viernes coincidió con la presentación de la promoción número 21 de residentes de la Fundación Antonio Gala. Tras la reunión en la que se votó convertir a Clark en nuevo patrono, se llevó a cabo el acto de bienvenida a los catorce nuevos becados en los cuatro apartados de esta residencia, poesía, artes plásticas y visuales, composición musical y narrativa.

El ibicenco se estrenó en el cargo dirigiendo unas palabras a los jóvenes. «Les dije que veía en ellos la ilusión e incertidumbre que sentí yo cuando entré en 2004 y les comenté que esa incertidumbre era lógica porque el futuro, con la guerra de Ucrania y las crisis climática y económica, se presenta lleno de retos», detalla. También les garantizó que esa sensación de incertidumbre desaparecería en los ocho meses que dura la residencia porque la Fundación Antonio Gala «es una especie de utopía hecha realidad, un espacio sin incertidumbre, un lugar sólido que acoge y donde pueden sentir la seguridad de trabajar en un proyecto artístico sin sentir presión del mundo exterior».

Antonio Gala con residentes de 2004, a su izquierda, el pintor Guillermo Mora, y su derecha el escultor Pedro Quesada y Ben Clark Paco Montañés

Pasar por una residencia artística como la de la Fundación Antonio Gala marca y eso lo sabe bien Clark, para el que esta experiencia fue muy valiosa. Durante los ocho meses que estuvo allí escribió el poemario ‘Cabotaje’, que obtuvo «el premio Art Jove de Balears en castellano», y gran parte de ‘Los hijos de los hijos de la ira’, premio Hiperión. Sin embargo, si tuviera que resaltar algo de lo mucho que le aportó aquella experiencia destaca lo que aprendió de sus compañeros. «Me di cuenta del impulso creativo que tenemos en común todas las personas que intentamos sacar algo de la nada. El proceso del dramaturgo o del pintor no es tan distinto del del poeta, los problemas y las dudas son los mismos. Al estar en la Fundación uno descubre que está mucho más acompañado de lo que creía en este camino», reflexiona. Por supuesto, también «fue un gran privilegio» conocer en persona y disfrutar de los consejos del que es el presidente de honor, el escritor Antonio Gala, que vive en la sede de la institución ( el antiguo Convento del Corpus Christi). «Ahora tiene 92 años y su salud es muy delicada, pero en mi época estaba en plena forma y nos visitaba con cierta asiduidad. Sin duda, haberlo conocido y tratado es una de los grandes privilegios de mi vida», afirma.

PROYECTOS

Un libro homenaje a la ciudad de Eivissa

Entre los proyectos que el poeta ibicenco Ben Clark tiene entre manos está uno que está llevando a cabo con el Ayuntamiento de Eivissa y del que solo avanza que «es un libro homenaje» a Vila. Además, tiene previsto publicar en 2023 un nuevo poemario.

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