El Informe Mar Balear 2022 apunta un aumento de la cantidad de peces en las reservas marinas de las islas, lo que supone que se conviertan en zonas «más atractivas» para realizar inmersiones, que se han cuadruplicado desde 2005 por cada kilómetro cuadrado protegido.

Con todo, este informe advierte de que existen zonas protegidas que muestran ciertos decrecimientos, como la Costa Noreste de Ibiza-Tagomago, el Parque Nacional de Cabrera y el Parque Natural de s'Albufera des Grau, probablemente debido a «una menor restricción pesquera y/o diferencias entre hábitats».

Según señala el documento, la superficie de reservas marinas de interés pesquero en Balears ha crecido desde 1982 hasta sumar 664,4 kilómetros cuadrados, aunque los expertos que han elaborado este documento advierten de que la pesca se encuentra prohibida únicamente en un siete por ciento de esta superficie -un 0,16% del mar balear-, un valor «muy alejado del compromiso asumido por el Gobierno de España de proteger un diez por ciento de la superficie marina con un alto nivel de protección».

Así, el informe reitera que la gran mayoría de Áreas Marinas Protegidas (AMP) tienen incrementos en la biomasa de peces vulnerables a la pesca. Algunas de estas son el Levante de Mallorca, la Isla del Toro, sa Dragonera, es Freus entre Ibiza y Formentera, Islas Malgrats, Norte de Menorca, Punta de sa Creu, Migjorn de Mallorca, Bahía de Palma e Illa de l’Aire, en Menorca.

Las capturas caen un 44%

Por otro lado, el informe también ha actualizado información sobre las capturas pesqueras y los estados de los stocks de pesca de Balears.

En este sentido, las capturas pesqueras de 2021 han disminuido un 44% respecto a las de 2022 «como consecuencia directa de una reducción de la flota pesquera profesional».

La gamba roja es la especie capturada de la que se derivan más ingresos (4,5 millones de euros anuales). Actualmente, según el documento, esta población se encuentra en estado de sobreexplotación.

Por su parte, en el texto se destaca que la pesca de la cigala se hace de manera sostenible, ya que las capturas están por debajo de su rendimiento máximo posible, al tiempo que desde 2010 se ha registrado un aumento «significativo» del stock de reproductores de atún rojo en aguas del mar balear.

Además, la raya Raja clavata, es el elasmobranquio más capturado en 2021 y representa casi el 50% de todas las capturas desembarcadas en la lonja de estas especies, aunque no se tienen datos sobre el estado de sus poblaciones.

Más licencias de pesca

Por último, el Informe Mar Balear 2022 establece que el número de licencias de pesca recreativa ha aumentado durante los años de crisis, con una media de 45 embarcaciones de este tipo por cada embarcación de pesca profesional.

Este documento, como se indica en una nota, «es un proyecto colaborativo donde participan todas las instituciones de investigación marina de las islas y entidades públicas y privadas».

Recoge, apuntan, «la mejor información disponible sobre el mar Balear para poder mejorar los esfuerzos de gestión y detectar los vacíos de información de la investigación marina».