La Asociación de Padres y Madres de alumnos del colegio Can Raspalls de Sant Jordi denunció ayer, a través de un comunicado el «grave peligro» al que se enfrentan sus hijos y el personal del centro cada día por el «mal estado de toda la carpintería de aluminio del centro», que afecta sobre todo a las ventanas, que ya han dado más de un susto a los menores.

En la nota recuerdan que en el mes de febrero del pasado año un gran ventanal de una de las aulas de Infantil se salió de su guía y cayó sobre unos alumnos. «Por suerte, la educadora pudo sujetarlo y no se hubo que lamentar males mayores. Este primer ventanal ya dañado no fue sustituido hasta el pasado mes de agosto 2022, y queda pendiente la sustitución del resto de aluminio de las ventanas del centro», señalan.

Durante el curso 2021-2022 ya reclamaron la sustitución del aluminio tras un informe del técnico de la administración local, que corroboraba que la totalidad de la carpintería de aluminio del centro «está en mal estado y que es un grave peligro para todas aquellas personas que hacen uso del mismo».

El pasado 10 de octubre, un ventanal del aula de psicomotricidad de infantil se salió también de su guía, quedando totalmente inutilizada. Y al día siguiente, durante los trabajos de limpieza del centro, otro de los grandes ventanales, esta vez de una clase de tercer curso de Primaria, se salió también y ha habido que reubicar a los alumnos en otra clase.

El centro informó de lo sucedido al Ayuntamiento de Sant Josep y a la conselleria balear de Educación para pedir una solución urgente, recuerdan los padres. «El Ayuntamiento realizó actuaciones de manera inmediata, fijando las ventanas accidentadas para que no se puedan manipular. Estas actuaciones nos parecen insuficientes, pobres y provisionales. Si bien se han ‘reparado’ dos de los ventanales que ya han salido de sus guías con riesgo de caída, quedan más de 20 aulas (todas ellas con ventanales pesados de más de dos metros) a las que deberán poner solución antes de que tengamos que lamentar una tragedia», destacan.

Confianza y seguridad

«Tanto el equipo directivo del centro, como las familias de alumnos insistimos en que nos faciliten un informe técnico en el que se transmita la tranquilidad de que los alumnos pueden volver a sus aulas con confianza y de manera segura», señalan.

«Desde la Asociación de padres y madres de alumnos -insisten-, exigimos una solución real ante el riesgo al que son sometidos nuestros hijos cada vez que asisten a clase. Solicitamos que se refuercen de manera eficiente todas las ventanas del centro escolar como medida temporal hasta la sustitución definitiva de la carpintería de aluminio».

También reclaman un informe que acredite que las reparaciones temporales que se han llevado a cabo en los últimos meses son seguras y que los menores pueden seguir asistiendo al centro con total seguridad».