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Una casa gasta más de un millón de litros de agua en tres meses y Sant Josep instala limitadores de caudal

Una vivienda consume de media 40.000 litros en un trimestre, según datos ofrecidos en una ponencia sobre sostenibilidad en el congreso de Viviendas Turísticas Vacacionales

Representantes del Consell y de cuatro ayuntamientos ayer en el Centro Cultural de Jesús. PIMEEF

Alrededor de 1.300 metros cúbicos en solo tres meses o, lo que es lo mismo, un millón trescientos mil litros en apenas 90 días. Es el gasto de agua que hace una vivienda situada en Platges de Comte en los meses fuertes de la temporada turística, cuando lo habitual es que una casa con cuatro personas, de media, consuma entre 35 y 40 metros cúbicos al trimestre. Es uno de los datos más llamativos que ofreció ayer el alcalde de Sant Josep, Ángel Luis Guerrero, en el debate político sobre la sostenibilidad celebrado durante el Congreso de Viviendas Turísticas Vacacionales de Ibiza.

Aunque el primer edil no especificó si se trata de una casa turística o no, lo que sí que dijo es que no es la única, aunque sí la que mayor consumo registra. Hay alrededor de una veintena de viviendas en una situación similar en el municipio, lo que ha llevado al Ayuntamiento a instalar limitadores de caudal. «No podemos dejar de suministrar agua porque la ley no lo permite, pero sí podemos poner limitadores y cuando se llega al límite diario, se reduce la presión», matizó Guerrero. «Es la primera vez que se ponen reductores de caudal, por lo que ahora, cuando damos nuevas autorizaciones, limitamos a 250 litros diarios por persona», añadió. En cuanto a los posibles motivos de a qué puede deberse un consumo de agua tan elevado, el alcalde de Sant Josep aseguró que al mantenimiento de jardines tropicales.

Precisamente el consumo de agua fue uno de los puntos tratados ayer por la Alianza por el Agua en el congreso. La secretaria general en las Pitiusas, Alicia Morales, alertó de que «o empezamos a hacer cambios en la gestión del agua o tendremos problemas porque no vamos a tener agua ni para tirar de la cadena en unos años». Es más, recordó que los acuíferos de la isla «no están en condiciones de poder estar extrayendo agua como si no pasara nada porque la situación actual es bastante grave».

En este sentido, habló de una serie de medidas que podrían relajar la situación actual y que podrían implantar tanto establecimientos hoteleros como viviendas turísticas y particulares. Se centró en cuatro puntos: regeneración y reutilización de aguas residuales, mejora de la eficiencia, control del consumo y fugas y almacenamiento y utilización de las pluviales. «Esto también necesita de la conciencia del cliente», recalcó Morales.

Por ello, propuso, entre otras cuestiones, que los alojamientos instalen sistemas de reducción de caudal en la grifería, sistemas de recirculación/recuperación, de reducción de consumo de WC, de riego de bajo consumo y manejo de piscinas. «No se puede abandonar la piscina. Es mucho más rentable mantenerla en invierno que vaciarla y llenarla cuando se vuelva a usar», reiteró Morales que también habló de la posibilidad de que se instalen medidores de flujo (analógicos o digitales con visualizador) para que los clientes vean, a tiempo real, el consumo de agua que realicen. «A veces esto impacta y ayuda a reducir el gasto», indicó.

Por su parte, la fundadora del Laboratorio de Transformación Sostenible, Sofía Ribas, subrayó la importancia de cambiar la forma de pensar. «Nuestra economía es lineal: producir, usar y tirar, y está basada en un crecimiento infinito bajo la premisa de consumir más y extraer cada vez más recursos. Lo que busca la economía circular es, básicamente, intentar mantener el valor de los recursos dentro de la economía durante el mayor tiempo posible y reducir al mínimo nuestra generación de recursos», explicó.

Por ello, lo que buscan las islas, añadió, es que el sector turístico tenga un impacto regenerativo. ¿Y cómo se consigue esto? Desvinculando el uso y el consumo de los recursos del crecimiento económico, reduciendo los costes, captando talento, impulsando la diferenciación ante la competencia, favoreciendo la desestacionalización y reduciendo la huella ambiental del turismo.

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