La Autoridad Portuaria de Balears (APB) ha incorporado tres equipos autosuficientes energéticamente para limpiar los puertos de Ibiza y Formentera. Se trata, según ha informado el ente portuario en una nota prensa, de unos dispositivos sostenibles y «únicos» en el litoral español, y que permitirán también reducir la huella de carbono de su actividad.
Desde la APB han destacado la importancia de la limpieza de la lámina de agua de estas zonas, ya que revierten en una mejora de la seguridad del puerto, «reduciendo las colisiones con grandes objetos, hélices bloqueadas y averías por obstrucción en los circuitos de refrigeración».
En el caso del puerto de Ibiza, que cuenta con 818.000 metros cuadrados de lámina de agua, la APB informa que se requieren de 38 medias jornadas al mes -así lo contabiliza el ente portuario en su comunicado- de trabajo para mantener el espacio en perfectas condiciones. En el caso del puerto de la Savina, en Formentera, sus 53.000 metros cuadrados requieren seis medias jornadas mensuales de mantenimiento.
Los dispositivos autosuficientes energéticamente son tres embarcaciones, encargadas de prestar el servicio de limpieza. La primera, 100% eléctrica y solar, cuenta con una gran pala central hidráulica, capaz de recoger objetos que van desde los 10 milímetros a una tonelada, y está diseñada para trabajar en zonas poco profundas.
Una segunda embarcación realiza la limpieza de zonas de mayor riesgo y condiciones de mala climatología y opera en las actuaciones de lucha contra la contaminación. Es híbrida y cuenta con placas fotovoltaicas y motor eléctrico.
Por último, el equipo se complementa con un dron de limpieza de superficie de dos metros de eslora y una cesta de carga para recogida de residuos marinos de 250 litros de volumen y una autonomía de ocho horas. En este caso, está pensado para llegar a las zonas de más difícil acceso entre pantalanes y barcos.
La empresa Patena Pitiusas, encargada de la limpieza de los puertos, se compromete a no superar los veinte residuos en un área de 50.000 metros cuadrados. El servicio, gestionado por un equipo de profesionales de guardia 24 horas los 365 días del año, responde a posibles incidencias con un tiempo de respuesta máximo de 30 minutos.
