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El juez rechaza la suspensión cautelar del día libre de los taxistas de Ibiza en verano

Considera a través de un auto que el posible perjuicio económico de la medida del Ayuntamiento de Eivissa no es irreparable y hay que esperar a que se resuelva el litigio

Caravana de protesta de taxistas por la ciudad de Ibiza el pasado mes de diciembre. JA RIERA

El Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Palma ha desestimado la medida cautelar solicitada por la Asociación de Taxistas Autónomos de Ibiza, la mayoritaria en la capital de la isla, para que se deje en suspenso el calendario aprobado por el Ayuntamiento de Eivissa que por primera vez ha obligado, mediante la paralización del vehículo, a descansar un día a la semana durante los meses de temporada turística.

La asociación mayoritaria de taxistas de Vila presentó un recurso contencioso administrativo contra el calendario y, paralelamente, pidió, como medida cautelar, su suspensión hasta que se resuelva el litigio. Sin embargo, el juzgado ha desestimado dicha pretensión al entender que no se dan los supuestos que determina la ley reguladora de la jurisdicción contencioso-administrativa ni la jurisprudencia, como que «sea patente un incumplimiento legal de tal índole que sea innecesario entrar en el fondo del asunto para su resolución».

Las medidas cautelares se aplican cuando concurren daños y perjuicios de «imposible o difícil reparación». No es el caso para el juez, que señala: «No se ha acreditado [por parte de la asociación de taxistas] que los posibles perjuicios, de carácter económico o de otro tipo, tengan un alcance irreparable, sino que podrán ser cuantificados y, si procede, objeto de la correspondiente indemnización en caso de ser estimado el recurso.

Además, el magistrado señala que el recurrente «no ha justificado en lo más mínimo, más allá de un esbozo general» el posible perjuicio económico que le ocasiona la obligación de para el taxi un día a la semana. «No se observa, pues, que exista causa que impida aplicar la regla general de la eficacia y la validez de los actos administrativos, manteniendo su ejecutividad. No hay duda de que, cualquiera que sea el resultado del pleito, no se habrán producido daños o perjuicios de carácter irreparable», concluye el magistrado en el auto, contra el que cabe un recurso de apelación.

En principio, el Ayuntamiento decidió a finales del año pasado que los vehículos se queden una jornada por semana en el garaje durante el verano (en invierno se trabajan cuatro días y se paran dos) después de que los taxistas no aceptasen la propuesta del concejal de Movilidad, Aitor Morrás, de instalar un sistema de control (huella dactilar, por ejemplo) para verificar que los conductores descansan un día de la semana. Morrás dijo que en ese caso no se obligaría a parar los taxis. El concejal de Unidas Podemos ya anunció esta medida a principios de 2020 pero se pospuso por culpa de la pandemia. Hubo reuniones hace dos años sobre este asunto, pero los taxistas hicieron caso omiso. El también segundo teniente de alcalde de Vila justifica que esta medida es necesaria para garantizar «la seguridad y la calidad del servicio».

La decisión de Morrás dejó descolocados a los taxistas, que, a finales del año pasado, convocaron infructuosamente varias movilizaciones de protesta. Entonces, el presidente de la asociación mayoritaria de taxistas de la ciudad, Alejandro Cardell, aseguraba que era «sorprendente que un concejal» pusiera «en duda» que tanto los trabajadores asalariados como los conductores titulares de una licencia de taxi disfrutan de «días libres y jornadas adecuadas a la ley». Cardell insistía en que las libranzas se acuerdan entre los trabajadores y los empleadores.

«Es verdad que somos un servicio público, pero explotado de manera privada. Regulamos nuestros días libres con los empleados y vuelvo a recalcar que todos los taxistas libramos», abundó Cardell.

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