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Las herencias en vida en Ibiza y Formentera se modernizan y se blindan ante reclamaciones de Hacienda

El Parlament aprueba por unanimidad la toma en consideración de una nueva ley que adapta a la realidad social actual los pactos sucesorios que entrará en vigor a finales de este año o en enero

La presidenta, Francina Armengol, con los portavoces de los grupos y representantes del Consell Assessor del Dret Civil balear. | D. I.

El Parlament balear aprobó ayer por unanimidad la toma en consideración de la nueva ley de sucesión voluntaria paccionada o contractual de Balears, impulsada también en consenso por todos los grupos de la cámara balear, que regula los llamados pactos sucesorios o herencias en vida. Con esta iniciativa legislativa, se pretende «modernizar» y «adaptar» a la realidad social actual el antiguo derecho foral propio de las islas y blindarlo ante posibles reclamaciones de Hacienda, según destacaron ayer la mayoría de los portavoces de los grupos parlamentarios.

Por ejemplo, una de las novedades de esta ley que afecta a los pactos sucesorios de las Pitiüses es que, tras su entrada en vigor, prevista a finales de año o enero, quedará regulada la posibilidad de que el instituyente (se evita precisamente la palabra donante) tramite el número de pactos sucesorios que considere, siempre y cuando «no entre en contradicción con los anteriores». La Compilación del Derecho Civil pitiuso, la norma que regula el derecho civil propio, no limita la cifra de herencias en vida, pero cuando se llevan a cabo «más de dos», Hacienda lo interpreta como «otra cosa» a efectos tributarios, según Mariano Juan, presidente del Consell Assessor del Dret Civil propi de les Pitiüses, que también ha participado en la elaboración de la nueva legislación.

Así, la nueva ley, aunque no regula la cuestión fiscal, elimina cualquier posible confusión o interpretación alternativa que permita a Hacienda imponer una carga tributaria mayor. Precisamente, algunos de los portavoces parlamentarios destacaron que antes de la reforma de la ley de impuestos y sucesiones, en 2006, en la cual se redujo la carga fiscal de los pactos sucesorios, el uso de esta figura del derecho civil propio era «residual» en Balears. El «empujón definitivo» se produjo tras una sentencia en marzo de 2016, según Joana Campomar, de Mes per Mallorca. «Dejaron de estar penalizados tributariamente. Ahora entre el 30-40% de la liquidación de los impuestos de sucesiones proceden de estos pactos», añadió.

De hecho, la nueva ley incluye una disposición adicional segunda que señala que la Comunitat Autònoma tiene que promover y velar por la aplicación del derecho civil propio de cada isla y también para que, «en ningún caso, se puedan adoptar medidas que perjudiquen o desincentiven su aplicación». «Es una clara referencia a que no haya modificaciones tributarias que graven más estas figuras y dejen de utilizarse», dice Juan.

Finiquito de legítima parcial

Otra de las novedades de la nueva legislación que afecta a las Pitiüses es la introducción de la posibilidad de que se pueda llevar a cabo una herencia en vida a cuenta de la legítima (finiquito de legítima) del heredero que sea parcial. Hasta ahora era total. Esto implica, según explica Mariano Juan, que se trata de una liquidación del patrimonio presente y que, si por ejemplo, el instituyente aumenta en el futuro sus bienes (le toca la lotería), el heredero tiene derecho a la legítima del incremento.

También se regula que los menores a partir de 16 años puedan ser beneficiarios de un finiquito de legítima. Además, un heredero discapacitado también puede ser beneficiario de un pacto sucesorio con «los complementos que establezca la legislación estatal». «Es importante para los padres que quieran dejar arreglado su legado y sus hijos no tengan problemas luego», apunta Juan.

Otro asunto capital es el de las revocaciones, la anulación, de los pactos sucesorios, por falta de afecto o no cumplir las condiciones pactadas. De hecho, con la pandemia han surgido muchos casos de personas que han decidido dar marcha atrás a su pacto sucesorio al verse desatendidos por sus herederos, según las fuentes consultadas.

«Ha habido una explosión de estos pactos, ahora son un tema de conversación familiar»

La portavoz del grupo socialista en el Parlament, la ibicenca Pilar Costa, destacó que los pactos sucesorios no se circunscriben ya a un «debate jurídico», sino que «afectan a la vida cotidiana de muchas personas, que quieren dejar arreglada en vida su sucesión o bien pactarla con sus herederos». En este sentido, el diputado por Formentera, Antonio Sanz, también del PSOE, destacó que en los últimos años ha habido «una explosión de este tipo de pactos». «Ahora es un tema de conversación familiar. Todos conocemos a alguien que ha hecho este tipo de pactos y pueden disfrutar ahora de una vivienda que sus padres o abuelos le han podido traspasar en vida», indicó. Por su parte, el diputado del PP Juan Manuel Lafuente resaltó que con esta ley se defiende «el derecho sucesorio sin capacidad confiscatoria... sin que los ciudadanos se vean masacrados en impuestos y que la cuestión fiscal haga inútil una figura civil existente». Por otra parte, a petición del Consell Assessor de Dret Civil propi de las Pitiüses, la nueva ley prevé que en el plazo de dos años se refunde la nueva normativa en el título que afecta a las Pitiüses en la Compilación del Derecho Civil de Balears para no quebrar la unidad del derecho civil propio pitiuso.

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