Primero fue el Grup d’Estudis de la Naturalesa (GEN-GOB), luego se sumó la plataforma Prou y ahora lo hace Amics de la Terra. Los principales movimientos ecologistas de la isla se posicionan en contra del proyecto que promueve el Servicio Estatal del Suelo (Sepes), del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, para construir 532 viviendas de protección oficial (VPO) en Ca n’Escandell y la reconversión de la zona en un gran parque urbano.

El Ayuntamiento de Ibiza también contempla construir un campo de fútbol, un nuevo instituto y la ampliación del colegio de Can Cantó.

Amics de la Terra no sólo «suscribe» las críticas del GEN-GOB sino que «animan a cuestionar cualquier nueva promoción y el modelo actual». Pese a reconocer «la necesidad» de que haya vivienda a precio asequible para «una gran mayoría» de la población, este grupo ecologista lanza la pregunta de si Ibiza, «con un territorio limitado», puede seguir soportando estas nuevas promociones o casas en el campo, ya sea en Vila o en cualquier otro municipio de la isla». «Lo que realmente importa es saber si en unos años la población ibicenca tendrá suficientes recursos para seguir viviendo en este trocito de tierra», defiende.

Y tiene la respuesta: «Los datos científicos dicen que no. Sólo hay que observar los diagnósticos que se han hecho en los últimos años, ya sea el del PTI y otros informes ambientales». «Otra cosa es comprender la magnitud y las implicaciones que supone, aceptarlo y actuar en consecuencia», indica Amics de la Terra a través de un comunicado de prensa.

El grupo ecologista advierte acto seguido de que «no hay milagros ni tecnologías mágicas ni fantásticas que puedan evitar una pregunta obvia: ¿hasta dónde y cuándo podemos seguir así?». «Nosotros tenemos una respuesta clara, pero debe ser la sociedad en conjunto la que debe encarar con urgencia esta cuestión», dice.

«Empezar la casa por el tejado»

En este sentido, Amics de la Terra advierte que seguir «ignorando» este asunto supone «empezar la casa por el tejado». «Arrastramos demasiado tiempo sin querer escuchar una realidad incómoda pero cierta», añade.

Las «urgencias del día a día» y «la propia inercia del modelo» provocan que la sociedad no sea capaz de detenerse ni un minuto para «cuestionar y replantearse las cosas», según destaca la nota de prensa.

«Tenemos la gran responsabilidad de ser los cuidadores de la herencia que nos han legado y que legaremos a nuestros hijos y las futuras generaciones. No podemos seguir construyendo y sepultando más territorio ad infinitum», apuntan los ecologistas, que recuerdan, además, los impacto del coste energético, el consumo de agua y la generación de residuos que provoca este modelo.

Por ello, Amics de la Terra «apuesta por cuestionar en profundidad esta nueva promoción de viviendas o cualquier otra en construcción o proyectada». «Nos ofrecemos para buscar soluciones que nos ayuden a llevar a cabo una transición ecosocial, justa, solidaria y respetuosa con los recursos naturales», concluye.