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Alta mortalidad de la posidonia cuando el calor aprieta en el mar en Baleares

Un estudio en el que han participado investigadores del CSIC en Balears alerta de que los episodios de muerte en especies marinas con altas temperaturas marítimas son cada vez más frecuentes

Un buceador de la iniciativa Xarxa Posidònia. | SALVEM SA BADIA

Un estudio en el que han participado investigadores del CSIC en Balears y que ha estudiado eventos de mortalidad masiva de especies marinas por olas de calor en el Mediterráneo, indica que no son episodios aislados sino recurrentes y que cada vez son más frecuentes.

El reciente estudio, liderado por el Institut de Ciències del Mar (ICM-CSIC), muestra que entre 2015-2019 el Mar Mediterráneo experimentó olas de calor marinas que provocaron eventos de mortalidad masiva de especies marinas.

Dicho estudio, publicado en Global Change Biology, lo han realizado 33 equipos de investigación de 11 diferentes países, entre los que se encuentran el Centro Oceanográfico de Baleares (COB, IEO – CSIC) y el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados del CSIC en Balears, Imedea, informó la representación del CSIC en el archipiélago.

Con el gran número de equipos que han participado se ha podido obtener una abundante base de datos sobre los episodios de mortalidad en especies marinas que indican, además, que estos episodios no son aislados, sino recurrentes a lo largo de todo el Mediterráneo y que cada vez son más frecuentes.

La investigación recopiló información sobre estudios de campo acerca de la presencia de mortalidad masiva de especies bentónicas marinas (asociadas al fondo marino). Estas mortalidades masivas afectan a especies estructurales clave de los ecosistemas marinos como corales, gorgonias y esponjas, cambiando por completo los ecosistemas, causando una pérdida de complejidad, robustez y biodiversidad.

El estudio muestra que estos episodios serán más frecuentes en el futuro.

El investigador del Imedea, Eneko Aspillaga, destaca «la importancia de los grandes esfuerzos colaborativos entre investigadores de diferentes países para dar respuesta a los grandes retos ecológicos que supone el cambio climático. Sin este tipo de estudios es muy difícil abordar el efecto de cambios tan masivos y a una escala tan grande como los derivados del cambio climático».

Aspillaga destaca la oportunidad con la que se ha conocido este informe: «Este estudio justo se ha publicado -por casualidad- en un momento especialmente oportuno debido a la ola de calor que estamos viviendo durante el último mes». «Este año se están batiendo récords en la temperatura del agua, lo que seguramente pasará factura en los organismos sensibles al cambio climático. Este artículo pone de manifiesto la necesidad extrema de revertir las tendencias de emisión de gases de efecto invernadero, ya que si no, lo único que podemos hacer es ser testigo de una imparable degradación del medio ambiente».

Otra contribución a este estudio la realizó Nuria Marbá, investigadora del Imedea y experta en Posidonia oceánica, aportando datos de dicha especie. Las praderas de posidonia constituyen uno de los hábitats más emblemáticos del Mediterráneo y es una de las especies más afectadas por los episodios de mortalidad.

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