Mucho antes de que el concepto ‘desestacionalización’ se convirtiera en un lugar común entre políticos y hoteleros, José Tur Olmo empezó a reivindicarlo para tratar de evitar la saturación de los servicios turísticos en los meses de julio y agosto y diversificar una oferta entonces enfocada exclusivamente a los visitantes de sol y playa. Sobre todo, siempre se mostró muy crítico con el turismo de borrachera, que denominaba «baratero» y en los momentos menos boyantes de Eivissa como destino, a principios de los noventa, fue de los primeros en reclamar una apuesta por la exclusividad, entonces representada por el sector náutico o su deporte favorito, el golf.
Con la muerte de José Tur Olmo, ayer a los 91 años de edad, se «pierde a un embajador de primera línea de nuestra tierra» y uno de los «referentes durante el proceso de transformación de una sociedad eminentemente rural a otra enfocada a los servicios», lamentó el Ayuntamiento de Santa Eulària. De hecho, su familia era una de las pioneras del turismo en esta localidad, donde su abuelo regentó Can Fita, la primera fonda y pensión del pueblo, según recoge la Enciclopèdia d’Eivissa i Formentera.
Formación
Desde bien joven tuvo clara su vocación y se marchó a Suiza para formarse en la organización de empresas turísticas en la Escuela Superior de Hostelería de Lucerna. Amplió sus estudios en prensa, marketing y relaciones turísticas en este mismo centro y después en la Universidad de Cornell.
Tras su etapa de estudiante, dio sus primeros pasos profesionales en diferentes hoteles de Alemania hasta regresar a Eivissa, donde inauguró como director el hotel s’Argamassa en 1964. Viajero empedernido, también dirigió establecimientos hoteleros en Canarias y Mallorca, además de residir una temporada en Madrid trabajando para el departamento de prensa y marketing de la cadena hotelera Meliá, según detalla la Enciclopèdia.
Tras su periplo en el sector hotelero, Tur Olmo ingresó como directivo de Bankunión en 1977 y se jubiló en el Banco de Crédito Balear.
Lejos de retirarse, Tur Olmo pudo dedicarse entonces por entero a otra de sus grandes pasiones: los viajes y las colaboraciones para la prensa especializada. Así, desde 1991 fue corresponsal en las Pitiüses de la revista Editur, además de miembro de la Asociación catalana de periodistas y escritores de turismo (Acpetur) o de la Federación española de periodistas y escritores de turismo (Fepet), entre otras entidades.
También en esa época se convirtió en cronista habitual de la actualidad pitiusa, con especial atención a los temas relacionados con el turismo, como columnista de Diario de Ibiza primero y después para el extinto semanario Proa. Tur Olmo frecuentaba las redacciones de ambos medios, donde su presencia se recibía con alegría.
Siempre se mostró dispuesto a ayudar al personal con cualquier duda que se le planteaba, a lo que ayudaban sus dotes para la conversación, su afable bonhomía, una visión escéptica de la actualidad política y la gran atalaya que le había proporcionado su vasta cultura viajera.
Escritor
En 2007, el Consell de Eivissa editó un recopilatorio de sus artículos en Diario de Ibiza y Proa, ‘Desde mi Ocio’, su segundo libro después de publicar ‘Rutas per Catalunya’. En ese momento, Tur Olmo presidía Fomento del Turismo de Ibiza, un cargo que ocupó entre 2004 y hasta 2010. Los primeros objetivos que se marcó al frente de la entidad fueron recuperar algunos mercados que flojeaban en esos años, como el alemán y, sobre todo, el escandinavo, que apenas tenía incidencia a pesar de que había llegado a ser fundamental en sus inicios profesionales.
El velatorio de José Tur Olmo, que deja viuda, tres hijos y varios nietos, se llevará a cabo esta tarde a partir de las 16 horas en Pompas Fúnebres. El entierro tendrá lugar en la iglesia del Puig de Missa a las 19.30 horas.
