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La ‘trascolada’ del vino de Jesús, al más puro estilo tradicional

El caldo va a fermentar alrededor de cuatro meses en unas garrafas para poder usarse durante la Navidad y otras festividades del pueblo

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'Trascolada' del vino de Jesús. Irene Vilà Capafons

Con un gran barreño lleno de uvas pisadas encima de un remolque y el pueblo de Jesús preparado con jarras, ayer se celebró en esta localidad la trascolada del vi, un proceso que se realiza al pasar el zumo que la uva deja al machacarse a las garrafas en las que fermentará durante unos cuatro meses. Casi cien litros y cinco garrafas fue lo que dejó el trasiego del vino, que duró poco menos de una hora. El pasado sábado, ya se realizó en Jesús la tradicional fonyada de raïm, que lleva alrededor de once años haciéndose con la participación de niños y adultos.

A las 19 horas empezó puntual la trascolada en la plaza del pueblo, acompañada por el alboroto de algunos niños que jugaban en el parque. Con cuidado, los vecinos iban abriendo el barreño, que tenía un trozo de frígola para hacer de tapón mientras llenaban las jarras.

«Empezamos con esto ya que como las fiestas coincidían con la época de la vendimia pensamos en hacerlo. Estaba destinado sobre todo para los más mayores, pero ahora lo disfrutan los más pequeños», explicó Juan Jesús Planells mientras vigilaba que el vino no saliese de la garrafa.

La ‘trascolada’ del vino de Jesús, al más puro estilo tradicional

Una elaboración tradicional

El proceso que sigue la elaboración del vino en Jesús es muy puro y no se alejan de lo tradicional. «Empezamos con la fonyada con un fonyador de madera. Después lo dejamos fermentar y tras ello se trascola, para taparlo con un ramillete de frígola», explica Maribel mientras abre el grifo y sostiene la jarra para que el vino no caiga. Añade que se deja durante unos cuatro meses en una segunda fermentación y que luego el vino se usa en las fiestas del pueblo o torradas populares.

Algunos curiosos decidieron acercarse, como Joan Costa. «Soy del pueblo y vengo siempre para que la niña vea y sienta los aromas y colores», afirmó con su hija sostenida en brazos, ya que quería ver el barreño por dentro. Catalina Costa también es vecina de Jesús, pero no se acerca a la trascolada todos los años. «El vino está bueno, pero aún le falta un tiempo para que lo sea», comentó Costa.

Otros turisteaban la localidad de nuevo: «No es la primera vez que vengo a Jesús, pero no había visto nunca esto aquí», relató Susa Domingo. «Me interesa el vino, pero sobre todo que se continúen las tradiciones», concluyó.

La ‘trascolada’ del vino de Jesús, al más puro estilo tradicional

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