«Cuando dos cartas se juntan pueden generarse ideas distintas», contaba Monma Mingot, cuenta cuentos que pertenece a la Asociación Entusiàstic, que trajo un taller para niños a la Biblioteca Municipal de Sant Antoni para celebrar sus cuarenta años de trayectoria. En esta ocasión Mingot quiso «despertar la imaginación» de los más pequeños y los adultos que los acompañaban, ya que según explicó, «todos tenemos un ser creativo en nuestro interior».
El taller empezó sobre las 11.08 horas, basado en el juego de cartas Imagilla't, ocho minutos más tarde de lo previsto, pero el organizador invitó a todos los asistentes a que se sentasen con él en un gran círculo. A partir de ese momento, explicó que la actividad partía de unas cartas con seres y elementos de Ibiza, que estuvo preparando durante la pandemia para que ellos pudiesen crear sus propias historias. Al preguntar qué se necesitaba para contar un relato, los niños le dijeron alguno de los ingredientes necesarios, como personajes, animales o la propia imaginación para crear el cuento.
Mingot repartió las cartas y los niños dieron vueltas al escenario en el que estaban para posteriormente, al oír una palmada, parar y juntarse en parejas para mirar las cartas que tenían y poder elaborar una historia en la que los elementos que aparecían en ellas. Cuando ya lo tuvieron pensado, se cambiaron de parejas y formaron otros grupos para generar más historias en las que se podía ver que su imaginación era cada vez mayor.
La última actividad que realizaron, fue por grupos de cuatro, en la que escogieron de entre todas las cartas tres en total, que anteriormente Mingot les había explicado por grupos de diferentes características, como animales típicos de la isla o el clima. Los niños y adultos se paraban en cada una de las familias de elementos a examinar cuales cogían, para que, posteriormente, el organizador les diera una hoja en la que tenían que elaborar una historia con una introducción, el nudo y el desenlace.
«Me lo estoy pasando bastante bien creando historias con mi hermano y con mi madre», afirmó Gerard Tur, de 11 años, que asistió al taller. «Nuestra historia trata de un gigante viven en una casa muy grande y un día va al bosque y se le caen las llaves, entonces tiene que volver a buscarlas, ya que sino no puede entrar en su casa, pero se va a topar con una serie de problemas para encontrarlas y tendrá que solucionarlos», explicó Tur.
Samuel y Lucía Portillo, de 5 y 3 años acudieron al taller. En esta ocasión estaban creando la historia con Joel Sánchez, de 6 años, que también se acercó a pasar la mañana. «Me lo estoy pasando bien», declararon los tres. Su historia tenía un toque de aventura: «Un erizo quiere buscar agua y se mete en un jarrón, pero empieza a llover y se ahoga, entonces lo ayuda una mujer a salir», contó Samuel.
