El Consell de Fomentera decidió ayer al mediodía prohibir el baño en la playa de es Pujols después de recibir un análisis de la calidad del agua por parte del laboratorio de Salud Pública de las Illes Balears, en el que se indicaba la presencia de la bacteria e.coli en las aguas de baño, lo cual desvela la existencia de una contaminación mediante materias fecales.
Según explica un portavoz del Consell, el informe de Salud Pública no prohibía expresamente el baño, «solo recomendaba» impedirlo, pero desde la institución insular se decidió izar la bandera roja en es Pujols. La playa no está cerrada, ya que los turistas pueden acceder al arenal, pero tienen prohibido el baño. Durante toda la jornada de ayer, el personal del servicio de socorrismo de playas en es Pujols informó a los bañistas de estas restricciones.
«Por precaución se prohíbe el baño hasta la espera de un nuevo informe», señala un portavoz del Consell, que explica también que, pese al vertido, no habían recibido quejas de ningún bañista.
Aunque todavía no se ha determinado el origen del foco contaminante, desde el Consell de Formentera señalan que la causa más probable es el «vaciado de la sentina de alguna de las embarcaciones que están fondeadas en la zona». A la vez, recuerdan la «prohibición de este tipo de acciones irresponsables» y piden a todos los navegantes que «extremen la vigilancia en el litoral para evitar estos hechos».
Se espera que durante el día de hoy el laboratorio de Salud Pública practique nuevos análisis sobre la calidad de las aguas en es Pujols. Según los resultados que arrojen, el Consell decidirá si abre la playa al baño o si prolonga la prohibición durante una jornada más.
Problema persistente
Los vertidos y el cierre de playas por la presencia de restos fecales es una constante en los veranos pitiusos. El pasado 9 de junio, la playa de Punta Xinxó, en Sant Josep, tuvo que ser cerrada al baño debido a una avería en el sistema de saneamiento de Cala de Bou, que provocó un derrame en la arena que llegó al mar.
El 30 de julio, una avería en el cuadro eléctrico del tanque de tormentas en Vila provocó un vertido de fecales en el puerto de Vila. Unos días más tarde, el 4 de agosto, fue el Ayuntamiento de Santa Eulària quien ordenó cerrar una parte de la playa de es Canar como consecuencia de otro vertido.
El último incidente de este tipo se produjo el pasado 9 de agosto, cuando la playa de s’Arenal, en Sant Antoni, estuvo cerrada tras un vertido contaminante en el torrente des Regueró que desembocó en el mar.
A estos incidentes, hay que añadir los vertidos que regularmente se producen en el torrente de sa Llavanera provocados por el colapso de las instalaciones de la depuradora de Vila, el último de los cuales se produjo el pasado 24 de mayo.
