El promotor de casetas de madera ilegales en pleno Parque Natural de ses Salines va camino de protagonizar otro caso de desobediencia continuada a la Administración similar al de Casa Lola. Este empresario, que responde a las iniciales A.Z., no solo ha ampliado una villa y ha levantado viviendas sin licencia sino que las sigue comercializando abiertamente por portales de internet pese a los expedientes sancionadores abiertos por el Consell. Más aún, ahora ha sido denunciado por coacciones a dos inquilinos a los que pretendía cobrarles una suma muy superior a la que acordaron, según han denunciado.
En estos momentos, A.Z. comercializa en las principales plataformas de alojamientos (Booking o Rentalia) la mansión denominada ‘Entre ciel et sel’, con capacidad para 14 personas a un precio de 1.518 euros por noche. El año pasado, cuando alquilaba esta misma propiedad bajo la marca ‘Ibiza Luxury Mansion’, el Consell le obligó a retirar los anuncios y le abrió un expediente sancionador por ejercer actividad turística sin la preceptiva licencia. Sin embargo, este promotor ha esquivado la orden de la Administración con otro nombre del chalé en su comercialización.
Los afectados pagaron, por avanzado, 18.000 euros por una estancia de seis meses, más otros 5.000 de fianza que ahora tratan de recuperar
Esta villa, que se encuentra en el Puig des Corb Marí, tiene adosada una pequeña casa para invitados con dos habitaciones, que fue alquilada por seis meses por dos personas que se quedaban a trabajar en la isla. Ambos se planteaban permanecer aquí varios años, hasta que se dieron de bruces con los métodos de este promotor. Según su denuncia, el pasado 12 de abril, se firmó el acuerdo con A.Z. por el que los afectados pagaron, por avanzado, 18.000 euros por una estancia de seis meses (3.000 mensuales), más otros 5.000 de fianza, que ahora tratan de recuperar.
Su sorpresa llegó en junio, cuando el promotor les reclamó unos gastos mensuales de 200 euros de luz y 300 de agua, cuando su vivienda «no tiene ni lavadora ni lavavajillas», subrayan. Según les comentó A.Z., había un contador específico para la casa de invitados, pero después pudieron corroborar que solo había uno para toda la finca. Así, cuando pudieron ver la factura de toda la propiedad, se dieron cuenta de que la cantidad que les reclamaba el empresario suponía el 98% del total. «Quería cobrarnos hasta el agua de la piscina de la villa principal», señalan.
Gasto desorbitado
Ante la negativa de estos dos afectados a pagar ese consumo desorbitado («76.000 litros en dos meses y medio»), el promotor primero les llegó a dejar hasta cuatro días sin agua (la finca cuenta con un depósito rellenable) y les cortaba la luz, primero periódicamente y después, permanentemente.
Los inquilinos apuntan que han sufrido otros abusos de los que carecen de pruebas para denunciarlos. En cambio, sí pudieron dar cuenta del corte del suministro a la Guardia Civil, que se personó en la finca, de manera que interpusieron una denuncia por coacciones, para la que aportaron testigos. La Benemérita confirmó ayer que A.Z., de nacionalidad marroquí, aunque dice ser italo-francés, cuenta con antecedentes similares.
Se da la circunstancia de que el propietario les amenazó con rescindir su contrato si no pasaban a pagar, a partir de ese momento, 5.000 euros semanales. A la espera del juicio, ambos han abandonado esa casa para evitar el contacto con el promotor.
Este verano se han alquilado tanto las dos cabañas de madera ilegales, a un precio de hasta 200 euros por noche, así como la villa principal
Cabe tener en cuenta que, este verano, A.Z. ha alquilado tanto las dos cabañas de madera ilegales, hasta un precio de 200 euros por noche, así como la villa principal. A raíz de la publicación en este diario la semana pasada del expediente por actividad ilegal por parte del Consell, una turista que reservó la mansión se ha puesto en contacto con este diario. Según denunció, llegó junto a otras 11 personas desde el Reino Unido el mes pasado y se encontraron con que la casa de invitados ya estaba alquilada (por los dos afectados anteriores), así que dos de ellos tuvieron que dormir en una cabaña de madera «sucia y sin aire acondicionado». Además, también estaba alquilada la otra cabaña ilegal de esta finca.
Infracciones turísticas y en materia de urbanismo
Infracciones turísticas y urbanísticas en la misma propiedad
La finca de es Corb Marí donde se comercializan ilegalmente tanto las casetas como la mansión se encuentran en pleno Parque Natural de ses Salines. No obstante, mientras el chalé principal aún se encuentra en la zona urbana a la izquierda de la carretera de es Cavallet, donde la disciplina urbanística es competencia municipal, las dos casetas se levantan sobre la zona rústica protegida, que depende del Consell de Ibiza. En cualquier caso, todos los habitáculos de esta finca se han construido o ampliado sin licencia, de manera que cuentan con expedientes urbanísticos abiertos por parte de ambas administraciones. Además, en noviembre del año pasado, este diario detectó que se construía una tercera cabaña y otra estructura, que fueron paralizadas al momento. No obstante, la actividad turística ilegal continua en esta finca.
