Los operarios que trabajan en la demolición de Casa Lola, en Sant Josep, han derribado en una semana aproximadamente 700 de los casi 2.000 metros cuadrados de construcciones ilegales, según han confirmado este martes desde el Consistorio. Cuando se cumple una semana de la entrada en el complejo de los técnicos del Ayuntamiento, los trabajadores han completado el derribo de la construcción en forma de 'L' de aproximadamente 350 metros cuadrados, que se había levantado alrededor de una piscina.

El martes 9 de agosto, técnicos del Ayuntamiento de Sant Josep, acompañados de la Policía Local y la Guardia Civil, accedían al interior del complejo turísticos ilegal Casa Lola tras casi una década de lucha para derribar las construcciones que la propietaria de este complejo turístico ilegal, Francisca Sánchez Ordóñez, Paquita Marsan, había levantado sin licencia.Tras desalojar a las aproximadamente 60 personas que se alojaban en ese momento en la vivienda, las máquinas entraron y comenzaron los trabajos de demolición.

A lo largo de estos siete días, detallan desde el Consistorio, antes de proceder a los derribos, se han desmontado las pérgolas, vaciado las habitaciones y desmontado instalaciones y pavimento. Actualmente, el aspecto de Casa Lola es bien diferente al que lucía hace una semana: tanto el interior como el exterior del complejo están repleto de escombros.

El coste del derribo asciende a más de 300.000 euros, una cantidad que han adelantado desde el Consistorio pero que reclamarán a la propietaria de Casa Lola, Francisca Sánchez Ordóñez, Paquita Marsan, a la que ya se le impuso una multa de 1,4 millones de euros.

7

Continúan los derribos en Casa Lola.