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Pescadores y científicos se unen para reducir el impacto de la pesca artesanal en Formentera

Tres miembros de la cofradía de la isla participan desde mayo en el proyecto Miticap, que desarrolla Patricia Baena con la colaboración de Stefano Ambroso, ambos investigadores del Instituto de Ciencias del Mar

Patricia Baena entre el pescador Joaquim Puigvert y el investigador Joan Mir, el pasado 10 de agosto, en Girona. | ARNAU ARGEMÍ

Hace cinco años se puso en marcha en el Parc Natural del Cap de Creus, en Girona, un proyecto que persigue reducir el impacto que tiene la pesca artesanal en los hábitats marinos con la colaboración estrecha entre científicos y pescadores de la cofradías del Port de la Selva y Cadaqués. La iniciativa se llama Miticap, la lidera el Instituto de Ciencias del Mar (ICM) del CSIC y este año ha llegado por primera vez también a Formentera.

Como explica Patricia Baena, coordinadora técnica de Miticap, la iniciativa arrancó en la isla en mayo, tras implicar a tres integrantes de la Cofradía de Pescadores de Formentera, los mismos que colaboran en Rescap, un proyecto de restauración de gorgonias que lleva a cabo otro investigador del ICM-CSIC, Stefano Ambroso (ver edición del Diario de Ibiza del pasado 27 de julio).

La ayuda de este biólogo marino, que reside en Formentera, ha facilitado poder implementar en la isla el programa Miticap, que lidera Josep Maria Gili, profesor de investigación del CSIC en el ICM.

Baena o Ambroso en la mayoría de los casos se embarcan con los pescadores formenterenses para hacer un seguimiento de su trabajo y les proponen cambios en las artes de pesca con la intención de reducir la pesca accidental y mitigar el impacto sobre los fondos marinos.

Patricia Baena, el pasado miércoles, en el Cap de Creus. ARNAU ARGEMÍ

En el caso concreto de Formentera, como hicieron en su momento en Girona, los científicos han propuesto a los pescadores el uso de un trasmallo con una luz de malla más grande. «Básicamente lo que hemos hecho es modificar el entramado de las redes con las que se pescan las langostas o peces como la roja (escórpora) agrandando los agujeros, de esta manera se reduce la captura accidental de especies como las gorgonias, las esponjas o los briozoos, que no son aprovechables comercialmente», explica Baena. «Proteger estos organismos bentónicos, que habitan los fondos marinos, es básico porque tienen un papel ecológico muy importante ya que son estructurantes, es decir, generan ecosistemas, ofrecen un hábitat y un refugio para otras muchas especies, entre ellas, las que sí son comerciales», recalca.

En el Parc Natural del Cap de Creus, donde ya llevan varias temporadas empleando este tipo de trasmallo, se ha comprobado que con él se ha podido reducir la pesca accidental sin que disminuyeran las capturas de especies comerciales. «Incluso se pescan piezas más grandes, con lo cual el pescador sigue ganando y al mismo tiempo se mantiene el ecosistema marino», señala la coordinadora técnica del programa.

Desde mayo y hasta finales de este mes, coincidiendo con la temporada de la langosta, cuando Ambroso o Baena se embarcan con los pescadores de Formentera, éstos lanzan al mar los dos tipos de trasmallos, los suyos y los experimentales que les cede Miticap. De esta forma se puede comparar lo que se captura con cada una de las redes. Los investigadores del ICM fotografían todos las piezas capturadas, incluidos los descartes, tomando nota también de su tamaño y de la cantidad de piezas pescadas. Hasta el momento, los científicos han participado en unas 17 jornadas de pesca, el objetivo es llegar a las 20, apunta Baena. En septiembre los investigadores comenzarán a redactar el informe final en el que se analizarán los resultados y se comprobará el éxito de la medida en la isla.

En Formentera, al ser la primera temporada de Miticap, solo se ha implementado esta medida. En el Cap de Creus se han llevado a cabo otras acciones como la de promocionar el uso de materiales biodegradables, por ejemplo, en las nasas, y realizar jornadas para recuperar redes y otras artes de pesca que accidentalmente caen al mar y que siguen atrapando peces y otras especies marinas. La idea es reducir lo que se conoce como pesca fantasma.

Miticap recibe el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y se ha financiado hasta 2022 con el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP). El presupuesto de esta última temporada es de 285.000 euros, de los que 50.000 van a parar a Formentera.

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