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Fiestas de Ibiza: Un Sant Llorenç caluroso en la vuelta a la normalidad

La localidad del municipio de Sant Joan celebra la fiesta de su patrón sin restricciones después de dos años con baile, procesión, paseo de carros y mucha alegría por el reencuentro con la tradición

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Festes de Sant Llorenç 2022 J.A. Riera

Sant Llorenç vive con intensidad el día de su patrón. Después de dos años los vecinos se pueden juntar al fin con normalidad, sin restricciones de ningún tipo. Con el sonido de las campanas a las 12, que indican el comienzo de la misa los vecinos empezaron a entrar a la iglesia.

El obispo de Ibiza y Formentera, Vicent Ribas, preside la misa que ha durado cerca de una hora. Suenan las canciones del coro y los versos de vecinos de la parroquia. «No debemos perder la fe y es muy importante mantenerla para que estas fiestas puedan continuar. Tenemos que vivir con caridad y amor, como lo hacía Sant Llorenç», alienta el obispo a los fieles durante la eucaristía.

Los abanicos de la gente acompañan el acto en la iglesia, donde el calor es insoportable , aunque los ventiladores están en funcionamiento durante la misa. Pese al intenso calor (el termómetro marcó 32 grados) la gente abarrota el templo.

Algunos de los fieles que acuden a la celebración de la festividad deciden buscar una sombra en los árboles fuera de la iglesia mientras esperan el paseo de carros y el ball pagès. «Está muy bien poder celebrar las fiestas porque la tradición se está perdiendo mucho y ver que la gente viene y participa ayuda bastante», afirma Alba Marí, una joven mientras espera en la plaza y va acompañada de Jaime Franch, un ballador de la Colla de Labritja que aguarda a que acabe la misa. «Había ganas de volver a bailar ya que hacía mucho tiempo que no podíamos hacerlo» en completa libertad, afirma Franch.

Un Sant Llorenç caluroso en la vuelta a la normalidad | FOTOS DE J.A. RIERA

Las risas y las conversaciones llenan la plaza y los grupos de amigos aprovechan el día del patrón para reencontrarse. «Estamos muy contentos de volver a la normalidad y de encontrar a la gente de aquí, que somos una buena colla, y también de ver a gente de fuera» del pueblo, declara Jaume Ferrer, un vecino que está animado por volver a celebrar este día. «Es muy importante seguir las tradiciones y celebrar las fiestas de Sant Llorenç, ya que son muy valiosas, tanto para la gente del pueblo, como para la isla en general», añade con contundencia.

La misa termina y el sonido de las castañuelas da paso a la procesión por el pueblo, en la que las autoridades acompañan la imagen del santo junto con vecinos de la localidad. Tras finalizar la vuelta a la iglesia, los balladors y balladores de la Colla de Labritja se montan en los carros para dar un breve paseo. Mientras tanto, aquellos que se quedan esperando en la plaza disfrutan de los bunyols y las orelletes, regados con refrescos, vino y cerveza. Otros simplemente se quedan a charlar.

Un Sant Llorenç caluroso en la vuelta a la normalidad

Antoni Marí Carraca, alcalde de Sant Joan, no se pierde la celebración en Sant Llorenç. «El hecho de poder compartir un día como este con la gente del pueblo, estar bajo la mejor sombra y comernos un bunyol, una orelleta con un trago de vino o un refresco es un motivo de alegría y satisfacción», comenta el primer edil con satisfacción durante la ballada.

«Es muy emotivo volver a la normalidad y estamos muy felices. Era muy triste bailar con mascarilla, con distancias y en grupos reducidos, pero afortunadamente ahora podemos hacerlo tal y como los años antes de la pandemia», indica Neus Marí, una balladora de la Colla de Labritja, que añade que se siente «muy feliz» de poder bailar de nuevo en la fiesta patronal de Sant Llorenç.

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