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Trabajo realizará 320 inspecciones para controlar la contratación irregular de extranjeros este verano en Ibiza

La Inspección de Trabajo y Seguridad Social envía a ocho inspectores a la isla para comprobar que los trabajadores foráneos cuentan con las correspondientes autorizaciones de residencia y trabajo

Un trabajador en una terraza de Eivissa J. A. R.

Con el objetivo de luchar contra el empleo irregular, la Inspección de Trabajo y Seguridad Social (ITSS) ha programado más de 300 inspecciones en la isla de Ibiza, entre los meses de julio y agosto, para comprobar, entre otros aspectos, que los trabajadores extranjeros cuentan con las correspondientes autorizaciones de residencia y empleo.

El foco principal está puesto en los británicos, ya que tras el Brexit, y teniendo en cuenta la normativa transitoria que ha estado en vigor, la ITSS hace especial hincapié en que los ciudadanos de Reino Unido que prestan servicios en Balears cumplan con la normativa. De momento, desde la conselleria balear de Trabajo subrayan que «no se han detectado irregularidades».

«Sin perjuicio de que se trate de una actividad ordinaria dentro de las labores de la Inspección de Trabajo, cabe señalar que, en el seno del Plan de Lucha contra la Precariedad Laboral del año 2022, se incluye como uno de los ejes principales la lucha contra el empleo irregular, entre el que se encuentra el control del empleo de extranjeros», explican las mismas fuentes. Para ello, «en la isla de Ibiza se cuenta con ocho inspectores para un total de 320 actuaciones», añaden.

En esta línea, indican que solo actúan durante los meses fuertes de la temporada porque «es el periodo en el que están» en la isla. «Son inspectores de oficio y las actuaciones ya vienen planificadas de Madrid con la base de datos de la ITSS», aclaran.

Reglamento de Extranjería

Cabe recordar que, desde el año pasado, los británicos que deseen trabajar en Ibiza se rigen por la ley y el reglamento de Extranjería. Los ciudadanos de ese país que no son beneficiarios del acuerdo de retirada de la UE (la mayoría, residentes desde hacía años) son considerados nacionales de un tercer país, extracomunitarios, y deben solicitar la autorización de residencia y trabajo.

Antes del Brexit les bastaba con tramitar el certificado de miembro de la UE, mucho más sencillo. De hecho, los ciudadanos franceses, alemanes o italianos, por ejemplo, con su pasaporte europeo pueden obtener un permiso de trabajo en España en prácticamente 24 horas. Ahora, los británicos deben solicitar un permiso de residencia que explícitamente les permita trabajar (algunos de ellos, como el visado de estudiante, no lo permiten). Y, para ello, deberán cumplir todos los requisitos pertinentes, y una buena alternativa es el permiso de trabajo como altamente cualificado en lugar de un permiso de trabajo regular.

Para tramitar este permiso se requiere contar con estudios superiores relacionados con el puesto ofertado y que la oferta de empleo conlleve un salario elevado (más de 54.000 euros anuales para directores y gerentes y más de 40.000 para otros profesionales).

El Brexit complica la contratación de británicos en la isla

Hace unas semanas, este diario se hacía eco de las dificultades de establecimientos de Sant Antoni para llenar las plantillas tras la salida de Reino Unido de la UE. El Brexit, afirmaba un empresario, «prácticamente imposibilita la contratación de trabajadores procedentes del Reino Unido».

Esto ha supuesto un problema para aquellos que tienen a prácticamente el 100% de la clientela británica. No les ha quedado otra que optar por trabajadores, en su mayoría, españoles, que no hablan un inglés perfecto, lo que repercute en la calidad del servicio.

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