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Patrimonio

El Consell de Ibiza inicia la protección de sa Fontassa como Bien de Interés Cultural

Este conjunto hídrico de Santa Gertrudis está formado por balsas de regadío y huertos que habían quedado cubiertos por la maleza tras el abandono de la agricultura

Imagen de una de las balsas de regadío alimentadas por sa Fontassa. | VICENT MARÍ

La Comisión insular de ordenación del territorio, urbanismo, y patrimonio histórico-artístico (Ciotupha) dio ayer su visto bueno al inicio de los trámites para proteger el conjunto hídrico de sa Fontassa de Santa Gertrudis como Bien de Interés Cultural (BIC), con la tipología de lugar de interés etnológico. Este expediente, que deberá ser ratificado por el pleno del Consell una vez concluido, ha fructificado después de la campaña de la asociación de vecinos para promocionar y garantizar la recuperación de un complejo sistema de regadío similar al de es Broll de Buscastell.

La asociación de vecinos se dirigió a finales del año 2019 al Consell de Ibiza y al Ayuntamiento de Santa Eulària para instarles a proteger sa Fontassa como BIC, a la vez que reclamaba el derribo de la estructura de la antigua depuradora del pueblo, que se encuentra a pocos metros. Todo esa zona, tras el abandono de la actividad agrícola, se encontraba prácticamente oculta por la maleza.

Tras retirar la maleza, se destapó un entramado de siete balsas, antaño alimentadas por el caudal de la fuente, que regaban otros tantos huertos.

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Desbrozamiento

A finales de 2020, el Ayuntamiento de Santa Eulària desbrozó una parte del torrente de Fruitera, que sacó a la luz un arco, estrecho y apuntado, que forma la bóveda de la fuente de sa Fontassa. Además, pocos metros, también se destapó un entramado de siete balsas, antaño alimentadas por el caudal de la fuente, que formaban el sistema de regadío de otros tantos huertos.

El Consell emprendió una segunda campaña de desbrozado en octubre del año pasado. Estos trabajos hicieron aún más visible el sistema de acequias, regadoras y muros de piedra que encauzaban el caudal del torrente, así como un entramado de caminos y una caseta de trabajo de los majorals de la finca de sa Fontassa, que en su tiempo se consideraba una de las más ricas de la isla.

Además, el Consell encargó un estudio al historiador Antoni Ferrer Abárzuza para detallar todos los valores históricos y elementos que conforman este conjunto de cara a su protección.

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