Tras varios años lidiando con las restricciones para organizar las Festes de laTerra, por fin el programa ha vuelto a la normalidad, lo que supone «un respiro» en palabras del alcalde. Para él, uno de los momentos más emotivos en estas fechas es la entrega de las Medallasde Oro de la ciudad, en materia de fiestas, pero entre sus preocupaciones está muy presente la importancia de lograr un equilibrio entre el turismo y los residentes. «El número de turistas que llegan en determinados momentos del año conlleva una presión difícil de sostener».

En pleno mes de agosto, las Festes de la Terra llenan de actividades el calendario de la ciudad. Rafa Ruiz recomienda utilizar los aparcamientos disuasorios para acudir a los actos, o bien aprovechar las dos horas de aparcamiento gratis en el Cetis por el consumo en negocios de la ciudad.

Por fin las Festes de la Terra vuelven a ser lo que eran, con su berenada y los fuegos artificiales, entre muchos otros actos, ¿qué supone para usted este retorno a la normalidad?

Es un respiro, poder organizar unas fiestas sin restricciones sanitarias y saber que la gente va a poder disfrutar, la verdad que nos da una tranquilidad que los años pasados no teníamos. Tenemos muchas ganas de que la ciudad de Ibiza viva sus fiestas como siempre las ha vivido.

No ha quedado otra que convivir con el covid.

Han sido unos años muy complicados pero creo que nos hemos sabido sobreponer principalmente en el aspecto económico. Las medidas de protección de empresas y personas han funcionado y hemos podido salir adelante.

¿Se han recuperado otras actividades a las que habían tenido que renunciar?

Aparte de las citadas antes, el resto de actividades se habían realizado, pero en un formato y con unas medidas adaptadas a la situación sanitaria del momento, por ejemplo el ball pagès del año pasado se hizo acotando la zona con sillas, con gel desinfectante y mascarilla. Los conciertos también se hacían sentados y con mascarilla. Este año ya podemos disfrutar de todas las actividades en su formato original, tal y como siempre las hemos disfrutado.

¿Hay algún acto que destacaría este año, además de estos clásicos que vuelven?

Me hace especial ilusión la actuación de la cómica Patricia Sornosa, destacaría también el espectáculo de Miguel Barranco y, como tengo dos hijas, en casa también esperábamos de forma muy especial el espectáculo ‘Mou el cos’ de Dámaris Gelabert.

Este año con las obras será especialmente complicado aparcar en el centro de Vila, ¿cuál es su consejo para quienes lleguen en coche para disfrutar de las fiestas?

El aparcamiento en la ciudad, especialmente durante el verano, es muy complicado. Somos una ciudad muy pequeña en dimensiones y tenemos una elevada densidad de vehículos, la más elevada de la isla. Las personas que vienen a visitarnos, o a trabajar a la ciudad de Ibiza, tienen dos opciones en las que no dejamos de trabajar: aparcar el vehículo en los aparcamientos disuasorios así como utilizar la campaña de dos horas gratis en el aparcamiento del Cetis si se consume en el pequeño comercio de la ciudad. Mi consejo es el mismo siempre, y ahora con las Festes de la Terra con más motivo: las personas que lleguen de otros municipios pueden dejar el coche en los aparcamientos disuasorios.

Ruiz cree que hay que frenar el alquiler turístico ilegal.

¿Son suficientes?

En los últimos años hemos habilitado más de 1000 nuevas plazas de aparcamientos disuasorios cerca de la ciudad y los hemos acondicionado. Desde es Gorg al paseo de Vara de Rey hay apenas 15 minutos andando; desde el aparcamiento de Multicines otros 15 o 20, desde el aparcamiento de la central eléctrica, igual. Se tarda menos dejando el coche en estos puntos que entrando en la ciudad y dar vueltas buscando aparcamiento. Es una cuestión de responsabilidad, además se ahorra gasolina, que es bueno para el bolsillo, y emisiones, que es bueno para el planeta.

¿Continúan con la campaña de una hora de aparcamiento gratis en el Cetis por el consumo o compras en negocios de la ciudad?

Después de mantener contacto directo con los comerciantes de la zona de Isidor Macabich, acordamos ampliar esa hora a dos horas. Todo el que compre en el pequeño comercio o consuma en un bar o restaurante de la ciudad tendrá dos horas de aparcamiento en el Cetis y también en el Mercat Nou, pero en este caso solo en horario de tarde. Es muy fácil: se aparca, se hacen las compras que se tienen que hacer y al volver al coche con el tique de compra se enseña en la taquilla y se tienen dos horas gratis. También es una alternativa para quien venga a estas fiestas.

Hablando de Ibiza, en general, ¿cómo se está viviendo esta temporada turística en la que parece que el covid ha pasado a un segundo plano?

La temporada turística ha demostrado que la isla de Ibiza sigue siendo uno de los destinos turísticos más importantes y mejor posicionados a nivel internacional. Estamos teniendo una temporada de récord, pero eso también tiene inconvenientes, especialmente para nuestros residentes.

¿Está habiendo problemas relacionados con la masificación de la isla?

Creo que es evidente, cualquier residente puede ver que esta isla, con el número de turistas que llegan en determinados momentos del año, conlleva una presión difícil de sostener. Es evidente que es mejor gestionar el éxito que el fracaso, pero hay que tomar medidas para evitar que la masificación provoque problemas en el día a día de los residentes. Uno de ellos es, por ejemplo, el alquiler turístico ilegal. No podemos permitir que exista, ya que es uno de los factores que más afecta al precio de la vivienda. Ibiza tiene que ser un lugar donde vivir.

Hace poco hablaba de regular en un evento en el Club Diario de Ibiza. ¿Qué medidas propone para acotar el turismo?

Primero de todo, hay que frenar de forma contundente el alquiler turístico ilegal, las viviendas son para vivir, para los turistas ya están los hoteles y apartamentos turísticos, ya hay plazas hoteleras y esas son las que hay y donde deben alojarse para garantizar también una buena experiencia, profesional y con todos los servicios que necesita el turista que nos visita. Y, por otro lado, no puede haber en esta ciudad tres cruceros en un día. Es un desembarco de gente a la que hay que prestar unos servicios que en una ciudad de 50.000 habitantes no se pueden prestar, como el servicio de transporte, de limpieza o de seguridad que supone la llegada de unas 8.000 personas más en apenas unas horas.

No podíamos hacer este repaso general de Ibiza sin hablar de las obras de Isidor Macabich. Los vecinos y comerciantes están agotados, ¿cuánto falta para finalizar los trabajos?

Somos conscientes que las obras siempre provocan problemas. En una obra de envergadura como es esta hay imprevistos, ruido, y esta obra tiene un ámbito de actuación de 19.000 metros cuadrados,, con lo que ello supone. Es una actuación que dura 12 meses, por tanto era inevitable que no tocase el verano. En estos momentos llevamos un tercio de los doce meses ejecutado, en septiembre estaremos en el ecuador de esta gran reforma y la previsión es finalizar en marzo del año que viene. Es una obra donde afrontamos uno de los principales problemas de la ciudad: la red de saneamiento. Cuando tenemos inundaciones siempre queremos que eso se arregle y para arreglarlo hay que levantar calles. Podíamos optar solo por hacer un lavado de cara, cambiar las aceras y las farolas y así no habría quejas, pero eso no sería dar soluciones reales a la ciudad. Estoy convencido de que el resultado gustará y lo más importante, solucionaremos muchos problemas endémicos y que nos han hecho llegar tanto vecinos como comerciantes de la zona.

¿Es imposible que no haya quejas y molestias durante unas obras de tal envergadura?

Entiendo las quejas, soy consciente de ellas y diferentes concejalías trabajan de forma permanente para dar cumplimiento a las peticiones que nos hacen llegar para mejorar su situación. Si por algo nos hemos caracterizado ha sido por hacer intervenciones para mejorar esta ciudad. En relación a estas obras de mejora, siempre ha habido críticas en momentos puntuales, las hubo con la peatonalización de Vara de Rey y ahora dudo de que alguien quiera que se revierta volviendo el tráfico al paseo. Las hubo en ses Figueretes con la reforma del paseo, y ahora todo son elogios a un paseo marítimo como el que tenemos en primera línea, en el que se actuó desde las infraestructuras soterradas hasta en su aspecto exterior, poniendo a disposición de toda la ciudad un lugar que antes no era frecuentado. Estamos seguros de que cuando acaben las obras de la nueva avenida pasará lo mismo, la ciudadanía se alegrará del resultado ya que es un proyecto que mejora la ciudad y además tendrá un impacto positivo directo en los comercios de la nueva avenida.