El ceramista Carlos Icardi ha fallecido este jueves los 73 años de edad. Así lo comunicó la consellera de Cultura Sara Ramón, que quiso transmitir el pésame a sus familiares.

Icardi había nacido en Uruguay, aunque residía desde los años 70 en Ibiza, donde montó su taller, concretamente en Sant Rafel, en el año 77.

Carlos Icardi obtuvo en 1986 uno de los primeros títulos de maestro artesano concedidos por la conselleria de Industria y Comercio, concretamente, el número 8. Fue uno de los impulsores de la Asociación de Artesanos de la federación Pimeef, de la que fue presidente entre 1990 y 2003.

Tenía también numerosos premios, como el de mejor diseño artesano otorgado en 1986 por la Cámara de Comercio o el premio a la innovación artesana, concedido por la misma entidad en 1989. Obtuvo varias menciones de honor y otras distinciones en la feria Baleart entre 1990 y 1994. En 1997 se le otorgó el premio a la labor artesanal de la Pimeef.

Entre 1997 y 2004 participó también en ferias artesanas en París, Madrid, Lanzarote y Zaragoza, además de llevar a cabo en el último año una intensa labor y mostrar su producción en cuatro salas de la isla. Asimismo, su obra se ha expuesto periódicamente en Barcelona, Palma, Toledo, Madrid, Sevilla, Tenerife, Finlandia, Alemania, Francia...

Icardi fue también uno de los promotores de la concesión del título de pueblo artesanal a Sant Rafel, donde llegaron a trabajar simultáneamente y en un espacio reducido cinco talleres de cerámica.

Otra de sus facetas durante estos años ha sido ha sido la de profesor de cerámica. Bajo la organización del área de juventud del Ayuntamiento de Sant Josep, entre 1994 y 1999 dio clases en los colegios de Sant Jordi, Can Guerxo, L´Urgell y Es Vedrà. Asimismo, impartió cursos para el proyecto Arte Donna-Empre Donna del Ayuntamiento de Ibiza, y cursos para adultos en los colegios de L´Urgell y Sant Jordi.

Con gente como Carlos Icardi la cerámica en Ibiza vivió un boom durante los años 80 y experimentó una gran evolución.

Durante sus primeros años en la isla se dedicó a la joyería, pero Icardi afirmaba ya entonces que una de sus aspiraciones era contar con horno de cerámica. Y eso es lo que hizo.

«Con este trabajo no dejas nunca de aprender –afirmaba hace unos años en una entrevista a Diario de Ibiza–. En la vida tienes que aprender de todo, de lo bueno y de lo malo. Todo son experimentos, pruebas...».

«La cerámica me ha enseñado a vivir. Aprendes que tienes que hacer una serie de cosas de una forma determinada. Si tienes un fallo en el proceso y haces una cosa mal, el resultado cambia. Creo que ese trabajo me ha enseñado a vivir con humildad», aseguraba el artista.

Carlos Icardi estaba casado con Graciela y tenía cuatro hijos, Pablo, Hugo, Elisa y Ángel y un nieto, Theo.